Un modelo de postergación y subdesarrollo
Por Nito Artaza
La sociedad correntina no debe acostumbrarse al paisaje de postergación y subdesarrollo que impera en la provincia. Vivimos en un país que carece de políticas estratégicas que puedan hacer frente a la problemática de la salud pública, la educación y la contención social necesarias al momento de atender urgencias como la desnutrición infantil.
El escenario de mi provincia está enmarcado en el 9+2 con un profundo y doloroso saldo negativo: 9 meses de embarazo con mala alimentación para las madres y los 2 primeros años de vida de los chicos con ausencia total del Estado, sin alimentación adecuada, sin educación para una salud responsable. Quedan a la buena de Dios. Esto implica, a posteriori, la falta de nutrientes necesarios para asimilar conocimientos en la escuela con la consecuencia de analfabetismo y profundización de la postergación social.
Se debe dejar de hacer política con los pobres. La pobreza ha sido por años una herramienta para ganar elecciones. Corrientes tiene un gobierno que ha perdido la influencia y credibilidad para atraer inversiones e impulsar el crecimiento.
Se han cerrado los comedores comunitarios, en las escuelas no se reparte la copa de leche, ya no funcionan los colegios de riesgo, se cambió contención social por obra pública. Hoy ya no existe una cosa ni la otra.
Debemos revelarnos institucionalmente, reclamando una mejor distribución de la riqueza y una mejor coparticipación federal; impulsar mutuales y cooperativas que puedan administrar un sistema de créditos para los más necesitados. Las asociaciones intermedias, como Cáritas, deben ejercer el contralor para que los recursos destinados a la nutrición infantil cumplan el objetivo, eliminando así la mala intermediación política que tanto daño hace.
Son necesarias políticas públicas permanentes, no espasmódicas, y una reparación histórica que nos ponga de cara al crecimiento y desarrollo. Tener gas natural, energía subsidiada y administración honesta e idónea a la hora de acompañar a las familias sin recursos para que no exista más la desnutrición en nuestros niños.
