Operación generar credibilidad

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En pocas horas el Gobierno admite que se crecerá menos, que el superávit comercial será más bajo y anuncia obras para revertir una desaceleración que hasta el INDEC admite.

ElEconomista.com.ar – En menos de 24 horas el Gobierno hizo lo que pocos pensaban podía llegar a ver: reconocer que la economía argentina sufrirá una desaceleración en 2009. La palabra enfriamiento estaba prohibida a principios de año. El entonces ministro de Economía, Martín Lousteau, tenía vedada la parte de la biblioteca que recomendaba desacelerar la economía para controlar los precios. Hoy la inflación no es el principal problema pero sí la recesión. El ministro de Economía, Carlos Fernández, admitió en un seminario en Pilar organizado por la UIA que “vamos a crecer a tasas posiblemente no tan altas como las de los últimos años”.
Simultáneamente el INDEC daba la noticia de que el crecimiento de la industria en octubre crecía al 2,5% anual. En los primeros diez meses, la actividad manufacturera acumuló una expansión interanual del 5,8 por ciento pero si se excluye el aporte de las automotrices y siderurgia entonces el crecimiento es de menos del 2% decían los industriales en Pilar.
El segundo acto de ‘confesión’ lo protagonizó el mismo ministro Julio De Vido. El funcionario adelantó que se exportará por un valor de U$S 56.000 millones en 2009, lo que representa una caída de un 16% para lo previsto en 2008. La baja la atribuyó a la caída de los precios internacionales de las materias primas. Durante una presentación ante la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), De Vido dijo también que el saldo comercial del año próximo caerá a unos U$S 7.000 millones, desde los 12.000 millones que prevé el presupuesto para este año, lo que según estas estimaciones constituye una caída de casi un 42%. Uno de los temas que desvela a los industriales en el último tiempo ha sido el del tipo de cambio. Para muchos la tarea de ajustar el tipo de cambio no es una responsabilidad que pueda delegarse en el manejo de la política cambiaria porque todavía subyacen riesgos de una corrida bancaria motivada por una devaluación. “Hace falta credibilidad para recurrir a esto último”, dice Bernardo Kosacoff.
En ese sentido el Gobierno últimamente viene intentando responder con diversos anuncios: un plan para repatriar capitales y obras públicas por $ 71.000 millones. Si estos logran los resultados correctos entonces se habrá regenerado confianza y, en línea con lo que sugiere Kosacoff, habrá un mayor margen para una devaluación.
En las últimas semanas los industriales explicitaron que el tipo de cambio como está no sirve si el Gobierno quiere que la producción siga creciendo en 2009. También los economistas. Javier González Fraga dijo que el país sentirá el año próximo las consecuencias de un peso revaluado y que considera la actual situación grave porque el tipo de cambio lleva más de tres años atrasado y revertir ello ya no es sencillo.
Entre 2006 y 2008 la moneda que más se ha revaluado en la región fue el peso, señaló González Fraga. Asimismo durante ese período la Argentina tuvo una inflación más alta que la media de la región con lo cual muchos consideraron oportuno que el Gobierno dejara apreciar la moneda porque de lo contrario se habría presionado aún más sobre los precios. Pero González Fraga marca que ahora se está ante otra etapa. “Devaluar hoy no es lo mismo que hacerlo hace un año atrás”. El argumento es que la economía está al borde de una recesión y que en todo caso el peligro es más de deflación que de inflación.
Para el economista del IERAL, Jorge Vasconcelos, es un buen momento para discutir cuál sería la política cambiaria de ahora en adelante porque ya no hay margen para seguir con la misma estrategia. “En mi opinión tendrían que ir a un esquema de flotación más limpia como el que está haciendo Brasil o fijar una regla de actualización cambiaria orientada al comercio exterior donde se tenga en cuenta una canasta de monedas”. Según el economista en los próximos meses el tipo de cambio de equilibrio seguirá estando un nivel más alto que el nominal actual. Pero la corrección necesario no es demasiado, aclara. “El tipo de cambio multilateral está 15% arriba del promedio del tipo de cambio real en los últimos 15 años. O sea con una corrección del 10% se está bien”.

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