Todo indica que la fuga de divisas sigue
Desde hace casi dos años la Argentina volvió a poner en práctica una vieja y costosa costumbre: expulsar capitales. Según las señales del mercado, esa tendencia no cambió, aunque los controles y las presiones oficiales para estabilizar la plaza cambiaria local parecieran sugerir lo contrario.
LaNación.com.ar – La demanda de activos para ser girados al exterior por parte del sector privado no se detuvo, pese a que el mundo sigue siendo un tembladeral. Sólo se redujo en forma artificial. Así, explican los conocedores, el dólar bajó porque disminuyó por intimidación el número de los que querían comprar, a la vez que se mantuvieron las regulaciones para los que deben vender. Según las normas vigentes, los exportadores están obligados a liquidar sus divisas en plazos que van de 30 a 365 días, según se trate de productos primarios o bienes de capital. Al reprimirse la demanda, la oferta volvió a alcanzar, incluso, para que el Banco Central recompusiera reservas. Pero, así y todo, sobra poco.
Los operadores admiten que el vehículo elegido para enviar dinero afuera hoy son las acciones de Tenaris, firma que también cotiza en Wall Street mediante certificados de depósito. Estiman que el 30% de lo negociado cada día con ese papel, que desde hace dos semanas concentra del 60 al 70% del total operado en la Bolsa porteña, responde a transacciones generadas para sacar divisas del país.
Según cálculos privados, en octubre salieron del país o pasaron a resguardo otros US$ 4000 millones. Si se les suman los US$ 14.380 millones que la estadística oficial reconoce fugados en el año hasta el fin del tercer trimestre, se comprueba que estamos ante la más fuerte salida de capitales desde la crisis de 2001. Y, contrariamente a lo sucedido en otros países de la región, no se puede culpar del fenómeno sólo a la crisis global: la Argentina ya resignaba capitales desde antes que sus vecinos. ¿Podrán ahora tentarlos para volver con la sola promesa de cobrarles menos impuestos?