El Gobierno y los economistas afinan los números para 2009
Las autoridades y los analistas hacen las primeras estimaciones del nuevo escenario que enfrentará el país ya no solamente en los próximos meses.
Eleconomista.com.ar – Esta semana una de las consultoras más destacadas de la Citi decidió no brindar sus proyecciones como habitualmente lo hace. “Con un mercado así, no nos animamos”, se justificó su economista jefe. ¿Pero cómo, no es que las estimaciones de los expertos importan más cuando nadie sabe qué va a pasar? Como si estuvieran frente a la pantalla mirando una novela, todo el mundo por estos días quiere saber qué va a pasar con la crisis. Y acuden a los que dicen saber. Piden números, cifras. Pero los analistas, y hasta el mismo Gobierno, dicen que hay que esperar un rato: todavía son ellos los que están haciendo cuentas y sacando números.
Debate caliente
El desconcierto es ingente. Muchos creen que es mayor al de la época de crisis de la convertibilidad. Con el 1 a 1 se sabía que la economía marchaba rumbo a una desaceleración y que el precio del dólar no se modificaría. Hoy en el Banco Central confiesan estar atentos al debate que se está dando sobre las distintas opciones con respecto a cómo debe darse el ajuste del tipo de cambio.
Gobierno, campo, industria y trabajadores coinciden en que algo debe hacerse con este tema. En la Casa Rosada analizan los cálculos de cuánto debería valer el dólar para tener más recaudación. En la industria y el campo hacen lo mismo para conseguir más rentabilidad. Los trabajadores se muestran más precavidos.
El escenario que enfrenta el Gobierno es más complejo que el de hace tres semanas. Por dos razones. Por un lado neutraliza muchas de las medidas que se venían implementando. Por el otro reflota otras que se venían posponiendo.
La apreciación del peso como política antiinflacionaria, los anuncios del pago al Club de París y el canje a los bonistas, son ejemplos del primer caso. La pérdida de competitividad y el ajuste en las tarifas, son del segundo caso. Algunos economistas recomiendan al Gobierno actuar ya mismo porque después de marzo se verá condicionado por las elecciones. Y como el sector público no tiene capacidad de apalancar la demanda como en 2003-2007 lo mejor es lanzar medidas para mejorar la competitividad del sector privado, sugiere Juan Llach. Otros como Javier González Fraga manejan un escenario internacional sombrío (el mundo caerá en una recesión) y el Gobierno debe pensar cuanto antes un plan para los próximos años.
La realidad es que el marco que enfrenta la Argentina en 2009 es muy distinto al que figura en el Presupuesto aprobado por el Congreso. Tal vez por eso los economistas no paran de usar la calculadora en estos días. Y de paso demuestran que todavía están a tiempo de ser redimidos.
Escenario seguro 2009
¿Cuánto crecerá la economía en 2009?, preguntó El Economista uno de los economistas más escuchados de la Citi y ex funcionario del Ministerio de Economía. “Llamáme en dos días y te contesto”, respondió. Cuarenta y ocho horas más tarde tiró su pronóstico: “entre 2% y 3,5%”.
Hay cuatro cuestiones de las que los analistas dicen estar seguros a esta altura: la economía crecerá máximo 2% en 2009 (hay un arrastre de 2% de 2008), el dólar subirá como mínimo a $3,70, el saldo comercial se achicará con suerte a la mitad y el desempleo se mantendrá estable.
Respecto al primer punto, el Estudio Bein no solo se muestra más optimista que sus colegas sino que incluso el propio presupuesto. Estima un crecimiento promedio para 2008 de 4,3%. Pero el crecimiento real sería de 0,5% por cuatrimestre ya que sus economistas estiman 2 puntos de arrastre del nivel de actividad de este año para el siguiente. De ahí para abajo se ubica una serie de analistas que se diferencia unos a otros viendo quién afina más el lápiz. Miguel Kiguel va más allá. “No descarto una recesión”. Sin embargo su escenario es de 1,9% “si la soja llega a los U$S 300 la tonelada”. Esta semana llegó a ubicarse no muy lejos de ahí.
Respecto al nivel del dólar hay plena coincidencia entre economistas y empresarios que hay que subirlo. Desde Ricardo López Murphy hasta Ignacio De Mendiguren están de acuerdo con ello. Acá el debate que se plantea es si hacerlo de forma gradual como tal vez se lo proponía el Central antes de la crisis –y como Martín Redrado dejó entender la semana anterior al decir que la Argentina no estaba preparada para una devaluación abrupta al estilo de Brasil’ y aquellos que proponen un ajuste más firme. Por las dudas en el Central dicen dejar todas las puertas abiertas.
También hay acuerdo en que el superávit comercial se reducirá como mínimo un 50% en 2009. “Puede incluso terminar negativo”, dice González Fraga. El problema es que las exportaciones sufrirían una notable caída.
