Despedida a Gabriela

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Por Facundo Suárez Lastra

Despedida a Gabriela




Necesito despedirla. Decirle cuanto la quise , lo agradecido que estoy, cuanto  me duele su ausencia.

Cuando te despedimos, faltaron las palabras. Las denostadas, las despreciadas por los simplificadores y eficientistas, las necesarias, las que le dan sentido y orden a lo que hacemos, las que nos guían. Las que nos hubieran permitido dar testimonio de   lo que vimos, de lo que vivimos, de lo que sentimos por vos.

Y como te conocí hace 35 años, podría empezar por cuando te vi por primera vez en un pasillo de la facultad de derecho  encaminando tu paso chiquito como tu cuerpo, junto a Ernesto Fariña y a tu hermana Virginia y tu amiga Rosana, pero no puedo.

Tengo que empezar por lo más conmovedor, por el final que fue  9 meses tan largo como tu principio.

Ver a tu amado compañero Eduardo, esperarte con esperanza,  acompañarte,cuidarte ,leerte , amarte, como tus hijos , como tu madre, como tus  hermanas , como tus tías como tus compañeras y compañeros; permitiría entender lo que eras lo que habías hecho ,lo que había sembrado.  De las  muchas cosas que me enseñaste en la vida ,rescato esa de que todo, inclusive el amor , se construye con cuidado , con atención, con esfuerzo.

Muchos  te recuerdan  desde que fuimos visibles: concejal, secretaria de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diputada de la Nación, Legisladora, Secretaria de Desarrollo Social  , Presidente de la 18, Secretaria del Comité Capital, Convencional Nacional, Delegada al  Comité  Nacional . Con  eso tendríamos bastante si no faltara lo más importante, el  inicio. Yo estuve allí con vos y son los momentos que con mas ternura recuerdo y quiero compartir con los que no los conocen.

Fueron años difíciles, de remar contracorriente, de prepararse ,de estudiar, de luchar.

Cuando muchos, la mayoría de la militancia juvenil,  tomaba el camino  de las armas para el triunfo de la causa popular, nosotros sosteníamos que la  clave era la profundización de la democracia, con elecciones libres sin proscripciones ni condicionamientos.

Grupos de estudio , lecturas compartidas ,la urgencia por entender para poder proponer, la certidumbre de que como buenos reformistas el futuro sería nuestro por prepotencia de trabajo.

Saliste de la Universidad a militar en los barrios y por supuesto elegiste a los que mas necesitaban apoyo y organización y defendiste a los inquilinos desalojados en el barrio de la boca.

Como no entender que te hirviera la sangre cuando escuchabas en el lugar de progresistas descubridores de los derechos humanos y la distribución del ingreso a los que de tu misma edad, y en la misma época se enriquecían ejecutando las hipotecas de los empobrecidos por la dictadura.

Y luego de sostener en la clandestinidad, oponiendo resistencia como se pudiera a la dictadura , haciendo de tu casa en la  esquina de Guatemala y  Aráoz el lugar de encuentro para la formación  política , el refugio de Amaya y de la viuda de Karakachoff , tareas que  tenían tanto de riesgo como de compromiso con las convicciones mas profundas  de  lucha por la democracia.

Desde ese mismo lugar organizaste un nuevo partido radical, mas abierto , mas convocante .

Fuiste de los pocos que a la salida de la militancia juvenil triunfaste en la lucha por el poder partidario en  tu barrio de Palermo.
Luego la historia mas conocida ,tu paso por concejo y lo demás.

Lo que tal vez muchos no sepan, fue que tu paso fue distinto . Estuvo atento a lo mas inteligente y dinámico de la ciudad , cultivaste relación con los que la pensaban y la querían. Entendiste que con el gobierno que teníamos no alcanzaba. Debe saberse que la autonomía de la ciudad no fue una demanda de la sociedad .Fue una elaboración teórica  producto de la  experiencia de gobierno que hicimos un grupo de dirigentes inspirados en la firme convicción  de Gabriela. Con ella y con algunos peronistas , convencimos cada uno de nosotros  a sus respectivos partidos de la necesidad de introducir esto en la reforma de la Constitución.

Mucho le debe la Ciudad al tipo de trabajo político de Gabriela.

En lo personal yo le debo mucho y este es por supuesto  el momento de reconocerlo públicamente .

Es el momento en que a mi me corresponde decir:

MUCHAS GRACIAS QUERIDA GABRIELA.

Gracias por haberme acompañado tanto tiempo apesar de lo distinto que fuimos en muchos aspectos, gracias Por tu inteligencia, por tu honestidad, por tu integridad,por tu solidaridad, por tu voluntad y por tu coraje y en lo mas estrictamente personal por tu amistad.

Gracias por la poesía , por el nocturno de José Asunción Silva, por el estatuto de los derechos del hombre de Thiago de Melo, por la Asunción de la poesía de Maria Elena Walsh.

Te nos fuiste de como un rayo como a Miguel Hernández, Ramón Cijé.

Ya te estoy extrañando mi querida compañera del  alma.

Cuando necesitemos inteligencia y la vamos a necesitar ,te vamos a evocar \\cuando necesitemos integridad y la vamos a  necesitar, te vamos a evocar, cuando necesitemos coraje y lo vamos a necesitar,te vamos a evocar, cuando necesitemos valor y lo vamos a necesitar, te vamos a evocar.

Cuando necesite una amiga , compañera del alma de 35 años, que es ya y para siempre , te voy a extrañar.

Mi querida  Gabriela , te ganaste con tu vida el epitafio de los versos de Amado Nervo que tanto querías  , Amaste y fuiste amada, el sol acaricio tu faz, la vida nada te debe, te fuiste en paz.

Facundo Suarez Lastra  – 1 de julio de  2008

En Paz.

Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste esperanza fallida,

ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.

 

Porque veo al final de mi rudo camino,

que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,

fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas,

cuando plante rosales; coseche siempre rosas.

 

…Cierto; a mis lozanías va a seguir el invierno,

¡¡mas nunca dijiste que mayo era eterno!!

halle sin duda largas noches de penas,

más no prometiste solamente noche buenas,

y en cambio tuve unas santamente serenas…

 

Ame, fui amado, el sol acaricio mi faz,

¡Vida nada me debes!

¡Vida; estamos en paz!

 

AMADO NERVO 

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