Las cooperadoras escolares volverán a manejar subsidios

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Son $ 1.500 por mes para arreglos chicos. Los habían sustituido por un call center.

Clarín.com.ar – Las cooperadoras de las escuelas de la Ciudad volverán a manejar subsidios destinados a pequeños arreglos, como el cambio de un vidrio, una cerradura, una lamparita o el cuerito de una canilla. Ayer la Legislatura porteña, con el bloque del PRO incluido, votó a favor de que se le restablezca a las cooperadoras la administración de unos $ 1.500 mensuales. De esta manera el macrismo aceptó dar marcha atrás con una decisión polémica, que había sido muy criticada por la oposición y los cooperantes, porque generaba retrasos en la resolución de los problema de infraestructura de menor orden. A fines de noviembre, con la aprobación en la Legislatura de la Ley de Emergencia Edilicia, se suspendieron, a través de una ordenanza, las partidas de dinero que recibían las cooperadoras para destinar todo el presupuesto de mantenimiento del área a la reconstrucción de 180 escuelas en situación de colapso.

"En relación a la infraestructura seguimos pensando que la responsabilidad tiene que ser del Estado", le dijo a Clarín Oscar Moscariello, jefe del bloque PRO. Aunque aclaró que, pese a la derogación de la ordenanza, aún creemos que las cooperadoras no cuentan con estructuras técnico-profesionales adecuadas para dar soluciones a los problemas edilicios. Hasta ahora, para hacer los pequeños arreglos de todos los días, las escuelas tenían que llamar a un call center: Es obvio que este call center no funcionó. No generaba más que retrasos y burocracia , opinó Diego Kravetz, del Frente para la Victoria, quien votó a favor de la derogación. En el mismo sentido opinó Sergio Abrevaya, de la Coalición Cívica: Las cooperadoras tienen la inmediatez necesaria para resolver los problemas. Nosotros confiamos en los padres que las integran . La presidenta del bloque socialista, Verónica Gómez, destacó que el macrismo no cree en la participación de la comunidad en la gestión educativa, por eso buscó desmovilizar y atacar a las cooperadoras . Gabriela Alegre, de Diálogo por Buenos Aires, coincidió y agregó que si bien en principio hubo cierta resistencia por parte del macrismo, que pareciera que le teme a la participación ciudadana, la derogación se terminó consensuando .

Para los cooperantes la derogación fue un alivio: Era tanta la burocracia que al final terminábamos poniendo plata los padres , le dijo a Clarín Ricardo Fuentes, cooperador del jardín número 3 y de la escuela número 22, ambos establecimientos de San Telmo.

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