Europa saldrá con un mix de ajuste y estímulo

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Por Marcelo Scaglione.

LaCapital.com.ar – Marcelo Scaglione estudió economía en la UBA. Luego egresó de la prestigiosa Escuela Nacional de Administración (ENA) de Francia, el semillero de las élites francesas. Trabajó en el Ministerio de Economía argentino y fue consultor del Banco Mundial. Desde hace varios años vive en Francia, donde es consultor de empresas para mercados emergentes. Tiene así ubicación y profesión privilegiadas para observar la "eurocrisis" y dar un diagnóstico preciso. Para Scaglione, "hay que aplicar una doble estrategia: hacer los ajustes en los sectores que no funcionan, pero a la vez incentivar a las industrias capaces de reactivar la economía". El argentino hace una descripción entusiasta del programa fiscal del presidente François Hollande. Scaglione fue entrevistado telefónicamente por La Capital.

—¿Cómo se vive en Francia la crisis de Grecia y España, y ahora también de Italia?
—Hay un clima de gran preocupación por todo lo que pasa en el continente. Venimos con una crisis que comenzó en 2008, que se desató en EEUU y luego impactó en Europa. Generó primero una crisis de liquidez y luego la deuda de los distintos Estados. Una crisis que en lugar de disminuir aumenta cada vez más. A la caída de Irlanda, Portugal y Grecia, desde la semana pasada se sumó España. Hay preocupación y dudas sobre el sistema financiero de España y el riesgo de que esto se contagie a Italia y, por qué no, a Francia.

—En el caso de España se anunció un fondo de rescate europeo. Pero no cuajó, y esta semana fue terrible para España. Ya se habla de un segundo rescate. ¿Qué pasó?
— En primer lugar, hay que hacer un poco de historia para entender la crisis que está sufriendo España. Es un país con dos mercados: el turismo y la construcción. Con la entrada en la UE, España se benefició de muchos fondos estructurales europeos y esto permitió, junto a una buena situación económica mundial, un crecimiento importante basado en la construcción. Que es lo primero que se para en 2008. La industria de la construcción a su vez invirtió muchos capitales en otros sectores: la Sacyr, por ejemplo, compró el 25 por ciento de Repsol. Todo el sistema financiero ayudó a las constructoras con muy buena financiación, y se generó la burbuja inmobiliaria. Algo muy parecido a la crisis subrime en EEUU, con la enorme diferencia de que EEUU tiene una economía muy diversificada. Este esquema español, en el que la construcción invertía su liquidez en otros sectores de la economía produjo un efecto contagio. A su vez, los bancos desde 2008 disponen de créditos incobrables, pero los siguen valuando al 100 por ciento. Si los depreciaban, muchos de esos bancos dejaban de funcionar. Como la crisis impactó primero en Irlanda, luego en Portugal y por último en Grecia, España no hizo nada para solucionar este problema. Bueno, llegó el momento en que esas carteras bancarias españolas ya no se pueden ocultar. Fue lo que pasó con el banco Bankia, el cuarto de España, que fue nacionalizado hace tres semanas por un gobierno conservador, lo que da una idea del impacto de la crisis.

—Pero los medios españoles subrayan que las hipotecas se siguen pagando, con un índide de cumplimiento muy alto.
—España tiene varios problemas estructurales: uno es el de las cajas regionales, que fueron manejadas por políticos y usadas como botín político, muy mal administradas. No tengo el número de cuánta gente paga sus hipotecas, pero hay estudios que indican que las carteras de los bancos están sobrevaluadas en entre 150.000 y 200.000 millones de euros. En España se construyeron en los años de auge tantos departamentos como en Alemania, Italia y Francia juntas. Y no creo que con un 25 por ciento de desempleo ese dato que usted menciona sobre cumplimiento de los pagos sea verídico. La caída de Bankia demostró la crisis del sistema y la nacionalización de un día para otro sin mayor anticipación, hizo que los mercados dijeran "es el turno de España". Además, hubo una malísima gestión de la crisis por parte del gobierno español, porque cuando pasa lo de Bankia el gobierno sale a decir "no se procupen, tenemos la liquidez para inyectar fondos". Cuando hay una crisis lo mejor es decir las cosas como son y no inventar situaciones irreales, porque el mercado se termina dando cuenta. Dijeron que iban a prestar 19.000 millones de euros a Bankia, luego dijeron que emitirían deuda española. Eso demostró que España no tenía la capacidad para afrontar la crisis financiera. Ahí Europa presionó a España para que le pida ayuda.

—Ha habido además una pésima gestión de la comunicación por Rajoy de este rescate europeo. Eso de decir "no es un rescate, es un crédito", o "yo presioné, no ellos a mí"…
—La verdad es que lo llamaron a él. Le puedo decir por fuentes diplomáticas que la presión fuerte para que Rajoy pidiera ayuda vino directamente de Barack Obama. La UE vio que ante la situación de crisis no estaba actuando el gobierno español y Europa corría el riesgo de un dominó mucho más grave. Si cae España, cae Italia y luego Francia.

