Las 10 preguntas a Daniel Montamat

Eleconomista.com.ar –

1.¿Cómo evalúa los ajustes tarifarios en gas y electricidad?

Son ajustes que adolecen de problemas de legalidad y focalizan a un sector minoritario dentro del consumo residencial que, por ser el que consume más se presume que es el que más ingresos tiene, lo cual es errado en muchísimos casos. Se necesitan recomposiciones de precios y tarifas para cubrir los costos económicos del sector pero hay que hacer una recomposición tarifaria integral para que el sistema recupere costos y sean las empresas las que vuelvan a invertir. Y tiene que haber una tarifa social subsidiada para los usuarios residenciales de menores ingresos.

2.¿Cree que el Gobierno continuará reduciendo subsidios?

Lo disparatado fue armar un festival de subsidios en torno a los precios. El año pasado los subsidios energéticos totalizaron $24.000 millones. Eso es insostenible para las cuentas fiscales, más en recesión. Los subsidios tienen que ir reduciéndose pero esta suba tarifaria no es el mejor camino. El error fue entrampar la energía argentina en el corto plazo, creyendo que se la podía subsidiar indefinidamente. La necesidad misma de los subsidios demostraba que la energía nos estaba costando más cara, aunque la pagáramos como contribuyentes y no en las boletas de electricidad y gas. Cuando cayó el nivel de actividad y los ingresos, los subsidios se volvieron insostenibles.

3.¿Qué implicaría una recomposición integral?

En las tarifas de electricidad y de gas hay dos componentes que son regulados: el transporte y la distribución. Tienen que estudiarse los costos en ambos casos y permitir que tengan una utilidad razonable. Son las empresas de transporte y distribución las que deben invertir para mantener y ampliar el sistema. Se deben hacer los procedimientos legales de audiencia pública para hacer los nuevos marcos regulatorios.

4.¿Qué piensa del acuerdo entre la Nación y las provincias?

En el precio del gas natural se viene alguna recomposición. En el acuerdo firmado entre esta semana se anunció la recomposición del precio del gas para usinas a U$S2,60 por millón de BTU, algo que, dicen, no se traducirá en nuevas subas a los consumidores. La única forma de subirle el precio a las usinas y que impacte en el consumidor es aumentando la producción pero hoy está cayendo.

5.¿Será importador de energía el país este año?

En 2009 no será importador de petróleo pero sí de gas. Cuando se registró un pico de demanda eléctrica el día 23 de junio tuvimos que importar de urgencia 600 MW a Brasil. Si la industria hubiera estado trabajando a niveles de 2008 habría habido un corte generalizado.

6.¿Cuál es el estado de las reservas hidrocarburíferas?

En cuanto al gas natural, las cifras de la Secretaría de Energía a diciembre de 2008 mostraban una caída en las reservas de 10%. Las de petróleo también cayeron. Tenemos 7,8 años de reservas de gas por delante. En 2003 eran de 17 años. En este difícil contexto, la producción de gas estará estancada o incluso declinará.

7.¿Hay margen para aumentar las inversiones en exploración?

Si tuviéramos precios de referencia internacional, sí. Pero acá no se han respetado las reglas del juego, que sensibilizan particularmente a las inversiones de capital fijo. Para aumentar la producción y descubrir gas o petróleo nuevo hay que tener una estrategia de largo plazo, a 20 años. Sino la inversión seguirá cayendo y tendremos que importar. En 2009 la importación no será mucha por el escenario recesivo pero cuando vuelva a crecer la actividad tendremos que comprar energía del exterior a los precios internacionales que ignoramos todos estos años.

8.La Argentina tiene una matriz energética atrasada. ¿Se desarrollará las energías alternativas?

Es un deber. No podemos seguir dependiendo del gas y del petróleo en un 90% (52% y 38%, respectivamente). Tenemos una de las matrices energéticas más inclinadas a los fósiles de todo el mundo. Hay potencial para desarrollar la energía eólica, la hidroeléctrica y la nuclear, con la terminación de Atucha II. Pero hay una precondición para todo esto. Si el país tiene pisados los precios de la energía fósil, las energías alternativas necesitarían subsidios enormes para poder desarrollarse que el Estado hoy no está en condiciones de dar.

9.El precio del barril de petróleo osciló entre U$S 60-70 recientemente pero sin señales claras sobre la demanda. ¿Cómo seguirá?

Por el lado de la demanda, todo depende de cómo evolucione la economía global. Mientras dure la recesión, seguirá la volatilidad. En términos comparativos, el mundo está consumiendo menos petróleo que en el 2007. La demanda llegó a ser de 87 millones de barriles por día y hoy está en 84.

10.¿Qué pasará con la oferta?

También son importantes los problemas que podrían surgir por ese lado. La producción y más de dos tercios de las reservas están concentradas en Oriente Medio, que es una región inestable. Otro dato es que el 80% de las reservas están en manos de compañías estatales, que se guían por otros objetivos que las multinacionales. Hoy, las empresas privadas, con el 20% de las reservas generan el 60% de la producción. Cuando la demanda pasa los 90 millones de barriles por día, como casi ocurrió en 2007, la oferta depende de crudos no convencionales cuyos costos marginales de explotación son más altos. Como no está resuelto el tema de la oferta, cuando la economía mundial se reactive habrá sorpresas en cuanto a las alzas que pueda tener el petróleo