Es nuestra responsabilidad política construir la alternativa que nuestra Ciudad de Buenos Aires necesita
Mensaje de Carlos Mas Velez, presidente de la Unión Cívica Radical de la Ciudad de Buenos Aires, con motivo de la presentación de los candidatos del distrito.
Lamento no poder darles personalmente la bienvenida esta noche.
Motivos laborales me imposibilitan poder acompañarlos.
Como casi todos saben, soy Secretario General de la Universidad de Buenos Aires, y en estos momentos me encuentro representándola en la reunión del Consejo Ejecutivo de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) en la ciudad de Guadalajara, México.
Quiero sí compartir con ustedes unas breves palabras, omitiendo la distancia. Especialmente porque hoy estamos presentando a nuestras candidatas y candidatos para la elección de Jefe de Gobierno, Legisladores y Delegados ante las Juntas Comunales de la Ciudad de Buenos Aires, y lo hacemos como nuestras mejores tradiciones lo indican, reunidos en una verdadera asamblea de la militancia.
Desde la conducción de la Unión Cívica Radical de la Ciudad, hemos venido pregonando la necesidad de renovar el partido a partir de recuperar sus mejores tradiciones. Para ello resulta indispensable, definitivamente, volver a construir una pertenencia a partir de la concepción ética y moral de la política.
Ese es el verdadero desafío que debemos proponernos los radicales de la ciudad. Es el legado que nos dejaron los revolucionarios del \’90, es la responsabilidad histórica que nos transfirieron Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen, Arturo Illia, Raúl Alfonsín, entre muchos otros radicales que han honrado con su accionar los principios fundamentales que dieron vida a nuestro partido.
Es decir, los principios que sustentaron el 26 de junio de 1891, la fundación de la Unión Cívica Radical. Verdaderas bases morales, no solo en la conducta de los militantes sino para la conducta del partido como persona política.
La UCR, entonces, fue concebida como una "religión cívica de la Nación" socialmente transformadora.
Dicho esto, permítanme volver al tema que nos convoca hoy.
Decía que estamos presentando a nuestras candidatas y candidatos, los que van a tener la enorme responsabilidad de representar a la Unión Cívica Radical en las próximas elecciones del 10 de julio.
La Ciudad de Buenos Aires necesita de una alternativa al estrepitoso fracaso de Mauricio Macri. Los porteños no merecen seguir estando sometidos a la incapacidad para ejercer la acción de gobierno que ha demostrado el PRO en los últimos 4 años:
Falta de insumos en los hospitales;
Escuelas con gravísimos problemas de infraestructura que han afectado el normal desarrollo del ciclo lectivo;
Ausencia de políticas sociales activas;
Absoluta inacción ante la crisis habitacional;
Enormes índices de inequidad;
Falta de integración entre el sur y el norte;
Son sólo algunas de las graves consecuencias que provoca la falta de idoneidad de Mauricio Macri y de la totalidad de los funcionarios que tienen las principales responsabilidades de gobierno.
Párrafo aparte merece la creación de la Policía Metropolitana. Más de 1000 millones de pesos gastados en la creación de una fuerza de seguridad que no ha servido para nada y que ha estado sospechada de innumerables irregularidades, Palacios y Ciro James incluidos.
En definitiva, una muestra acabada que, en el mejor de los casos, la gestión de Mauricio Macri no tiene claras cuáles son las prioridades de un gobierno que esté atento a las necesidades de sus ciudadanos.
Pero no se trata de eso. A esta altura se evidencian irregularidades que desnudan un sistema estructuralmente corrupto.
Contratistas del estado realizando negociaciones en nombre del Gobierno de la Ciudad;
Concesiones seriamente cuestionadas y que están siendo investigadas en la justicia como la del mobiliario urbano y la recolección de basura;
El negocio del juego que es explotado en complicidad con el Gobierno Nacional;
Manejo discrecional e irregular de la pauta oficial.
