Desconcierto y teorías conspirativas en Olivos

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El Presidente dice que el holding de la familia Rocca presiona por un salto cambiario junto con empresarios de la Unión Industrial.

CríticaDigital.com.ar –Néstor Kirchner volvió a ubicar al grupo Techint como uno de los adversarios de la hora. El Presidente está convencido de que el alza en la cotización del dólar se explica por el lobby constante que realizan los actores principales de la Unión Industrial Argentina, y se opone a la devaluación que pretenden porque teme que desencadene un espiral inflacionario. La central fabril y los sectores agroexportadores vienen reclamando desde que estalló la crisis internacional una suba mayor del dólar que les permita compensar la devaluación en Brasil y la caída de los precios internacionales de las materias primas.

De acuerdo con el diagnóstico que hace Kirchner, la presión por elevar el precio del dólar no se limita a las manifestaciones públicas o privadas de los industriales. “Operan en los mercados”, le dijo a Crítica de la Argentina un empresario que comparte el razonamiento oficial.

El Gobierno sabe que la acería de la familia Rocca marca la línea política que orienta los pasos de la UIA. Por eso, en la residencia de Olivos, señalan al director ejecutivo del holding, Luis Betnaza, como uno de los más activos en el lobby. José Ignacio de Mendiguren también es señalado por distintos funcionarios como un hombre que responde a Eduardo Duhalde y que presiona por más devaluación. Contra la idea generalizada, el actual titular de la central, Juan Carlos Lascurain, tampoco resulta un interlocutor de confianza para el matrimonio presidencial. Pese a que hasta el momento se ha expresado casi siempre en línea con la filosofía del Ejecutivo, Kirchner afirma que no tiene ascendencia entre los empresarios que se nuclean en la entidad industrial.

Sea como fuere, el alza del dólar de los últimos tres días no estaba en los planes del Presidente. En la Rosada, dicen que Kirchner se proponía evitar que la divisa escalara más allá de los 3,30 pesos. Hasta hace una semana, Néstor se jactaba en la intimidad de que la economía argentina era “la más sólida” de la región porque era la única que había evitado apelar a una devaluación brusca.

Cuando la divisa tocó a última hora de la tarde los 3,39, la primera reacción de los voceros del gobierno nacional fue minimizar la disparada y afirmar que volverá a los niveles que pretende la Casa Rosada. “A Néstor no le hace gracia gastar 200 millones de dólares por día, pero lo que más le preocupa es que no se desate un espiral de precios”, le dijo a este diario un funcionario que mantiene línea abierta con el santacruceño.

El comité ejecutivo de la UIA se reunió ayer hasta las siete de la tarde. Festejaron por la tijera dólar-real: el dólar bajó casi 15 centavos en Brasil en dos días y subió más de 10 en la plaza local. El coro de lamentos, en esta ocasión, se debió al impacto de la crisis en el interior. La mayoría de los miembros de la central prevé nuevos despidos y quiere reeditar un pacto social que garantice un freno a los reclamos de aumentos salariales. La relación con el grupo Techint tocó fondo cuando estalló el affaire Skanska. Pero, en el último año, parecía encarrilada.La compañía anunció que invertirá 1.200 millones de dólares para ampliar las plantas de aceros planos de Ternium Siderca.

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