Corralito bursátil para evitar la fuga

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El Gobierno mandó al Congreso el proyecto para estimular el regreso de divisas pero, al mismo tiempo, ajusta los controles para frenar la salida de dólares.

CríticaDigital.com.ar – El Gobierno está envuelto en una contradicción: mientras defiende en el Congreso una norma para que quienes fugaron divisas del país las repatríen sin multas y con menos impuestos, por otro lado intenta frenar como puede la sangría que continúa y que ya se llevó al exterior más de 22 mil millones de dólares en lo que va de 2008. Armó una suerte de corralito bursátil para cuidar los billetes verdes.

La clave de lo que sucede está en dos medidas que se acaban de tomar. Una bloqueó las operaciones que permitían a los inversores sacar divisas del país mediante la compra de bonos de la deuda en el mercado local y su venta inmediata en Wall Street. La segunda avanzó contra otra plataforma de salida: las acciones argentinas que cotizan en plazas extranjeras y permitían la misma gambeta a los límites cambiarios.

La premura por poner en marcha medidas de contención de capitales no hace sino transparentar que, lejos de ingresar divisas, la Argentina sigue siendo expulsora neta de dólares.

En la City hay coincidencia en que una medida alentada por los propios financistas, como la repatriación de capitales, se choca con las medidas tomadas a poco de iniciarse el debate del blanqueo en el Congreso. “¿Alguien se atreverá a traer sus ahorros si sabe que si en algún momento se arrepiente ya no podrá sacarlos?”, se preguntó un importante financista, en diálogo con este diario.

La sucesión de medidas, contradictorias entre sí, no hace más que alimentar suspicacias sobre el motivo del blanqueo.

Según pudo saber este diario, ahora también están en la mira los bonos argentinos en pesos que cotizan en las plazas europeas y habilitan la fuga al euro. Pero, para los especialistas, la salida de capitales continuará por otras vías mientras no se fije un control de cambio más estricto y mientras se mantengan las dudas sobre el futuro de la economía global y local.

La salida de divisas de la Argentina durante 2008 apunta a igualar la del crítico 2001. A diferencia de aquel año, el excedente de la balanza comercial abasteció esta vez (hasta ahora) la voracidad de los compradores de dólares. No obstante, ese superávit se reducirá a un tercio el año próximo por la crisis internacional y por eso en el Gobierno buscan cómo revertir la tendencia. Saben que el ritmo actual de dolarización es difícil de sostener y que el Banco Central tendrá que sacrificar más reservas si no quiere avalar una devaluación fuerte del peso.

La CNV, el ente oficial encargado de controlar la operatoria bursátil, publicó ayer una resolución que obliga a las agencias de bolsa a mantener inmovilizadas al menos durante tres días las acciones que coticen en el extranjero. Son las conocidas como “Cedears”, que pueden comprarse en pesos en la Argentina y venderse en dólares en el exterior, al igual que los bonos de la deuda en el “contado con liquidación”. Pertenecen a empresas como Tenaris (Techint) y Petrobras, con presencia global.

A partir de la resolución 543, si los inversores quieren comprar acciones en pesos para luego venderlas en dólares y burlar los límites que fija el Central (de dos millones por mes por persona o empresa), al menos deberán correr con el riesgo de que en ese lapso caiga su cotización. Antes, la compraventa era automática.

En la CNV apuraron la medida cuando advirtieron que las acciones vedette del mercado –justo las que cotizan el exterior– llegaron a explicar en los últimos días hasta el 70% de las operaciones en el mercado local. El grueso de las compras se hacía por cuenta de los propios agentes de bolsa, sus directivos y algunos familiares directos. Igual, el volumen de la fuga que se canalizaba por esta vía era menor: unos 20 millones de dólares diarios.

Pero la fuga sigue mediante el “goteo” permanente hacia el dólar, motorizado por empresas y particulares acaudalados que prevén una suba lenta pero sostenida de esa divisa contra el peso. Los billetes verdes luego se envían al exterior, se guardan en cajas de seguridad en los bancos y hasta en el colchón. Para la economía local, el efecto es el mismo. Todo cuenta como salida de capitales.

Lavagna en contra de la repatriación

El ex ministro de Economía Roberto Lavagna opinó que la iniciativa oficial para fomentar la repatriación de capitales “es decididamente peligrosa” y puede ser usufructuada por narcotraficantes y otros delincuentes.

Según recomendó por radio, habría que frenar la salida de divisas “creando las condiciones para que los capitales decidan quedarse en el país, invertir y crear empleo, y no ponerse a intentar atraer capitales de origen muy dudoso, sobre todo en un momento en el cual cada vez es más clara la implantación de ciertos sectores del narcotráfico en la Argentina”.

La iniciativa empezó a debatirse ayer en el Congreso y el Gobierno apunta a tenerla aprobada antes de las fiestas.

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