Cómo se financia la Plaza del Sí

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El kirchnerismo hará esta tarde, en Plaza de Mayo, una demostración de fuerza. La FAM, búnker del PJ bonaerense, es un buen ejemplo de cómo se reclutan adhesiones políticas con la excusa de mejorar la calidad de gestión.

Crítica de Argentina – Para ayudar a los intendentes del conurbano de la provincia de Buenos Aires en la movilización de hoy hacia Plaza de Mayo, el Gobierno contará esta tarde con el apoyo de la Federación Argentina de Municipios (FAM). La FAM recibe subsidios del Poder Ejecutivo para mejorar la calidad de las gestiones locales, pero funciona en la práctica como una organización kirchnerista financiada con abundantes fondos públicos. En los últimos tres años, obtuvo 2.600.000 pesos de partidas oficiales.

Cuando faltaban pocos días para que se agotara su mandato, Néstor Kirchner firmó a modo de despedida un subsidio de un millón de pesos para la FAM. A esa ayuda financiera que trascendió al ser publicada en el Boletín Oficial hay que sumarle otras, hasta ahora desconocidas, que fueron canalizadas a lo largo de tres años a través de subsidios concedidos por el Ministerio del Interior de la Nación (300 mil en 2005; 500 mil en 2006, y otros 500 mil en 2007) y por el Ministerio de Gobierno de la provincia de Buenos Aires (dos partidas de 150 mil, una en 2006 y otra en 2007).

El presidente de la FAM, Julio Pereyra, fue uno de los primeros barones del conurbano en abandonar al duhaldismo. Con la llegada de Kirchner al poder, Pereyra trascendió las fronteras del municipio que gobierna desde 1991 en forma ininterrumpida. Accedió a la presidencia de la FAM luego de una polémica reforma del estatuto que iba a alterar de manera radical su funcionamiento.

Para que la federación fuera un ámbito de promoción del municipalismo y no se transformara en la herramienta política de un partido, los intendentes solían rotar en la conducción según su origen político. Un período para el justicialismo, otro para los radicales y un tercero para los bloques independientes, de origen vecinal o socialista.

Así funcionó hasta 2003. Cuando le tocaba el turno a Martín Sabbatella, el intendente de centroizquierda de Morón sin pertenencia a los partidos políticos nacionales, la FAM cambió el método de selección de autoridades.

Desde entonces, y por imposición de la liga de los peronistas que gobiernan los distritos más poblados, las autoridades ya no rotan según su filiación política. Se eligen por mayorías y se permite la reelección. Pereyra ya va por su segundo mandato.

“Con la reforma se rompió el espíritu original de la FAM. Pasó a ser un búnker del peronismo del conurbano, con Pereyra atornillado a la silla”, afirmó a Crítica de la Argentina Sabbatella. Las preocupaciones de la federación están reflejadas en su página de internet. Con abundantes fotos de Pereyra junto al matrimonio presidencial se pueden leer noticias tales como: “Intendentes de todo el país respaldaron el mensaje de la Presidenta. Coinciden con la jefa de Estado en que el campo fue el sector que más creció gracias a las políticas de Néstor Kirchner y piden a los dueños de campos que acepten el pedido de diálogo”.

En los últimos tiempos, Pereyra encabezó una delegación de la FAM a Puerto Madero para apoyar la reorganización del PJ que comanda Kirchner, ayudó a preparar el escenario que utilizó Cristina Kirchner la semana pasada para convocar al diálogo a las entidades del campo y se sumó a la movilización para esta tarde en Plaza de Mayo.

En la idea original, los gastos de la FAM debían financiarse con el aporte de unos 500 municipios de todo el país que integran la federación. Pero la cuota es discreta: los distritos más poblados pagan cuotas que no exceden los 3.500 pesos al año.

Pereyra salió entonces a la captura de otros fondos, y aunque la federación es una entidad pública no estatal, recibió dinero de los subsidios que el Gobierno reparte a entidades sin fines de lucro. Los fondos para la FAM nunca se debatieron en el Congreso. Sólo aparecieron en los presupuestos ya devengados (nunca en los proyectos que envió el Poder Ejecutivo) y figuran en una base de datos sobre los destinatarios de subsidios que elaboró el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).

Cristian Gruenberg, director del programa de transparencia de Cippec, contó a Crítica de la Argentina que con una serie de pedidos basados en el decreto sobre acceso a la información pública había logrado identificar a muchos destinatarios de los subsidios que componen el 15 por ciento del presupuesto nacional. “Pero el 40 por ciento de esos fondos no es transparente: resulta imposible saber quiénes son sus receptores”, afirmó.

Entre las entidades con manejos de fondos públicos más oscuros, Gruenberg identificó a la Administración de Programas Especiales (APE), un organismo que asiste con subsidios a las obras sociales para las prestaciones de alto costo. Juan Rinaldi, el gerente de APE (que sólo en 2007 repartió más de 600 millones de pesos), es un abogado muy allegado a Hugo Moyano, el titular de la CGT.

Moyano y Pereyra se cuentan entre los principales organizadores de marcha de esta tarde a Plaza de Mayo en apoyo al Gobierno.

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