Una identidad escondida en tres gotas

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La asociación Abuelas de Plaza de Mayo exige que el examen para conocer la identidad de los hijos de la dueña de Clarín se realice en el Banco de Datos Genéticos y sus resultados se crucen con los antecedentes de una veintena de familiares de desaparecidos.

Críticadigital.com.ar – Los hijos adoptados en 1976 por Ernestina Herrera de Noble dejaron ayer tres gotas de su sangre, primer paso para determinar si son hijos de desaparecidos. La toma de la muestra de Marcela y Felipe la realizó un perito del Cuerpo Médico Forense, a pesar de la oposición de Abuelas de Plaza de Mayo que sostiene que el organismo no es el lugar que dispone la ley. Los jóvenes accedieron a dejar su sangre bajo una serie de condiciones que fueron aceptadas por el juez federal Conrado Bergesio: que las muestras se tomen fuera del Banco de Datos Genéticos, que sólo se entrecrucen con las de dos familias de desaparecidos y que se destruyan una vez realizados los exámenes. Aunque la querella calificó la medida como “inaceptable e ilegal”, el abogado de la familia Noble Herrera, Jorge Anzorreguy, consideró que el procedimiento fue “correcto” y “cumple con la ley”.

Marcela y Felipe llegaron juntos a Lavalle y Talcahuano poco antes de las 8 de la mañana, detrás de lentes oscuros y acompañados por dos de sus abogados. Además de cámaras de fotos y grabadores, en la puerta de Tribunales los esperaba un grupo de jóvenes que fueron apropiados pero ya recuperaron su identidad. “Le entregamos una carta en la que le expresamos nuestro apoyo en este difícil momento. Queríamos que supieran que los bancamos, porque muchos de nosotros tampoco queríamos conocer nuestra identidad verdadera y que los estamos esperando como hermanos”, explicó Horacio Pietragalla, arrancado de los brazos de su mamá a meses de nacer. 

En la sede del Cuerpo Médico Forense sólo se firmaron algunos papeles. De allí partieron a la Morgue Judicial donde en presencia del juez Bergesio, la fiscal de la causa Rita Molina y los abogados de las partes, los hijos de la dueña de Clarín apoyaron su dedo en tres papeles secantes que luego fueron guardados en sobres lacrados. Dos quedaron en el organismo y el tercero en custodia del magistrado.

El siguiente paso judicial será definir dónde y cómo se realizan los análisis. Aunque Bergesio limitara el entrecruzamiento a dos familias –tal como pidieron Marcela y Felipe– necesita los datos genéticos que están guardados en el órgano que establece la ley. Es decir, debería extraer del Banco de Datos Genéticos la información de aquellos ocho abuelos que buscan a sus nietos. “La extracción de las muestras se ha realizado en una institución que no es la perito oficial para realizar este tipo de análisis. La ley establece claramente que es el Banco Nacional de Datos Genéticos donde se deben hacer todas las pericias relacionadas con casos de sustracción de menores durante la dictadura”, explicó Mariano Gaitán, abogado de las Abuelas.

Anzorreguy, abogado simultáneo de la imputada Ernestina Herrera y de las víctimas Marcela y Felipe, remarcó la voluntad de sus clientes de “terminar” con el proceso ya que “se presentaron espontáneamente hace cinco años y medio”. 

En el mismo sentido se expresaron las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes en un comunicado sostuvieron que “los abogados de Marcela y Felipe se niegan a realizar los estudios de ADN con todas las familias y en el Banco de Datos porque procuran obtener un resultado negativo y cerrar la causa”.

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