Todo ello sin olvidar el procesamiento de Mauricio Macri por la implementación de un sistema de escuchas ilegales operado y financiado desde el gobierno local.
En definitiva, es nuestra responsabilidad política y nuestra obligación construir la alternativa que nuestra querida Ciudad de Buenos Aires necesita.
Hemos trabajado muy duro en éste sentido. Nuestros legisladores locales dan cuenta de ello. Lo demuestran a diario presentando iniciativas legislativas que buscan mejorar las condiciones de vida de los porteños. Sustentando su acción en la búsqueda de la igualdad, como condición necesaria para el pleno goce de los derechos y libertades que una vida digna exige. Por eso quiero reconocer y felicitar a Claudio Presman y a Rubén Campos.
Tampoco puedo dejar de mencionar la notable tarea que nuestros diputados nacionales, Silvana Giúdici y Ricardo Gil Lavedra, han realizado. Con su acción legislativa cotidiana nos hacen sentir que estamos en el camino correcto.
Tenemos un partido unido. Listo para proponerle a la ciudadanía una alternativa progresista que comience a solucionar los problemas urgentes que aquejan a los porteños.
No puedo dejar de mencionar y agradecer muy especialmente a nuestro candidato a presidente por acompañarnos en éste día tan importante.
Son tiempos difíciles para los argentinos, estamos asistiendo a un proceso de subestimación de la democracia representativa, de rechazo al diálogo forjador de consensos y a la construcción de un relato falso y malicioso que pretende negar grandes epopeyas de nuestra historia reciente como el Nunca Mas.
La mejor tradición del radicalismo indica que en los grandes movimientos de reivindicación nacional, de reparación de graves daños morales, la posesión de los gobiernos no es el mero fin. Es solo un medio, a veces ni siquiera el más importante, para influir directamente en los destinos del país.
Esta es nuestra responsabilidad. Porque debemos continuar con la tarea que iniciáramos junto a Raúl Alfonsín en 1983.
Por aquellos años consolidamos la democracia para los tiempos, hoy debemos comprometer todos nuestros esfuerzos en resolver el hambre, la pobreza y la exclusión que aqueja a millones de argentinos.
La tarea que tenemos por delante es de una importancia extraordinaria, por eso la tenemos que afrontar a partir de la consolidación de un proyecto colectivo con fuerzas políticas afines.
Raúl Alfonsín nos decía hace 26 años en Parque Norte, que una sociedad democrática se distingue por el papel definitorio que le otorga al pluralismo. El pluralismo es la base sobre la que se erige la democracia y significa el reconocimiento del otro. La democracia rechaza un mundo de semejanzas y uniformidades que, en cambio, forma la trama íntima de los totalitarismos. Ese rechazo de la uniformidad, de la unanimidad, de ninguna manera supone la exaltación del individualismo egoísta, de la incapacidad para la construcción de empresas colectivas.
Debemos ratificar nuestra convicción en que la herramienta política para llevar adelante las transformaciones que nuestro país necesita es en el marco de un Frente Progresista y por ello, la Unión Cívica Radical debe comprometerse en su fortalecimiento.
Ricardo, me hubiera gustado decírtelo personalmente, aunque no faltará oportunidad para poder hacerlo, contás con todos y cada uno de los militantes de la Unión Cívica Radical de la Ciudad de Buenos Aires. No te quepa la menor duda que daremos todo de nosotros en la búsqueda de convencer al conjunto de los argentinos que vos sos el líder de un proyecto colectivo transformador y progresista para nuestro país.
Hoy iniciamos el camino que nos va a conducir a gobernar los destinos de nuestra ciudad y del país. Lo debemos hacer en base a valores éticos y morales, ratificando nuestra convicción en los principios republicanos que pregonamos desde hace casi 120 años.
Una Argentina distinta es posible, los argentinos la merecemos y está en nosotros poder hacerlo.
