Intendentes radicales se alejan del Gobierno

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Los episodios de ayer aceleraron la crisis

LaNación.com.ar – Por Laura Capriata. La ofensiva judicial sobre la protesta del campo terminó de desencadenar una crisis anunciada: un grupo de radicales kirchneristas de la provincia de Buenos Aires confirmó ayer a LA NACION que su sociedad con el oficialismo "entró en la cuenta regresiva".

Con esas palabras el intendente de Pergamino, Héctor "Cachi" Gutiérrez, definió el pésimo momento (probablemente sin retorno) por el que pasa su relación con el Gobierno.

La imputación judicial de uno de los suyos, el intendente radical K de San Pedro, Mario Barbieri, fue la gota que rebasó el vaso. La crisis estaba latente desde hacía tiempo.

Gutiérrez, Barbieri y el intendente de Ramallo, Ariel Santalla, se separaron ayer drásticamente de la posición adoptada por el Gobierno, y otros de su sector podrían seguir el mismo camino más temprano que tarde, tal como adelantó LA NACION hace dos meses.

"Entramos en cuenta regresiva, sobre todo a la luz del documento del PJ de la última semana, y de la citación de Barbieri por parte de la Justicia", explicó Gutiérrez.

La imputación del intendente de San Pedro, que junto con la dirigente radical Margarita Stolbizer, la referente del Grupo Pampa Sur María del Carmen Alarcón y dirigentes ruralistas son investigados por su participación en un corte de ruta, tomó completamente por sorpresa a los radicales K.

"La Justicia está citando a Barbieri cuando lo único que hizo fue acompañar a los productores. No hay delito para que se lo impute de algo", se enfureció Gutiérrez.

No lo dirán, pero los radicales aliados del kirchnerismo no creen que el Gobierno sea ajeno a esa movida judicial.

El intendente también confirmó que en el estado actual de los acontecimientos, ni él, ni Santalla, ni Barbieri participarán de la reunión de la Concertación a la que Néstor Kirchner convocó para pasado mañana.

"No suscribimos a la idea de que los pequeños y medianos productores agropecuarios sean golpistas", empezó a enumerar el pergaminense, con un mal humor inocultable, sobre la declaración que firmó el PJ. "Nuestras conversaciones habían sido con Néstor Kirchner, el ex presidente, no con Kirchner jefe de este PJ, y en estas condiciones parece muy improbable que nos reunamos con él", adelantó.

En cambio, sí concurrirán al Senado, donde el vicepresidente Julio Cobos recibirá a los gobernadores del radicalismo K para analizar la creación de un partido propio, que les permita reemplazar los comités distritales y provinciales que la UCR intervino en castigo por su alineamiento con el Gobierno.

La verdad es que Gutiérrez y su grupo abrieron algunas puertas para su regreso, por ahora parcial, al radicalismo. Si bien no competirán por la conducción provincial de la UCR en junio, presentarán listas locales en sus distritos y así recuperar el liderazgo de sus comités, hasta ahora intervenidos.

El punto es saber cuántos lo seguirán. Gutiérrez encabeza un grupo integrado por una decena de intendentes bonaerenses muy ligados al campo, que hacen equilibrio entre su apoyo al Gobierno y la protesta que golpea la puerta de sus casas. También hay cortocircuitos con el kirchnerismo en el bloque radical K de Diputados, que lidera el marplatense Daniel Katz. Habrá que ver qué pesa más: el descontento acumulado entre los K o la seducción del ex presidente para retenerlos en su esquema de poder.

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