Un índice que mide todavía menos inflación

CríticaDigital.com  – El INDEC medirá la inflación de mayo con una nueva metodología. Pero lejos de admitir mayores aumentos de los precios, los disimulará aun más. La de abril, que se difunde mañana, será la última de la serie usada desde 1999.

La nueva fórmula incluye 440 variedades de productos de las 818 que se relevaban hasta ahora. Deja también de lado el servicio doméstico y algunos productos importados o suntuarios, y computa sólo las frutas y verduras de cada estación para no reflejar subas “exageradas” como la del tomate durante la campaña presidencial.

El nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue presentado ayer por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y la titular del INDEC, Ana María Edwin. Lo hizo en un seminario organizado por el ente en un hotel de Pilar, por donde desfilaron todos los funcionarios de segunda y tercera línea que reportan al secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Entre ellos, los investigados por la Justicia por presuntas manipulaciones de las estadísticas.

Según pudo saber Crítica de la Argentina por fuentes oficiales, el Gobierno barajó hasta la tarde la posibilidad de que el anuncio fuera hecho por la presidenta Cristina Kirchner. Sus voceros y el equipo de filmación que siempre la acompaña estuvieron en el lugar desde temprano en la mañana. Las complicaciones con el campo nublaron el plan.

El jefe de Gabinete dijo que el cambio de metodología “no es nada distinto de lo que hacen en el resto del mundo”. Para reforzar la idea, el INDEC invitó a encargados de estadísticas de Francia, España y Estados Unidos. Pero ninguno de ellos avaló los cambios ni las mediciones oficiales de los últimos meses.

El nuevo IPC admite lo que los especialistas denominan “canastas móviles” para los rubros de frutas y verduras e indumentaria. En verano reflejarán en mayor medida el precio de la uva, el durazno y los trajes de baño, y en invierno el de la manzana y los sacos de abrigo.

La directora de Índices de Precios al Consumo, Beatriz Paglieri, explicó que la fórmula incluye a las prepagas en el rubro de atención médica, a los colegios privados en el rubro de educación y al turismo entre los servicios de esparcimiento. Pero ratificó que seguirá utilizando precios acordados y listas entregadas por organismos oficiales en lugar de valores relevados por los encuestadores. Los grupos de productos y servicios son los mismos que en el índice actual, pero acotados.

Los técnicos desplazados por Edwin y nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) opinaron en un comunicado que “de nada sirven nuevas metodologías si la voluntad política es seguir mintiéndole a la sociedad”. Hasta el año pasado, los criterios de medición se debatían públicamente y con antelación, como ordenan las reglas internacionales. Paglieri acusó a los anteriores responsables del IPC de haber entregado información secreta a empresas privadas y organismos oficiales.

Sugirió incluso que la vendían o que extraían algún beneficio económico. “Éste es un día importante para la Argentina y los argentinos, porque estamos sincerando realmente los incumplimientos que se daban hasta ahora”, se congratuló Edwin.

Turismo, pan y medicamentos

Los argumentos del Gobierno para los cambios que introducirá en el nuevo cálculo del IPC son los siguientes:

*Turismo: “No se consideraban datos que surgían de la encuesta hotelera encomendada por la Secretaría de Turismo de la Nación”. “Se imputaban los viajes a Cancún”, dijo Alberto Fernández. Y agregó: “Mar del Plata no tiene ya ni por asomo el peso que le daba el INDEC, hay nuevos destinos turísticos como Catamarca, Usuahia, El Calafate y Córdoba”.

*Medicamentos: “El IPC no reflejó hasta el momento la política pública de productos genéricos”. El nuevo índice considera que los cambios que la ley de prescripción de genéricos introdujo en el mercado como ser: “descuentos de hasta 40% para pacientes sin cobertura; bonificaciones a farmacias de hasta un 50% sobre el precio de droguería; fidelización de clientes mediante mecanismos para la entrega de medicamentos gratis”.

*Pan fresco: “Se verificó que no se relevaba el plan flauta ocho piezas lo que determinaba que el precio promedio estuviera sobreestimado determinando significativas distorsiones del cálculo del IPC y de la canasta básica alimentaria.

*Escuelas: “El cálculo de servicios educativos estaba sobreestimado porque el polimonio de cálculo no se había modificado”.

*Medicina prepaga: Se relevaba sin considerarla como “un servicio que posee regulaciones gubernamentales”.

*Servicio doméstico: se computaba como un precio más, pero “los salarios no deben estar considerados en el cálculo del IPC”.

Durazno, ciruela y saco sport

Ejemplos que utiliza el Gobierno para mostrar que los precios que relevaba el INDEC antes de Moreno no eran los reales:

*Durazno: según la actual intervención del INDEC, el precio del durazno que se relevó en los últimos seis años fue “35% superior al real y la tasa de variación un 32% mayor”.

*Auto mediano: según el documento presentado por el Gobierno para justificar los cambios, en el anterior cálculo “no existen criterios conceptuales que permitan detectar y neutralizar precios aberrantes”. Y menciona el ejemplo de un “automóvil mediano” que aumentó en los registros 40% en un mes. Otro ejemplo de un “aumento aberrante del 100% en un mes” sería el de un “texto universitario”.

*Ciruela: para la dupla Edwin-Paglieri, el precio imputado a la ciruela en el mismo período fue “30% superior al real y la tasa de variación un 40% mayor”.

*Saco sport (invierno): siempre de acuerdo con el documento de las funcionarias de Moreno, el INDEC registró erróneamente subas del 38% en tres meses de primavera-verano. También citan el caso del “saco sport (verano) que tenía imputado un precio de 704 pesos, cuando el “precio real” sería de 360 pesos.

Las dos mujeres de Moreno

Se mostraron por primera vez en público, a un año y medio de iniciada la polémica por la manipulación de los índices del INDEC. Se cambiaron la ropa al mediodía como para no ser menos que la Presidenta. Una de ellas habló algo con los periodistas pero la otra los mandó rápido “a tomarse un cafecito”. Ana Edwin y Beatriz Paglieri, delegadas de Guillermo Moreno en el organismo estadístico, tuvieron ayer su día. Edwin se hizo la distraída cuando se le preguntó por el último pedido de explicaciones de la jueza Claudia Rodríguez Vidal. Tampoco aclaró si saldrán otros datos demorados, como la incidencia de la pobreza, en suspenso desde hace un mes y medio.