Una puerta con cola

La elección de la presidenta Cristina Kirchner, del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y de la empresa IRSA para que un monumento se transforme en el “futuro ícono arquitectónico de la ciudad” desató la polémica. Tanto en el Congreso de la Nación como en la Legislatura porteña hubo críticas por el resultado del concurso organizado por la empresa constructora, que eligió entre los diseños ganadores el del edificio “Puerta del Plata”, que incluye la construcción de una torre de oficinas en Dársena Norte, donde ese tipo de construcciones está prohibida por el Código Urbano de la Ciudad, tal como informó Crítica de la Argentina en su edición del domingo.

La diputada radical Silvana Giudici, quien ya había pedido informes para que el gobierno porteño explicara sus planes sobre el área, dijo que “es una zona exclusiva para la actividad portuaria en la que no se pueden levantar edificios. Si Macri construye otra cosa estará condenando al puerto de Buenos Aires”, se quejó. La diputada además disparó contra el gobierno nacional. “No me parece casual que quieran poner allí el monumento cuando el ministro de Planificación, Julio De Vido, tiene en su despacho tres proyectos: una terminal para cruceros con un shopping, una iniciativa privada para construir marinas y edificios de lujo y un barrio residencial de alto nivel”, acusó.

La noticia también tuvo cuestionamientos en la Legislatura porteña. “Es una zona en la que no se puede construir tal edificio”, explicó el legislador de la Coalición Cívica Sergio Abrevaya. Los diputados que responden a Carrió presentaron un pedido de informes ante “la posibilidad de que estén por cometer un delito”.