La crisis acorrala a los más pobres

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Destruye los empleos informales con facilidad y las familias de bajos recursos ven desaparecer las \»changuitas\»

LaNación.com.ar – La crisis internacional no sólo afectó a los bancos y las automotrices de Estados Unidos. En la Argentina, está afectando a un amplio universo que abarca desde productores agrícolas que reciben menos por sus granos hasta obreros suspendidos de las automotrices y los frigoríficos. También a los pobres, que están cayendo un poco más en su nivel económico porque tienen menos trabajo.

"Antes tenía un poco más de trabajo, algo para sobrevivir, pero mucho cambió en este tiempo", reconoce Juan Manuel, de 30 años, que asiste al comedor A Todo Corazón, en la localidad bonaerense de Moreno.

"Antes podía comprar ropa para los chicos, calzado. Me salía alguna changuita o juntaba cartones, pero ahora cartones no hay porque hay más gente necesitada. Ahora hay que estirar la plata para que alcance para la comida y la leche. En los últimos tiempos, había empezado a comprar remeritas y zapatillas para mis dos hijos, pero ahora no se puede", cuenta Juan Manuel, que vive en el barrio 25 de Mayo, donde los niños se pasean descalzos y sin ropa.

Las changuitas de Juan Manuel consistían en trabajos de electricidad, albañilería o jardinería en casas de familia. "[Pero en] agosto o septiembre se puso muy dura la mano; no hay nada de nada." Los que lo contrataban dejaron de hacerlo: "La gente dice que la crisis internacional la afectó y que no tiene plata. Y me dice que ellos mismos van a cortar el pasto de sus casas."

Ernesto Kritz, director de SEL Consultores, reconoce que aún no se dispone de datos de pobreza e indigencia del segundo semestre, cuando estalló la crisis internacional y disminuyó el alto nivel de inflación.

"Pero ahora impacta en el mercado de trabajo. Los pobres suelen trabajar en el sector informal, empleados por los sectores medios y altos, perjudicados por la crisis internacional. Trabajan en casas particulares o en microempresas.Los empleos informales son frágiles, fáciles de destruir. Además, en el tercer trimestre hubo nula creación de empleo y posiblemente destrucción de empleo en el sector informal", analiza Kritz.

El director de SEL considera importante que la situación de los pobres en esta coyuntura aparezca en la agenda pública. En el primer semestre, él calculaba que el 32% de los argentinos era pobre y el 10%, indigente, es decir, no tenía siquiera lo mínimo para comer.

"La indigencia era lo que más había subido: dos puntos respecto del anterior semestre", explicó Kritz. Es que en la primera mitad del año estalló en el mundo la crisis de los alimentos, previa a la financiera.

Nadia Gómez tiene 17 años, un hijo de 15 meses y acaba de sufrir un accidente. Su padre la mantiene, pero hace un mes perdió el trabajo de albañil que tenía desde hacía tres años. "En la obra le dijeron que no tienen para pagar los materiales. Quedaron en llamarlo", relata Nadia, que recibe contención en el Centro de Asistencia a la Vida Naciente Grávida, en la ciudad bonaerense de San Pedro. Allí le dan pañales. Además, la familia Gómez consigue que el almacén del barrio les fíe. "Nos arreglamos como podemos. Mi mamá tampoco consigue trabajo. No hay más asado todos los sábados. No nos compramos más ropa." Agustín Salvia, investigador de las universidades Católica Argentina (UCA) y de Buenos Aires (UBA), pronostica que los pobres serán los más afectados por la crisis mundial. "Los esfuerzos del Gobierno son importantes para mantener el empleo formal y estable, pero no va a inhibir recortes de horas extras, la falta de aumentos de salarios y la paralización de la creación de empleos. Pero los sectores no registrados no tienen protección legal ni sindical, ni están beneficiados por las medidas del Gobierno. Son sectores que van a tener menos demanda laboral de los sectores formales y profesionales, al gastar menos porque tendrán menos ingresos o por sufrir más el desempleo. Estos sectores formales consumirán menos servicios sociales y comprarán menos", advierte.

Salvia considera que los segmentos de bajos recursos sufren desde el año pasado la inflación, y en la primera mitad de 2008, el conflicto del campo. "Ahora padecerán menos ingresos: surgirán más trabajos de indigencia, como limpiavidrios, venta ambulante en subtes y trenes o en paradas fijas, recolección de basura, prostitución, vendedores en feria de productos usados o robados, abre taxis; sobre todo, habrá más niños y adolescentes trabajando."

Deterioro salarial

El economista de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y diputado (Proyecto Sur-Capital) Claudio Lozano opina que los efectos de la crisis internacional "no han empezado" todavía en la Argentina y prevé que a partir de ahora se agravará la indigencia por el estancamiento del nivel de empleo. "Habrá más desempleo, deterioro salarial, caída de la actividad económica, caída de las expectativas, menos crédito, menor consumo privado y, entonces, menor actividad", predice el economista de la CTA, que calcula que la pobreza afecta al 32% de la población.

"Las cosas están peor", comenta María, viuda de 70 años, con cuatro nietos a cargo. "Vamos resolviendo los problemas día a día gracias a la gente que nos ayuda", dice María, que come y colabora en el Comedor SOS Niño Jesús, de Chacarita. "Empecé a venir hace un año", dice, y cuenta que de vez en cuando consigue hacer un trabajo de costura o cuidar algún chico. "Pero la gente que me daba trabajo ya no tiene la posibilidad de gastar."

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