La ONU pone en duda la victoria de Karzai
Naciones Unidas revisará las denuncias de fraude en más de 600 colegios electorales – El presidente supera ya el listón del 50% con el 91,6% de los votos escrutados
Elpaís.com – Naciones Unidas puso ayer en duda de forma clara la aparente victoria electoral del presidente afgano, Hamid Karzai, al dar cuenta del hallazgo de "claras y convincentes pruebas de fraude" electoral y declarar que "no hay vencedores en esta elección" mientras no se hayan investigado las alegaciones de fraude y se hayan realizado los recuentos parciales ordenados.
El distanciamiento de la ONU se produjo al tiempo que se anunciaba oficialmente que con el 91,6% de los votos escrutados, Karzai había obtenido el 54% de los sufragios. Es el primer anuncio de que supera el 50% que hace innecesaria una segunda vuelta. A su principal rival, Abdulá Abdulá, se le atribuyeron el 28,3%. La Comisión Electoral Independiente, cuyo presidente fue nombrado por Karzai, dio un gran espaldarazo interno al jefe del Estado al dar cuenta de su holgada victoria frente a un rival que mal puede salvar la diferencia que le separa de Karzai. Pero la Comisión también entró en colisión con las estimaciones de la Comisión de Quejas Electorales (ECC, en sus siglas en inglés), un organismo avalado por la ONU y dirigido por un canadiense, que por primera vez habló oficialmente de fraude. "Durante las investigaciones, la ECC ha encontrado claras y convincentes pruebas de fraude en diversos colegios electorales", reveló el ente en un comunicado, en el que también anunciaba que había ordenado nuevos recuentos. Un portavoz de Naciones Unidas puso sordina a los resultados parciales favorables para Karzai. "No hay vencedores en estas elecciones hasta que todas las quejas hayan sido debidamente investigadas por la Comisión de Quejas y se realice el recuento ordenado", zanjó Aleem Siddique. El proceso hasta la certificación final de resultados puede llevar meses. Las acusaciones han sido una constante desde el mismo día de la consulta, el 20 de agosto, con el grueso de las alegaciones concentrado en la zona pastún, etnia a la que pertenece Karzai, y que es mayoritaria en el país, y en aquellas regiones adonde llega la mano del Estado. También ha habido manipulaciones de menor trascendencia en otras regiones y a favor de otros candidatos. Karzai se ha defendido de las acusaciones de fraude con el argumento de que la fidelidad tribal que rige en Afganistán permite asegurar que todos los votos de una determinada región van a engrosar la candidatura del candidato local en liza. Pero, a juzgar por los hallazgos de la ECC, las cosas han ido más allá. En las provincias sureñas y orientales de Kandahar (de donde procede Karzai), Paktika y Ghazani se ha detectado "una clara pauta" de fraude, según la Comisión de Quejas. En ocasiones, las urnas contenían muchos más votos que potenciales electores, con espectaculares desproporciones de 10 a uno entre sufragios y votantes. Otras veces se hacía realidad la tesis de Karzai y los resultados del candidato superaban toda racional expectativa. En una localidad pastún, Karzai obtuvo todos los votos recogidos: 500 por cada una de las cuatro urnas del pueblo. La ECC ordenó ayer el recuento de los colegios en los que un candidato obtuvo más del 95% de los votos o puso entre paréntesis aquellas en que recogieron más del tope previsto de 600 papeletas. También fueron 600 los colegios electorales cuyos resultados han sido paralizados. Para estas elecciones se habían preparado más de 25.000 colegios y por ahora resulta difícil evaluar la dimensión de fraude. Se han contabilizado en torno a 4,3 millones de votos y por unas u otras circunstancias del orden de medio millón han sido desestimados. La proporción hace difícil aventurar que Abdulá Abdulá vaya a tener una segunda oportunidad electoral. La OTAN, como brazo armado de una comunidad internacional implicada en la estabilización del país por mandato de Naciones Unidas, sigue el proceso con circunspección, esperando que corra su curso natural. "Nosotros estamos allí para garantizar la seguridad, no para intervenir en el procedimiento", comentaba ayer una fuente aliada. La ambición de la comunidad internacional era conseguir un resultado electoral creíble del que emergiera un Gobierno creíble con el que tratar en el inmediato futuro. "Nadie ha pensado que fuera a ser un proceso limpio al 100%", explicaba la fuente antes de apuntar que "la legitimidad nacida de la credibilidad no tiene que ser la misma a ojos de los afganos que a ojos occidentales". La fuente estimaba que las acusaciones de ahora de candidatos como Abdulá pueden servir de munición política a la hora de negociar su participación en un futuro Gobierno. Para la Alianza, el veredicto final sobre el proceso será el que emita la Comisión de Reclamaciones Electorales, la única que puede dar el resultado oficial definitivo. Mientras tanto, sobre el terreno, sigue la acción bélica. Un talibán suicida hizo estallar un coche bomba ante la base de la OTAN en el aeropuerto de Kabul y mató a tres civiles.
