Otra vez la ciudad estuvo bajo el agua

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Por poco tiempo, las calles de Palermo, Caballito y Villa Crespo quedaron sumergidas; hubo cortes de luz y no funcionó el subte.

La Nación.com – El mal humor todavía no había llegado a aplacarse cuando la historia volvió a repetirse. Una fuerte tormenta provocó otra vez anegamientos en barrios de la Capital y el Gran Buenos Aires a sólo cuatro días de las últimas inundaciones, que causaron serios trastornos y daños en comercios y automóviles.

Las precipitaciones que comenzaron a abatirse por la tarde de ayer fueron ganando intensidad bajo un amenazante cielo negro que cubrió buena parte de la Capital.

Cerca de las 19, muchas calles de Villa Crespo, Caballito, Once, Palermo, Belgrano, Paternal y Núñez habían quedado prácticamente sumergidas.

El Servicio Meteorológico Nacional informó, al cierre de esta edición, que la lluvia acumulada alcanzó en una hora los 25,4 milímetros -el jueves pasado fueron 60- y que las tormentas continuarán al menos hasta mañana.

En la esquina de la avenida Corrientes y Angel Gallardo el agua casi alcanzó el techo de los vehículos estacionados, mientras que en la zona de Caballito y Once los vecinos observaban perplejos cómo el nivel subía por arriba de los cordones. Allí, además, hubo cortes de luz -que anoche no se habían solucionado- y, por consiguiente, no funcionaron los semáforos.

El servicio de subterráneos de la línea A fue interrumpido por "anegamientos" y las líneas D y E prestaron un servicio reducido, dado que en algunas estaciones ingresó el agua. Los colectivos también fueron desviados, con lo cual quienes estaban en algunas calles inundadas permanecieron virtualmente aislados. Además, las intensas precipitaciones tomaron por sorpresa a algunos automovilistas, que permanecieron encerrados dentro de los vehículos en medio del agua y tuvieron que ser auxiliados por los bomberos.

La zona porteña aledaña a la avenida Juan B. Justo, por donde corre entubado el arroyo Maldonado, fue una de las más afectadas. Quienes viven en los barrios de Palermo y Villa Crespo aún no se habían recuperado de las últimas inundaciones del jueves pasado cuando, ayer, otra vez, tuvieron que lidiar con el agua en sus hogares.

La corriente bajó por las calles hasta la esquina de la avenida Santa Fe y Humboldt, donde una farmacia, que se había transformado en la postal de las inundaciones de la semana pasada, volvió a sufrir el ingreso de agua, aunque en menor medida. "Estoy acostumbrada, y encima dicen que vamos a tener que esperar dos años más para que quede arreglado", dijo a LA NACION una empleada de un comercio en Fitz Roy y Santa Fe.

Un grupo especial de la Policía Federal llegó a esa esquina pertrechado con un bote de goma que finalmente no tuvo que utilizar porque dejó de llover. "No sé cómo voy a volver a mi casa; no hay taxis y el servicio de subte se canceló por la lluvia", dijo Raquel.

Debido a las fuertes lluvias, cerca de las 18.55, en el estadio de River Plate, en Núñez, se tuvo que suspender el partido que jugaba el local con San Martín de San Juan.

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