La difícil relación del Gobierno con los medios
Por Silvana Giudici
Este año estuvo marcado por el clima de tensión que impuso el gobierno con la prensa. Un año cargado de ataques, críticas y advertencias hacia los medios que culmina con el bloqueo que realizó el pasado martes 25 el hijo de Hugo Moyano –uno de los principales aliados de los Kirchner- a las plantas de impresión y distribución de dos diarios nacionales y del Centro de Distribución de Revistas.
Este hecho, que fue repudiado por editores, distribuidores y oposición política, es un claro ataque a la libertad de circulación de medios, a la libertad de expresión y, por sobre todas las cosas, al derecho de todos los ciudadanos a informarse.
La actitud destemplada contra los medios con una excusa gremial de parte del Secretario Adjunto del Sindicato de Choferes, Pablo Moyano, no es un hecho aislado, lamentablemente, forma parte de un clima de exasperación y no hacen más que ratificar la intolerancia del matrimonio gobernante sobre las libertades de opinión y pensamiento de los ciudadanos, ya que si Moyano logra su cometido algún día los argentinos leeríamos solo lo que él o sus aliados en el gobierno nos permitirían leer.
Por esto, la actitud del sindicalismo oficial mereció el repudio generalizado, y también el pedido de informes desde la UCR para que el Gobierno explique por qué mantuvo silencio y adoptó un rol pasivo ante la acción, y si sabía de la misma antes de que ocurriera, entre otras dudas.
El silencio del Gobierno sobre hechos de esta naturaleza no hace más que confirmar el odio de los Kirchner hacia la prensa escrita. Su voluntad por dominar todo lo que se publica en la Argentina, pasó de las advertencias en los discursos presidenciales a las patotas dirigidas por Moyano.
No es rara la actitud de la Presidenta, hace algunos meses calificó a los medios como “generales multimediáticos”, atacó a un prestigioso dibujante como Hermenegildo Sabat, permitió una campaña agresiva de parte del piquetero oficialista Luis D´Elía, y su marido el ex mandatario Néstor Kirchner sigue cuestionando a los medios, tal como lo hizo últimamente en el Tercer Foro Anual del Progresismo, que se realizó en Santiago de Chile.
U
n contexto preocupante, que raya lo irrisorio cuando nos enteramos que en realidad los funcionarios solicitaron el levantamiento de la medida de Moyano Jr, solo para que aparecieran las medidas que anunció la Presidenta en materia económica. Así lo señaló una editorial de La Nación: “Es irritante, más que llamativo, que las autoridades gubernamentales, en lugar de expresar su preocupación por el hecho delictivo en sí, sólo hayan dejado trascender su inquietud por la posibilidad de que los importantes anuncios económicos efectuados ese día por la Presidenta, y que fueron tapa de los principales diarios, no llegaran a manos de los lectores”.
Ese mismo artículo recuerda que el “Código Penal, en su artículo 161, referido a los delitos contra la libertad de prensa, dice en forma textual: Sufrirá prisión de uno a seis meses, el que impidiere o estorbare la libre circulación de un libro o periódico". Y recuerda que ni el Gobierno, ni el Poder Judicial, ni la Policía hizo nada ante los 200 manifestantes que cortaban el acceso a la información de miles de argentinos.
Desde la oposición debemos velar porque ningún derecho de nuestros ciudadanos sea vulnerado. Es importante recordar que éste no es un simple reclamo sindical, y que ésta no es la forma de llevar adelante una protesta, nunca lo es cuando la acción afecta seriamente derechos que están reconocidos en nuestra Carta Magna, y es parte de un clima de crispación que es un patrón de conducta de nuestros gobernantes.