Según Carlos Melconian, la Argentina exportará 10% menos el año que viene y como consecuencia de ello el superávit comercial se deteriorará. “Tendería a ubicarse en menos de U$S 1.000 millones por mes a fin de 2008 y a hacerse neutro hacia mediados de 2009”. El Estudio Muñoz calcula un superávit comercial de U$S 1.000 millones para todo el próximo año. Para Kiguel lo que está seguro es que más allá de si el país tiene o no déficit comercial en 2009, sí habrá por primera vez desde 2001 un déficit en la cuenta corriente (U$S 1.400 millones según Kiguel).
Un dato relevante será lo que acontezca con la tasa de desempleo. La Fundación Capital observa un ligero incremento pasando de 7,5% en 2008 a 7,6% en 2009. ¿Pero ahora está aumentando el desempleo? Ernesto Kritz cree que no. “Lo que veremos en todo caso es una caída en el volumen de horas trabajadas y una menor demanda de trabajo. Pero para que aumente el desempleo tienen que destruirse puestos de trabajo y eso pasaría únicamente con una recesión”.
Incertidumbres para 2009
La economía de 2009 aportará menos crecimiento, menos exportaciones, funcionará con un dólar más alto y un desempleo similar. ¿Pero qué hay de las dudas que los economistas tienen? Una de ellas es la evolución del precio de la soja y su impacto en las cuentas fiscales. El Gobierno sostendrá aún con holgura el superávit en 2009. Ningún economista ve un ahorro menor a 2,2 puntos del producto (ver gráfico).
Pero a diferencia del superávit externo, hay mayor incertidumbre respecto a la dinámica que tomen sus componentes.
En primer lugar está el efecto directo de la baja en el precio de las commodities. A esto se la agrega un escenario de desaceleración en la economía y una menor inflación.
Los tres, combinados, fueron elementos que hasta principios de 2008 explicaron por qué la recaudación exhibia récords mes tras mes. Esa conjunción se ha ido. Según un cálculo de Melconian la recaudación neta de retenciones puede bajar hasta $ 30.000 millones de pesos si la economía pasa de crecer del 4% al 2% y si la inflación baja del 20% al 15%. La recaudación en concepto de retenciones pasaría de $ 39.000 millones este año a $ 34.000 millones si se toman los precios internacionales actuales y el tipo de cambio en torno a $ 3,25. “A los actuales precios mundiales de materias primas, para recaudar por retenciones el año que viene lo mismo que en 2008 el tipo de cambio tendría que subir hasta $ 3,75”, afirma Melconian. “Con las dudas que giran en torno a la recaudación, la inercia alcista del gasto público y las condiciones financieras que rigen en los mercados internacionales para el nuevo canje de deuda, el cierre de la caja de pagos de 2009 no es un partido terminado”.
Aumentar el superávit cuando la economía se enfría no es el camino que la Argentina debiera tomar en 2009, sugiere Econométrica. Eso acentuaría la desaceleración. Pero sí opinan varios que es necesario profundizar desarmar la política de subsidios. Si bien el Gobierno ha dado algunos pasos en ese sentido, los especialistas creen que el nuevo contexto obliga a seguir haciendo ajustes en ese sentido.
Por último, la inflación es otra de las incertidumbres que tienen los economistas para 2009. Todos coinciden que en los últimos meses ha caído. Para Alfonso Prat Gay ya está en 18%. Un informe de Finsoport calcula que en octubre estará en 0,5%, no muy diferente al dato oficial. ¿Quiere decir esto que los economistas ya esperan una inflación menor para 2009? No. Si bien los sindicatos han acordado no discutir por un tiempo una nueva pauta salarial, la falta de un plan más integral y explícito es lo que lleva a varios analistas a pensar que la inflación aumente el año que viene. Econométrica anticipó esa tendencia hace unas semanas atrás. Según su último informe se ubicará en 25% el año próximo.
¿24 meses de recesión?
Los economistas argentinos pueden esta vez estar justificados en la puntería de sus pronósticos. Un gran porcentaje de lo que suceda con el país en 2009 estará dado en buena medida por lo que pasará en el mundo en los próximos meses.
Máximo cuando de a poco se vayan confirmando los datos de que países como Estados Unidos e Inglaterra están en recesión. Pero no sólo importa lo que pase en el corto plazo. El economista Nouriel Roubini, uno de los que anticipó la actual crisis (aunque hay tantos que se anotan en la lista…), cree que la recesión en Estados Unidos podría durar hasta 24 meses. Si bien las exportaciones argentinas a ese país equivalen al 6,6% del total, el impacto se haría sentir por el lado de Brasil y China, economías que exportan más del 40% de sus productos a Europa y Estados Unidos.
