Tenemos una democracia limitada
Por Martín Lousteau.
Cualquiera sea el motivo por el que Nisman falleció, va a ser una mala noticia para la Argentina. Eso nos lleva a reflexionar sobre cuestiones estructurales que no funcionan y que están ausentes en la discusión de la clase política.
Tenemos una democracia limitada y amenazada por una justicia que no funciona como tal. Cuando se producen estas conmociones sociales reaccionamos sobre la superficie de los problemas y nunca nos preguntamos de dónde vienen y cómo los revertimos.
La clase política se tiene que poner de acuerdo en la reforma de la justicia y los servicios de inteligencia. Hay que discutirlo ahora porque el nuevo gobierno se va a tentar con usarlo para su propio beneficio y hay ejemplos en todos los gobiernos incluyendo al de la ciudad de Buenos Aires. Uno de los procesados por ocultar pruebas es Fino Palacios, el primer Jefe de la Policía Metropolitana. Este es el momento para hacer una verdadera reforma.
En la Argentina hemos perdido la concepción de para qué está el Estado. Porque si no es capaz de brindarle a sus ciudadanos bienes y servicios de manera incremental, acumulativa y permanente está funcionando mal. El Estado argentino es una fuente permanente de angustia: inseguridad, inflación, el corralito, el mal funcionamiento de la Justicia. Tenemos que replantear el rol de Estado.
Martín Lousteau en Código Político
