El paquete de estímulo genera debate

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Para Obama la inversión pública es la clave para la recuperación pero los republicanos quieren más recortes de impuestos

Eleconomista.com.ar – La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un paquete de estímulo económico que probablemente sufra modificaciones en el Senado. De todas maneras, se espera que el trámite legislativo sea relativamente rápido. Es que las medidas que se tomen tardarán un tiempo en hacer sentir sus efectos y la situación apremia. Sobre una situación que ya era complicada en el mercado laboral se han sumado estos días despidos masivos en un número importante de grandes corporaciones estadounidenses. Y los pedidos de subsidios por desempleo siguen creciendo. Por eso se espera que los próximos datos sean muy negativos y no está lejos una tasa de desempleo de 10%. El dato sobre el comportamiento del PIB en el último trimestre del año se anticipa que será demoledor. Pero los números posteriores no apuntan, por ahora, a ser mejores. Frente a esta situación, la respuesta de Obama logró la aprobación por parte de los representantes del paquete de estímulo económico por 819 mil millones de dólares. Un tercio de ese monto será en reducción de impuestos y el resto se destinará a distintos programas de inversión pública.

Un dato político relevante es que ningún representante republicano votó a favor de la iniciativa. Pese a que Obama es un presidente flamante que tiene mucho respaldo en la ciudadanía y que siempre apuntó con sus discursos a mostrase como una figura pospartidaria que procura superar las divisiones del pasado, los alineamientos partidarios e ideológicos siguen estando presentes.

Y en esta ocasión quedaron en evidencia porque existe una clara diferencia sobre lo que debería contener el paquete de rescate. Para los demócratas reducir aún más los impuestos no es el mejor camino porque ante un escenario de crisis las personas tienden a ahorrar y no a gastar cualquier ingreso adicional que perciben. Por tal motivo esa medida no tendría todo el efecto reactivante que se le atribuye. Por otra parte, consideran que además de generar empleo, la inversión en infraestructura sirve para mejorar la competitividad del país. Bill Clinton fue el abogado de este punto de vista en el Foro de Davos.

Pero no es esa la visión de los republicanos que consideran que se le debería dar mucho más peso a la reducción de impuestos. Para ellos, la inversión pública tardará más en hacer sentir sus efectos porque las obras no se pueden poner en marcha de un día para otro y además terminan creando más burocracia estatal. Los economistas conservadores apuntan a que tanto aumento el gasto produciría un aumento del déficit fiscal y la deuda que no se justificaría por los resultados modestos que produciría.

Pero no todo es coincidencia por el lado de los demócratas. Entre ellos hay quienes sostienen que debería darse más auxilio directo a los sectores de menores ingresos porque consideran que los efectos de un programa de inversión pública no se sentirán de un día para otro. Y es conocida la posición de economistas como Paul Krugman que sostienen que todas las medidas anunciadas hasta ahora pueden ser insuficientes dada la magnitud que adquirió la crisis.

En el Senado

Dada la composición del Senado y su tendencia a la búsqueda de consenso bipartidista los analistas suponen que pueda haber modificaciones al proyecto que aprobó la Cámara de Representantes. Y se estima que los republicanos podrán obtener allí algunas concesiones en materia de reducción de impuestos. Los distintos grupos de interés están desplegando una gran actividad en Washington procurando obtener algunos beneficios con la nueva legislación. Es muy probable que a mediados de febrero se apruebe definitivamente el paquete, cuyos efectos se comenzarán a sentir cuando haya terminado el primer trimestre del año que amenaza con presentar también números muy negativos. El debate sobre cuáles son los mejores instrumentos para enfrentar la recesión seguirá abierto. Y en lo que parece haber coincidencia en Washington es en que la película no termina aquí y que se seguirán impulsando distintas medidas para reanimar la economía.

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