Lousteau cerró dialogando con los vecinos
El candidato de ECO estuvo en Caballito y respondió las preguntas de la gente.
Boleta electrónica, ballottage, manteros, las denuncias que rozan a sus colaboradores y hasta su voto en octubre. Sobre todos esos temas debió responder ayer Martín Lousteau en la caminata callejera que eligió como cierre de su campaña para disputar la jefatura de gobierno porteña, pasado mañana.
La recorrida empezó con sol y frío poco después de las 13, en la plaza Flores. Desde allí hasta Rivadavia y Carabobo el candidato de Energía Ciudadana Organizada (ECO) caminó despacio, se sacó fotos, repartió besos y estrechó manos. La siguiente parada fue El Club de la Milanesa, en Rivadavia y Acoyte, donde almorzó con unos treinta colaboradores.
Después de la pausa, la caminata se hizo lenta. Junto con los pedidos de fotos, besos y arengas -las de mujeres mayores fueron mayoría-, empezaron a llegar las preguntas.
"¿Qué pensás de los manteros, Martín?", lo avanzó una señora de anteojos apenas oscuros. A esa altura de Rivadavia los puestos de venta de medias, ropa interior, bufandas, anteojos y hasta ropa de diseño copaban las veredas sin disimulo. "¿No me viste? Recién les dije a los manteros que no pueden vender en la vía pública", contestó Lousteau, señalando a uno de los vendedores, que lo había interceptado unos metros antes.
"Sí, sí. ¿Pero qué proponés?", insistió la mujer. "Hay que diferenciar la organización que está detrás de la gente que vende para subsistir. Tienen que vender en ferias", completó él. Otro vendedor reaccionó enseguida. "¿Y en la semana qué hacemos? Con la venta de fin de semana no alcanza." Lousteau repitió la explicación de "atacar a la organización". Poco convencido, el hombre le palmeó la espalda y volvió a su manta.
Una mujer que salía del subte en Acoyte se quejó en voz alta. "¿Justo en la boca del subte se tienen que parar?" Rápido, Lousteau pidió que todos se movieran a un costado. Adelante, a media cuadra de distancia y en la vereda de enfrente de Rivadavia, dos jóvenes repartían folletos con las propuestas de ECO. "Ahí viene Martín, por si querés preguntarle algo", sugerían a los que aceptaban el papel.
"¿A quién vas a votar para presidente?", lo sorprendió una chica envuelta en una bufanda verde. "Carrió, Sanz o Stolbizer, pero no es momento de hablar de eso", intentó esquivar Lousteau. La omisión de Mauricio Macri fue cualquier cosa menos casual. "Es que necesito saber si vas a votar a Macri para definir mi voto", siguió ella. Lousteau se la llevó a un costado y hablaron "a solas". "Me dijo que no lo va a votar", dijo la joven a LA NACION. Lousteau, en cambio, dio su propia versión: "Le dije que lo voy a decir más adelante". Imposible saber quién dice la verdad.
No sólo los periodistas, sino también varios transeúntes le preguntaron por las denuncias sobre supuesto desvío de fondos de la UBA para su campaña y las acusaciones de narcotráfico contra un asesor de Maximiliano Ferraro, legislador porteño, candidato a renovar y uno de sus colaboradores más estrechos. Incluso un joven que se lo cruzó en avenida La Plata le gritó: "Ojo con Yacobitti. Estás militando con uno que chorea". Hablaba de Emiliano Yacobitti, presidente de la UCR porteña y dirigente de la UBA, señalado en la denuncia. "Son operaciones evidentes del kirchnerismo, que está desesperado. Tiene miedo de quedarse fuera del ballottage", aseguró Lousteau.
A pocas cuadras de la esquina con Medrano, dos docentes jubiladas dijeron estar "preocupadas" por cómo funcionará la boleta electrónica. "El 25% no sabe que se vota con ese sistema y otro tanto no sabe usarlo. Es probable que se generen demoras, pero no es nuestra responsabilidad", advirtió Lousteau.
En Las Violetas estaba todo dispuesto para recibirlo. Mesas de ECO en dos de las cuatro esquinas, globos verdes, celestes y rosas y hasta una bici "envuelta" en carteles con su cara. Última foto de un camino que podría tener una posta más. O no. El domingo dirá.
