Los conceptos erróneos de Cristina
Por Roberto Frenkel
LaNación.com.ar – Asistí por televisión a la conferencia de prensa que brindó la presidenta, Cristina Fernández, el 29 de junio pasado, y quedé más preocupado de lo que estaba antes. Obviamente, mi preocupación, como la de muchos otros, aumentó al escuchar su evaluación política de los resultados electorales. Su opinión es que nada ha cambiado sustancialmente y que no ve razones para provocar cambios en la gestión del Gobierno. Este aspecto de la alocución de la Presidenta ha sido extensamente analizado y poco puedo agregar al respecto. Pero también incrementó mi preocupación escuchar algunas ideas de la Presidenta con respecto a la situación económica del país y a los aspectos económicos de su gestión. En esencia, indicó que su gobierno hizo todo bien y que hizo particularmente bien en no prestar atención a las críticas y sugerencias que se expresaron desde fuera del Gobierno a lo largo de su mandato. Se preguntó, por ejemplo, acerca de dónde estaríamos si hubiera hecho caso a quienes proponían enfriar la economía, y se congratuló especialmente por la conducción de la política cambiaria.
Nos preocupamos porque tenemos un desacuerdo profundo con la visión de la Presidenta, pero en esta nota no tenemos espacio para presentar un recuento pormenorizado de los errores y dislates que ha venido cometiendo el Gobierno desde tiempo atrás (por ejemplo, la gestión de la resolución 125) y sigue cometiendo en la actualidad (por ejemplo, la manipulación de las estadísticas del Indec). A falta de espacio para una crítica detallada, nos centramos exclusivamente en la política cambiaria.
La Presidenta trató de mostrar un conocimiento íntimo de la política cambiaria, mencionando, por ejemplo, el precio de cierre de la cotización del dólar en Brasil el día de la conferencia de prensa. En verdad, poco importa si quien debe conducir el conjunto de las políticas económicas está al tanto de la evolución diaria de los mercados cambiarios. Lo que importa es que quien conduce la política cambiaria tenga claridad sobre su propósito, y la oriente y controle en la dirección adecuada. Acerca de estas cuestiones nos quedamos en ayunas, porque la Presidenta no dio ninguna indicación con respecto a los propósitos ni la orientación de la política cambiaria, salvo la que podría deducirse de su autocomplacencia con ella. Veamos, entonces, qué se hizo con la política cambiaria en los últimos años.
En el gráfico adjunto se muestra la evolución del índice de tipo de cambio real multilateral (Itcrm), con las ponderaciones de la canasta de monedas de nuestros socios comerciales calculadas por el Banco Central. Hasta diciembre de 2006, el deflactor de la serie es el IPC calculado por el Indec. Desde enero de 2007 en adelante, el deflactor de la serie es la estimación del IPC calculada por el centro Buenos Aires City de la UBA.
El Itcrm oscila alrededor de una tendencia estable entre comienzos de 2003 y diciembre de 2006. Dado que entre 2003 y 2006 la tendencia del tipo de cambio nominal es una tasa anual del 1,6%, y que la tasa de inflación local superó la de los socios comerciales de la Argentina, la estabilidad de la tendencia del Itcrm resultó de la casi estabilidad del tipo de cambio nominal y de la apreciación de la canasta de monedas de los socios comerciales. A lo largo de estos años, y también durante el primer semestre de 2007, prácticamente todas las intervenciones diarias del Banco Central en el mercado de cambios fueron compradoras.
Desde enero de 2007, en coincidencia con el inicio de la subestimación de las tasas de inflación por el Indec, hasta abril de 2008, el Itcrm muestra una tendencia continua a la apreciación. En abril de 2008, el Itcrm se había apreciado el 7% con respecto a diciembre de 2006. La fuga de capitales se intensificó desde el tercer trimestre de 2007. Sin embargo, entre mediados de junio de 2007 y la primera semana de mayo de 2008, pese a las importantes intervenciones vendedoras que realizó el Banco Central para mantener estable el precio del dólar alrededor de 3,15 pesos, el resultado neto de las intervenciones fue un significativo volumen de compras (4548 millones de dólares).
El tipo de cambio real venía apreciándose en un contexto de tendencia estable del precio del dólar, cuando la política del Banco Central cambia definidamente de orientación en la segunda semana de mayo de 2008. Luego de varias jornadas de intervención compradora, en los primeros días de mayo, la institución inicia una sucesión de importantes intervenciones vendedoras para inducir una tendencia decreciente del tipo de cambio nominal. En poco más de un mes, el Banco Central vendió 2106 millones de dólares, para reducir su precio 3,15 a 3 pesos. ¿Por qué? ¿Acaso para punir o aleccionar al sector agropecuario enfrentado por entonces con el Gobierno? La caída y posterior estabilización del tipo de cambio nominal entre mayo y agosto se tradujo en una fuerte apreciación del Itcrm. De esta manera, por la apreciación real gradual experimentada entre enero de 2007 y abril de 2008, y por la apreciación nominal y real entre mayo y agosto de 2008, el país arribó al momento de contagio de la crisis internacional en los países en desarrollo, con un tipo de cambio real multilateral un 15% inferior al de diciembre de 2006, y al que se había preservado, más o menos estable, entre 2003 y 2006.
Salida de capitales
La canasta de monedas que integra el tipo de cambio multilateral argentino se depreció significativamente en setiembre y octubre de 2008. Por otro lado, el mercado cambiario estuvo sometido en octubre a una demanda intensificada por una fuerte salida de capitales. Las autoridades decidieron no permitir un rápido aumento del precio del dólar, lo que también implicó la decisión de no acompañar las devaluaciones de los socios comerciales para preservar la competitividad. Aunque el ritmo de la devaluación nominal se aceleró desde principios de octubre, el Itcrm de noviembre de 2008 resultó el más bajo desde 2003: 25% inferior que el de diciembre de 2006. En mayo de 2009 el Itcrm estaba apreciado 16% con relación a diciembre de 2006. Entre agosto de 2008 y el 19 de junio de 2009, la política cambiaria descrita requirió ventas netas del Banco Central por 2796 millones de dólares.
Es difícil deducir de esta reseña el propósito y la orientación de la política cambiaria en los años recientes. ¿De qué logro se complace la Presidenta? Al respecto, la Presidenta mencionó en la conferencia un gráfico ilustrativo de ese logro que le habían mostrado recientemente. ¿Será un gráfico análogo al expuesto en esta nota? ¿O a la Presidenta se lo muestran distinto, utilizando los datos de inflación falsificados por el Indec?
El autor es investigador titular del Cedes y profesor de la UBA