Los increíbles contratos culturales de Redrado al frente del Banco Central
Durante su gestión, la entidad organizó obras de teatro y talleres literarios para “estimular” a los empleados. Las cifras.
Diario Perfil – En medio del escándalo institucional entre Martín Redrado y el Gobierno, se conoció información sobre gastos realizados por el titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA), con fondos de la entidad, en actividades como cursos de yoga, talleres de tango, folclore y actuación, y otras millonarias compras. Conocida esta información, el abogado Eduardo Barcesat lo denunció por presuntos delitos de “malversación de caudales públicos en concurso con enriquecimiento ilícito”. Y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, la utilizó para chicanearlo en sus apariciones mediáticas.
Uno de los gastos en cuestión era para contratar al actor Daniel Miglioranza. PERFIL habló con él, que reconoció haber sido contratado por la entidad y realizó una enérgica defensa de lo actuado por Redrado. “Mi gestión consistió en la creación, coordinación de talleres de expresión y otras actividades culturales. Era para desarrollar la capacidad de los empleados, después de que terminaban de trabajar”, explicó. Y continuó: “También estaba a mi cargo la coordinación y selección de espectáculos gratuitos ahí adentro. Pero era el Directorio el que finalmente aprobaba lo que se presentaba”. Y contó que para cada reportaje abierto (uno de ellos fue con China Zorrilla) se pagaban 3 mil pesos y para los espectáculos, 6 mil.
Según explicó el actor, estas actividades ya existían en el Central antes de la llegada de Redrado. “El sólo profundizó esta idea, pero hay otros bancos oficiales que también lo hacen”, indicó.
Miglioranza empezó a trabajar en el BCRA en 2005, cobrando un promedio de 3.500 pesos mensuales. El contrato, por locación de obra, era renovado periodicamente (generalmente por cuatro meses, pero llegó a ser por seis). Y su sueldo fue aumentando alrededor del 20 por ciento por año: en 2009, por cuatro meses, cobraba 40 mil pesos (es decir, 10 mil mensuales).
Cuando se conoció toda la información, a través de una nota de Horacio Verbitsky en el diario Página/12, se dijo que Miglioranza le daba clases de teatro al propio Redrado. El actor lo desmiente y aclara que sólo reemplazó al profesor de esa área mientras se hacía el concurso para elegir al docente. “Venían al taller de teatro, que yo no dictaba, numerosos empleados del Central, pero los cargos más altos no podían por un tema de horarios”, señaló.
En medio del escándalo en el que él quedó envuelto, Miglioranza toma partido. Y claro está, es por el de su empleador, a quien conoció a través de un amigo en común que los presentó, en la Fundación Capital. Con el Gobierno de Cristina Kirchner dice coincidir “en muchas cosas”. “Le tengo que agradecer la Ley de Propiedad Intelectual para los intérpretes y no soy de los que culpa a la Presidenta hasta del clima que hace”, relató. Pero no se ahorró críticas por este caso. “En lo personal, veo cómo se tergiversó esta realidad y no me gusta esta modalidad de hacer política. Hoy, en esta lucha y enfrentamiento, aclaro que estoy del lado de Redrado”, aseveró Miglioranza. Y concluyó: “Me duelen las injusticias”.
¿Productividad en alza?
El BCRA no es la única entidad crediticia que financia talleres de este tipo para su personal.
El Banco Provincia cuenta con el programa Radioteatro en escena, en el que actúan empleados del banco y actores profesionales, como Raúl Fillipi, Stella Maris Closas, Ricardo Berea y Rubén Stella.
“El teatro en las empresas tiene dos vertientes: una que apunta a la diversión y relajación del personal y otra, orientada a la capacitación de los empleados para incrementar su productividad”, explicó Lázaro Droznes, de Teatro para Empresas que ofrece workshops de $ 3.500, a PERFIL.
Respecto del BCRA, Droznes consideró que seguramente, los talleres teatrales en el Central habían apuntado al esparcimiento, ya que las empresas que recurren al teatro para aumentar la productividad de sus empleados “están a la vanguardia en capacitación”, algo que no parecería ser el caso del Banco Central .
