La economía se frenó en noviembre y hasta el INDEC tuvo que admitirlo
A pesar del bajón de fin de año, se registró una expansión del 7,1 por ciento en todo 2008. Para el Gobierno, aun con la crisis, bajaron el desempleo y la subocupación. Y los trabajadores ganaron participación en la renta nacional.
Los números oficiales sobre la economía debían ser difundidos a las cuatro de la tarde. Pero el INDEC, que cumple la semana próxima dos años de intervención y sospechas de manipulación, no dio explicaciones sobre la demora. Los datos fueron defendidos desde la quinta presidencial de Olivos por Sergio Massa y el ministro Carlos Tomada.
Sospechas aparte, el informe gubernamental enciende luces rojas sobre las perspectivas económicas para 2009. El crecimiento interanual del PBI en noviembre fue del 4,6%, menos de la mitad que a principios de año. Para encontrar una cifra inferior, hay que remontarse a diciembre de 2002.
El desplome respondió al impacto de la crisis mundial sobre la construcción, la producción agrícola e industrial, el consumo y las inversiones. El uso de la capacidad instalada en las fábricas también cayó, del 78,2 al 76,1 por ciento.
La buena noticia que se encargaron de resaltar Tomada y Massa fue la del desempleo, cuyo informe no estaba previsto para ayer. “Claramente el objetivo que el Gobierno se puso en términos de preservación del empleo empieza a dar sus resultados en forma evidente”, dijo el jefe de la cartera laboral.
La subocupación (que incluye a quienes trabajan menos horas de las que quisieran) también bajó del 9,2% en el tercer trimestre al 9,1% en el cuarto. En total, entre desocupados y subocupados, unas tres millones de personas siguen con problemas de empleo en los 31 principales aglomerados urbanos del país.
La distribución del producto entre empleados y patrones se mantuvo prácticamente sin cambios. El leve avance de los trabajadores se dio a costa del denominado “ingreso mixto bruto” –percibido por los cuentapropistas unipersonales– y no frente a los ingresos empresariales, que también crecieron del 45,9 al 46 por ciento. Desde 2003, no obstante, la mejora para los asalariados fue de 9,3 puntos. Claro que contra el piso histórico que dejó la convertibilidad y su década de ajustes.
La producción industrial, en tanto, cerró 2008 con un 4,9% de expansión. El dato también refleja una importante desaceleración frente a 2007, luego de varios años en que las fábricas fueron la locomotora de la economía.
El frenazo de la economía empezó a insinuarse a principios del año pasado, cuando la inflación comenzó a resentir el consumo, que explica dos terceras partes del PBI. Después pegó fuerte el lock-out ruralista contra las retenciones, que también perjudicó a otros sectores por el bloqueo de las rutas. Pero el impacto más duro llegó con la crisis mundial, que cortó bruscamente el crédito y llevó a muchas empresas a ajustar sus presupuestos en forma preventiva, incluso aunque no las afectara directamente.