— Si pasamos a Italia, su riesgo país crece, con una deuda enorme.
—A diferencia de España, Italia es un país muy industrializado. No a nivel de grandes empresas, sino de pymes y medianas. Tiene un tejido industrial muy importante, que genera empleo y exportaciones. Esto le permitió resistir la crisis. El problema básico de Italia es el endeudamiento.

—Italia lleva a la cuestión de fondo europea, la deuda pública. El último superávit fiscal de Francia es de 1974. Se habituaron a emitir deuda para cubrir los déficits fiscales.
— Se lo puede ver como una familia en la que el padre gana bien y toda la familia vive comprando a crédito porque hay un buen ingreso y le dan crédito fácilmente. Pero de a poco esto se va deteriorando. La crisis del petróleo en los 70 llega luego de los 30 años de crecimiento posteriores a la II Guerra, con un modelo que permitió regenerar industria, pleno empleo y que el Estado se financiara a largo plazo. Pero evidentemente la deuda no es infinita y la crisis iba a estallar. Estalla finalmente por este contagio de EEUU, pero esto iba a terminar por estallar igual. Hasta 2007 España tenía crecimiento y 5 por ciento de desocupación. Me acuerdo de una reunión con el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y presidentes de las grandes empresas españolas, la crema del Ibex 35, a inicios de 2007. Trichet les dijo "cuidado que la economía española tiene sólo dos sectores y si llega una crisis se parará la construcción y habrá contagio a toda la economía. Tienen que diversificarse". Un año después pasó exactamente eso.

—En 2008 se apretó el botón del gasto porque se desplomó la demanda privada. Ahora ¿esta receta keynesiana no terminó siendo parte del problema? Porque esa medida disparó tanto el déficit fiscal como la deuda pública, creando la actual bola de nieve…
—Totalmente. Pero creo que no había márgenes de maniobra para hacer otra cosa. Lo vemos en Grecia, con el ajuste que se aplica en todos los sectores, y luego de dos años de este ajuste el país está al borde del incendio. En 2008, ¿había otra salida que la keynesiana? Me parece que no la había, realmente. Hoy creo que hay que aplicar una estrategia doble: aprovechar la crisis para hacer los ajustes necesarios, también en el Estado, y a la vez hacer políticas de apoyo, no al consumo sino a la industria, para que sea capaz de reactivar la economía. No es fácil, pero hay que hacer esta doble estategia.

—Es esta la idea de Hollande y también de Monti.
—El plan de Hollande parte de este diagnóstico: Francia tiene un sector de grandes empresas que no son generadoras de empleo ni de ingresos fiscales, dado que hacen "optimización fiscal" a nivel mundial y pagan impuestos a las ganancias a un nivel de 8 por ciento, mientras las pymes francesas pagan el 33 por ciento. Por otro lado el empleo lo dan las pymes y las intermedias, las de hasta 5000 empleados, que no tienen ningún tipo de apoyo estatal para crecer. Estas empresas no tienen acceso al capital, no pueden desarrollarse. Les falta el consejo de consultores que les pemita asociarse y lograr sinergias con agentes privados y públicos. No tienen dinero para consultoras. El otro desafío es la salida al exterior: los próximos tres o cuatro años en Francia serán de crecimiento casi nulo, así que tendrán que buscar expandirse afuera de Francia y de Europa. Esto no se puede hacer sin apoyo público. La primera ley que quiere enviar Hollande al Parlamento es de "justicia fiscal", justamente para atacar esa inequidad fiscal entre grandes y pequeñas y medianas empresas. Disminuir la presión sobre estas y aumentarla sobre las primeras. Apunta asimismo a crear un banco de promoción industrial con 20.000 millones de euros para ayudar a estas firmas. Estas empresas generan casi el 60 por ciento del empleo en Francia. En cuanto a deuda y déficit, en el presupuesto actual el pago de intereses se lleva el 25 por ciento.

—Otro escollo parece el continuo choque entre Merkel y Hollande.
—Pero la buena noticia que trae Hollande es que genera un contrapeso político a la hegemonía que tenía hasta ahora Alemania. Si no están ambos de acuerdo, Europa se para. Como esto no puede ser, se va hacia una solución de compromiso: se mantendrán los ajustes, porque como dijimos hubo 30 años de déficits y endeudamiento. Por otro, no podemos aceptar el ajuste permanente. Se hará así un mix de políticas de crecimiento, con herramientas que no gustan a Alemania como los eurobonos.

—Se habla de la decadencia final de Europa.
—No. Europa seguirá en terapia intensiva, con respuestas precipitadas de la UE y reuniones de sus líderes, ajustandose a los tiempos de los mercados. Esto continuará por los próximos dos años. En la medida en que los políticos actúen más rápido, con reformas fiscales y presupuestarias, se irá revolviendo. Pero Europa tiene futuro, debe apuntalar sus sectores con ventajas comparativas. En Europa están los patrimonios y ahorros de las clases medias del mundo. Europa ha vivido muchos años de malos manejos de las finanzas públicas. Treinta años de vivir de arriba se terminan pagando. Pero es demasiado simplista decir que Europa desaparecerá.

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