Las PyMES una vez más en el centro de la escena economica

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La desaceleración en las tasas de crecimiento del crédito al sector privado por parte del sistema financiero resulta por demás elocuentes. Por Alejandro Banzas.

ElEconomista.com.ar – En efecto, mientras que un año atrás la variación interanual se ubicaba en torno al 40% de incremento, en la actualidad dicha tasa desciende hasta ubicarse en el 26%. Si a su vez se analiza la participación del total de las financiaciones otorgadas al sector privado en relación al producto, apenas alcanza al 11,7%. En este marco cabe agregar también como un rasgo distintivo del sistema financiero en la coyuntura la fuerte suba en las tasas de interés, tanto pasivas -con la BADLAR en promedio en el 18,4% anual- como las distintas líneas activas. Aquí el menú es muy variado pero para tener una idea somera de que se habla, la tasa prime que es la que los bancos cobran a las grandes empresas se sitúa en alrededor del 27% en promedio, señala claramente un piso para el financiamiento a las pymes que deben pagar tasas sustantivamente más altas, en un entorno de desaceleración del nivel de precios y del nivel de actividad, lo cual torna más crítica su situación en el mediano plazo.

Del informe mensual que publica el Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (CEFID-AR), se deprende que “Respecto al financiamiento de la cartera PyME, la tasa de crecimiento para el conjunto del sistema bancario al mes de agosto de 2008-último dato disponible- fue de 19,6% con relación al mismo mes del año anterior. La banca pública mostró en el mismo período un incremento de 40,5%, mientras que la banca privada, de 12,4%. Se destacó, en el primer grupo, la banca pública nacional (con un incremento de 69,7%) y, en el segundo, la banca cooperativa con el 25,3%. Por otra parte, el stock de la cartera PyME representó el 25,9% del total de financiaciones otorgadas al sector privado. Mientras que en el caso de la banca pública esta participación fue del 28,7%, en los privados alcanzó al 25,0%. Sobresalió el desempeño de la banca cooperativa, con un 60,0% de los préstamos al sector privado destinados a este segmento de empresas, mientras que en los bancos privados de capital nacional este ratio fue de 25,4%, en los locales de capital extranjero de 22,0%; y en las sucursales de entidades financieras del exterior de 16,8%”.

De estos números se desprende que la política contra cíclica de la Banca pública comienza a desempeñar un rol sustantivo. Es indudable que tampoco se le puede pedir “magia” en términos de tasas de interés, pero al tener un fondeo más barato dada las imposiciones del sector público es más factible que “afine el lápiz” a la hora de flexibilizar el otorgamiento sin descuidar estándares lógicos de rentabilidad, riesgo de crédito y solvencia. Un termómetro de la realidad PyME se puede visualizar a partir de las altas tasas de interés que esta pagando este segmento de empresas en la coyuntura, las cuales han pasado a ser en término reales sustancialmente positivas. Esta afirmación se verificó en la reciente licitación de fondos del ANSeS en la cual la banca pública se adjudicó el 80% del monto ofrecido. En otro orden, la negociación en la Bolsa de Comercio de cheques de pago diferido ha denotado en los últimos meses, un marcado ascenso en las tasas de interés pactadas. En el tramo referido al sistema avalado, las mismas treparon al 19% a 30 días, 21% entre 30 y 60 días y 25% cuando los plazos se extienden a un máximo de 90 días (aquí es donde se canalizan las mayores operaciones).

La situación de la PyME en esta coyuntura es sumamente delicada ya que sus problemas no solo comprenden el financiamiento para capital de trabajo, sino también que impacta fuertemente tanto en la creación como en la destrucción de empleo. Esto se refleja en las estadísticas, según un relevamiento privado, los puestos de trabajo en las PyMES cayeron 2,5 % en el tercer trimestre de este año, en relación al mismo período del año anterior. La encuesta proviene de la Fundación Observatorio PyME que señala que "por primera vez desde 2002, cae el empleo" en el sector. Hasta la mitad de este año, y a pesar de la crisis del campo el empleo crecía 0,5% en forma interanual. Pero entre julio y septiembre de este año bajó 1,8% respecto del trimestre anterior y 2,5% en relación a igual período de 2007. De la encuesta también surgió que uno de cada cuatro entrevistados por el Observatorio planea reducir personal, aunque el 70% de los consultados asegura que mantendrá estable a su plantilla de empleados. Sin dudas, estos guarismos están relacionados con la disminución de las ventas, tanto en el mercado interno como en el externo, que bajaron 9,9% en el año, mientras que los costos de producción treparon 45% de un año a otro. Esto determinó que el precio promedio de los productos fabricados por las 430 empresas encuestadas aumentara 25,4% entre el tercer trimestre de este año e igual lapso de 2007.

Otro trabajo elaborado por la Fundación Capital señala que “las PyMES en la última parte del año disminuyeron la solicitud de crédito, pero también el porcentaje de rechazos. No hay diferencia sectorial a la hora de solicitar crédito; sí a la hora de obtenerlo (a favor de agro) La mayor parte de las Pymes manifiestan que no solicitan créditos bancarios porque no tienen necesidad o utilizan otras fuentes. Un tercio aduce motivos relacionados con los bancos (tasas de interés elevadas, desconfianza, requerimientos informativos complejos, plazos inadecuados, imposibilidad de cumplir con requisitos, falta de garantías). Respecto al financiamiento esperado sólo el 5% de las empresas que tienen decidido invertir el próximo cuatrimestre piensan solicitar créditos bancarios.

Ante esta realidad, el gobierno nacional ya tomó nota de esto y anunció la aplicación de fondos provenientes de las cuentas de capitalización de las AFJP hoy en mano del Estado a través del ANSeS instrumentando fondos por $200 millones a ser direccionados a este segmento empresario para ser destinados al financiamiento tanto de capital de trabajo como a la compra de bienes de capital. Si bien es insuficiente, también en el marco del Mercosur se están contemplando medidas para favorecer a este sector empresario. Los proyectos destinados a la obra pública y en particular a la creación de viviendas alentarían el sostenimiento de amplios sectores ligados a la PyME tanto de l a construcción como de los sectores industriales que conforman las actividades indirectamente ligadas a la misma. En suma, todas aquellas medidas que tiendan a alentar el consumo de las familias contribuyen de manera directa e indirecta a darle un impulso a la actividad económica que redundará sobre las PyMES.

En síntesis, las PyMES vuelven a estar en la mira a la hora de mantener el flujo crediticio dentro de marcos acotados por la crisis internacional y por el menor nivel de actividad esperado, pero debería contemplarse a éste actor como el fundamental al momento del diseño de políticas activas a favor de mantener el empleo y crear las condiciones de sustentabilidad de sus negocios a la hora de obtener financiamiento y condiciones fiscales excepcionales.

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