La UCR y el PJ disidente negocian un pacto para 2011

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Los principales candidatos avanzan para establecer \»reglas de juego básicas\» que todos respeten.

La Nación – Los dos precandidatos presidenciales del radicalismo, Julio Cobos y Ricardo Alfonsín, lo dan por sentado y es uno de los pocos puntos de acuerdo entre ellos. En el peronismo disidente, desde el experimentado Eduardo Duhalde hasta el más novato Francisco de Narváez lo proponen abiertamente.

En los grandes partidos de la oposición ya se negocia la posibilidad de llevar adelante un acuerdo de gobernabilidad en 2011 y sus candidatos más firmes procurarán definirlo antes de fines de año.

Algunos lo llaman "pacto republicano",otros prefieren "acuerdos básicos de coin- cidencia", y para unos pocos son "ejes para el desarrollo" pero todos hablan de lo mismo. Se trata de una serie de presupuestos mínimos en políticas públicas que se comprometerían a respetar si llegaran al poder el año próximo.

La intención no es armar un frente electoral común, sino llegar a acuerdos básicos sobre qué rumbo deberían tomar la educación, la política energética, la producción o las relaciones exteriores (entre otras áreas) si llegara la era del poskirchnerismo. El paquete incluye la promesa mutua de armar un eventual gabinete con participación de las otras fuerzas políticas. Y un pacto de no agresión para no poner palos en la rueda en los primeros años de la nueva gestión, más allá de quién gane.

Incluso Mauricio Macri y Elisa Carrió le prestan mucha atención al tema, aunque todavía tienen recelos de acercarse a otros sectores de la oposición.

La idea del acuerdo de gobernabilidad la habían lanzado el año último Duhalde y el radical Rodolfo Terragno, pero LA NACION comprobó que buena parte de la oposición la tomó como propia.

"No quiero una Argentina donde el que gana se lleve todo, porque ya somos demasiado presidencialistas", explicó De Narváez, que hace rato busca consensos en torno a la propuesta. El ganador de la última elección bonaerense enumeró los 10 puntos que para él son imprescindibles consensuar para el desarrollo del país, que incluyen desde la lucha contra la informalidad laboral, tributaria o contractual hasta un plan nacional de seguridad que haga foco en el narcotráfico (ver aparte).

"Vislumbro un proceso de acuerdo. No se trata de una alianza electoral, sino de convocar a los mejores hombres de cada partido, porque si yo llegara al Gobierno no me gustaría armar un gabinete con mis amigos", lo describió De Narváez.

El empresario ya trató el tema con algunos de sus compañeros de la mesa de conducción del Peronismo Federal, que integran Duhalde, Felipe Solá, los gobernadores Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Mario Das Neves (Chubut) y los ex gobernadores Carlos Reutemann (Santa Fe), Juan Carlos Romero (Salta) y Ramón Puerta (Misiones).

"El que llegue a Presidente va a necesitar acuerdos con la oposición, porque nadie va a tener tanto poder o autonomía para no necesitarlo", se sinceraron en el entorno de Das Neves. También Rodríguez Saá le dijo a LA NACION que era necesario construir "un acuerdo al estilo del Pacto de la Moncloa, pero después de elecciones internas claras donde que en todos los partidos obtengan autoridades representativas", en alusión al PJ en manos del kirchnerismo.

El esquema que todos tienen en mente es buscar consensos internos y empezar los diálogos interpartidarios de acá a fin de año, pero cuando cada fuerza haya elegido a sus candidatos, deberán ser ellos los que cierren el acuerdo final.
En el radicalismo lo dan como un hecho. "Necesitamos un país a largo plazo y no lo vamos a conseguir si toda la dirigencia no logra un acuerdo de políticas de Estado", confirmó Cobos a LA NACION.

"Hay que convocar a todas las fuerzas a un acuerdo republicano", se sumó Alfonsín, que repite esa idea ante todo el que lo escucha. El y el vicepresidente se reunieron el mes pasado con el jefe de la UCR, Ernesto Sanz, y le reclamaron que el partido empezara a tejer ese acuerdo.

"El rasgo distintivo del poskirchnerismo será el diálogo y los acuerdos de institucionalidad. Pero no hay que confundirlo con alianzas electorales. Para eso se necesita bajo perfil y paciencia", pidió Sanz.

Igual que sus pares del peronismo disidente y de la UCR, Carrió está convencida de que el Congreso debe ser el lugar donde se elaboren los consensos para un acuerdo de gobernabilidad en 2011. "Ella lo aprueba, pero sus límites son el duhaldismo y el kirchnerismo", apuntó una fuente de máxima confianza de Carrió.

No es la única que pone condiciones. Los peronistas disidentes adelantaron que no piensan incluir al oficialismo entre sus contactos.

Por estos días, a Macri también lo complican las relaciones interpartidarias. El jefe de gobierno siempre alentó un acuerdo así, pero las críticas que recibió después de su procesamiento judicial lo distanciaron del resto de la oposición.

"Se necesita que la oposición en el Congreso logre acuerdos básicos para la Argentina poskirchnerista, pero nuestra relación con ellos está en crisis, porque no fueron solidarios con nosotros", se sinceró un funcionario porteño.

Como el resto, usarán lo que queda del año para reparar, tejer y construir de cara al año próximo.

TEXTUALES

"Estoy convencido de que dirigentes de diversos sectores van a firmar la intención de aplicar políticas de Estado"
EDUARDO DUHALDE
PJ disidente

"Necesitamos un país de largo plazo y para eso se requiere un acuerdo amplio"
JULIO COBOS
UCR

"Hay que convocar a todas las fuerzas al pacto republicano"
RICARDO ALFONSIN
UCR

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