La única verdad es la realidad
Declaración de la Comisión de Salud de UCRCapital
Con la irrupción del dengue en el país, la sociedad argentina asiste con preocupación a un nuevo capítulo de imprevisión, ocultamiento e improvisación. Según las actas de la reunión del 20 y 21 de Noviembre del 2008 el Consejo de Ministros de Salud de las Provincias fue alertado del peligro de brote y los ministros de salud provinciales se comprometieron a “fortalecer la vigilancia epidemiológica con todos los servicios de salud a fin de garantizar el diagnóstico precoz, la respuesta inmediata de control de foco y la investigación epidemiológica de l os casos”.
Asimismo debían apoyar y promover la coordinación con municipios de áreas de riesgo, acciones de ordenamiento del medio y eliminación de criaderos para mantener bajos los índices del mosquito vector de la enfermedad.
Lejos de cumplir este compromiso, la primera reacción del gobierno chaqueño fue intentar silenciar a los miembros del equipo de salud que comenzaban a alertar de la existencia de numerosos casos de dengue. Tal vez si se hubiera dejado actuar a médicos y epidemiólogos desde la identificación de los primeros casos, el número de enfermos hubiera sido mucho menor. En este escenario, la sociedad tampoco tiene certeza sobre la veracidad de datos de las otras provincias con casos de dengue.
La metodología del ocultamiento de la realidad del país (inflación, crecimiento de la pobreza, caída de actividad económica, crecimiento del consumo de drogas, inseguridad ciudadana) ahora fue llevada al terreno de la vigilancia epidemiológica donde la condición básica para poder actuar con eficacia es contar con datos precisos y alerta de casos sin demoras.
Desde la UCR siempre defenderemos el derecho de los ciudadanos a estar informados de la realidad y de las acciones de los gobiernos como condición básica de la vida en democracia y libertad. También el radicalismo seguirá proponiendo que los problemas centrales del país tanto de la salud pública como de la educación, la justicia, la producción y el empleo deben ser motivo de amplio debate y generadores de políticas de Estado más allá del gobierno de turno.
