En relación a las declaraciones efectuadas por la Presidenta de la Nación.

La República entera reconoce en el doctor Raúl Alfonsín el  líder de la restauración institucional, el primer presidente que en la historia de la América Latina llevó a los tribunales civiles a los máximos responsables  del terrorismo de Estado, como así también a oscuras figuras que enviaron a la muerte a miles de jóvenes argentinos.

Raúl Alfonsín integró la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos cuando otros dirigentes que hoy presumen de inflexibles campeones de los derechos humanos callaban y se enriquecían.

Raúl Alfonsín decidió el enjuiciamiento de los crímenes de la dictadura militar cuando otros dirigentes que hoy se autoerigen en custodios de los derechos humanos votaban un candidato presidencial que consideraba válida la autoamnistía de la dictadura y evitaba para siempre los juicios de la verdad.

Raúl Alfonsín enfrentó levantamientos militares de oficiales en actividad involucrados en las acciones represivas de la dictadura. El riesgo que nuevos enfrentamientos luctuosos volvieran a llenar de muerte a la Argentina puede ser indiferente a cierta dirigencia, pero el doctor Alfonsín eligió, como siempre, la convivencia y la paz entre los argentinos.

Siguieron en prisión los miembros de las Juntas Militares y los máximos responsables del terrorismo de Estado, junto con los nuevos golpistas . Hasta que el presidente votado y apoyado por los actuales campeones de los derechos humanos decidió indultar a todos ellos, comenzando por Videla, Massera y Seineldín.

Hoy, quienes callaron y se enriquecieron durante la dictadura, quienes votaron los candidatos de la amnistía militar, quienes acompañaron al gobierno del indulto, se atreven a descalificar a ese gran presidente y defensor de los derechos humanos que es Raúl Alfonsín.