Una apelación a la mística radical
Sanz encabezó un acto en el Congreso que terminó en una movilización
Lanación.com.ar – Si el homenaje en el Cementerio de la Recoleta mostró la nostalgia por la ausencia, el acto que la UCR hizo frente al Congreso llenó de mística radical el primer aniversario de la muerte de Raúl Alfonsín.
"Somos la vida/somos la paz/somos el juicio a la junta militar", cantaban los militantes de la Juventud Radical y Franja Morada, agitando banderas rojas y blancas bajo una lluvia de papelitos.
El acto, que empezó frente al Congreso y terminó con una "Marcha por la democracia" al Obelisco, tuvo como principal protagonista al presidente de la UCR, Ernesto Sanz, que anoche se sumó al club de los presidenciables del radicalismo.
"Alfonsín nunca se sintió dueño del poder, por eso nunca abusó de él, porque siempre supo que en democracia el poder es del pueblo", dijo Sanz a los gritos, arengando a la militancia.
Para sumarse a las embestidas contra el Gobierno de sus correligionarios, Sanz consideró que como Alfonsín defendió presos políticos como abogado durante la dictadura, "mientras otros se escondían o lucraban, cuando llegó la democracia no tuvo que sobreactuar su defensa de los derechos humanos".
Agregó que su legado no hay que buscarlo en sus discursos, sus libros o sus leyes, sino "en él mismo y en su propia conducta".
Detrás del escenario lo habían saludado varios diputados, como Silvana Giúdici o Pablo Orsolini; la vieja guardia, representada por Leopoldo Moreau y Rafael Pascual, y hombres de confianza del presidente del partido, como el chaqueño Angel Rozas o el puntano Walter Ceballos. No pasó inadvertida la presencia del intendente de Mendoza, Víctor Fayad, enemigo interno de Julio Cobos, ni la del presidente de la UCR mendocina, César Biffi.
Al final de su discurso, Sanz convocó a los cerca de 4000 manifestantes a acompañarlo a marchar hasta el Obelisco.
"Gracias, Raúl", decía la bandera que encabezó la caminata por Callao y luego por Corrientes. En la Plaza de la República, dejaron los colores radicales y soltaron globos celestes y blancos. Un gesto de que Raúl Alfonsín ya no es sólo de la UCR, sino de todos los argentinos.