Psicosis
El Banco Central volvió a vender 90 millones en un día para frenar la cotización del dólar. Una ola de versiones sin sustento y el conflicto con el campo potenciaron el temor.
CríticaDigital.com.ar – En barrios como Belgrano y Palermo, sucursales de algunos bancos líderes vendieron ayer dólares a $3,26, cinco centavos por encima del cierre promedio en las casas de cambio del microcentro porteño. A los clientes no les importó pagar más caro. En medio de la crisis política por la pelea entre el Gobierno y el campo, la psicosis generada por los disparatados rumores de los últimos días llevó a muchos poseedores de algunos pesos ahorrados a cambiarlos por dólares. A los temerosos, ni siquiera los persuadió la suba en la tasa de interés que les ofrecieron los bancos para renovar el plazo fijo. Un relevamiento de Crítica de la Argentina entre distintos bancos detectó que, en la última semana, siete de cada diez inversores no renovaron su plazo fijo en pesos. La gran mayoría decidió dejar el dinero en los bancos, pero en dólares. Pero un 15% canceló el depósito, compró dólares y se los llevó. Ante la creciente demanda, algunas entidades financieras tuvieron incluso problemas para abastecerse de dólares ya que el avión que traía los billetes desde Estados Unidos no pudo aterrizar en Ezeiza por culpa de las cenizas del Chaitén.
En los últimos días, la demanda de divisas triplicó el nivel normal. Para impedir un salto en la cotización, el Banco Central intervino ayer con una venta de 90 millones de dólares. Desde el miércoles, cuando se fracturó el diálogo Gobierno-campo, la autoridad monetaria lleva colocados unos 170 millones. Lo extraordinario es que, en esta época del año, el Central es un comprador neto de dólares. Tendría que adquirir 150 millones diarios, pero el paro rural suspendió la liquidación por parte de los exportadores y el nerviosismo por la incertidumbre política revirtió el escenario.
De acuerdo con el relevamiento de este diario entre distintos bancos líderes, en los últimos días hubo una salida neta de plazos fijos en pesos. Según fuentes de cuatro bancos de primera línea consultadas por este diario, los números son los siguientes:
• Un 60% renovó el plazo fijo. Pero más de la mitad de esos pequeños inversores (alrededor del 30% del total) optaron por depósitos en dólares, con un rendimiento de apenas el 1,5% anual.
• El 15% de los depositantes a los que se les venció el plazo fijo compró dólares, y se llevó el dinero al colchón o lo dejó en una caja de seguridad.
• Otro 10% pasó el dinero a cuentas a la vista (caja de ahorro o cuenta corriente).
• Un 15% canceló el depósito y puso el ahorro en inversiones dolarizadas (fondos comunes de inversión y títulos de deuda emitidos por empresas, pero que comercializan algunos bancos). La ventaja de estos instrumentos es que se puede rescatar el dinero en cualquier momento, no tiene una fecha preestablecida como el plazo fijo.
Conclusión: siete de cada diez pequeños ahorristas cambiaron su cartera de inversión, abandonando los plazos fijos en pesos por otras alternativas. Además de estos movimientos, en los bancos dijeron que prácticamente el ciento por ciento de los que se quedaron en colocaciones en pesos lo hizo a treinta días, el plazo mínimo.
Los que dejaron sus depósitos se beneficiaron con un mayor rendimiento. La tasa promedio hasta hace una semana era del 7,5% anual. Ahora saltó al 9,5 por ciento. Para evitar una suba mayor de la tasa, el Banco Central inyectó liquidez adicional por 90 millones de pesos. En el último mes, el stock de plazos de individuos y de empresas creció en 250 millones de pesos. Es una expansión insignificante –del 0,4%– que guarda relación con la renta que van acumulando esos mismos depósitos. La diferencia es que, hasta ahora, ese estancamiento se explicaba porque la gente prefería consumir, adelantándose a la inflación, en lugar de tener el dinero en el banco a una tasa real negativa. La situación cambió en los últimos días. Los ruidos políticos y la cadena de e-mails con información falsa (que advertían un corralito versión 2008) asustaron a los ahorristas. De paso, les dejó en bandeja un buen negocio a algunos bancos, que vendieron dólares entre 3,24 y 3,26 pesos. La información con lo sucedido en estos últimos días recién se conocerá dentro de una semana, cuando el Central publique la estadística oficial.
Las usinas de los servicios de inteligencia
Hasta el miércoles era apenas un ignoto pero obstinado opinador en sitios web ultraconservadores. Pero Marcos Koblan –si se trata de su verdadero nombre– se convirtió desde el jueves en tema de todas las conversaciones en la City porteña. Todo empezó con un correo electrónico que lleva su firma, bajo el título “Otro corralito en la Argentina”. Para establecer un perfil de Koblan basta con tipear ese nombre en Google y revisar sus comentarios en sitios como Seprin, Urgente24 y La Historia Paralela. Los dos primeros son los sitios de internet favoritos de los servicios de inteligencia. Mientras que el tercero se trata de un foro de opiniones de sectores de la ultraderecha. En todos ellos, el firmante Koblan destila un rabioso antiperonismo, una defensa cerrada de los valores católicos y de las Fuerzas Armadas y un deseo profundo de presenciar la caída de los Kirchner.
Sus opiniones, además, remiten a una suerte de libro online titulado El club de matricidas que cuenta con una dirección de correo electrónico para contactar al autor. Crítica de la Argentina envió un mensaje a esa dirección pero no obtuvo respuesta.
