Laicismo para garantizar la gestión democrática de la Educación Pública

1

La discusión sobre los principios que rigen la educación argentina no está saldada. Por Juan Francisco Nosiglia.

Laicismo para garantizar la gestión democrática de la Educación Pública

La decisión de la Comisión Bicameral del Digesto Jurídico Argentino, encargada de ordenar las leyes vigentes y descartar aquellas que han sido superadas por otras más recientes, que ratificó la derogación completa de la histórica Ley 1420, abre un interrogante sobre algunos principios fundamentales como el laicismo de la educación en escuelas de gestión estatal, que había sido relevante en la ley del año 1984, cuando en su artículo 8º expresaba que la enseñanza religiosa en las escuelas públicas debería impartirse fuera del horario escolar.

La ley de Educación sancionada en el año 2006 (ley 26206) recuperó en el artículo 4 algunos principios de la ley 1420, como el de igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio del derecho a la educación, pero nada expresa sobre la laicidad.

La UCR ha defendido históricamente los principios que surgen de la Constitución, como garantía de un orden democrático e inclusivo, y específicamente los principios vectores de ley 1420. Cabe recordar los profundos señalamientos realizados en el Congreso por el bloque radical en ocasión de la discusión sobre la Ley de Educación Nacional del 2006 defendiendo los principios establecidos en el proyecto presentado por la UCR que sostenía entre otros “la laicidad de los servicios educativos brindados por el Estado, en un marco de respeto a la libertad de conciencia y la prohibición de todo adoctrinamiento y discriminación”

Seguramente nuevos debates son necesarios para definir una nueva laicidad y el rol del Estado laico que plantea nuevos dilemas de la convivencia democrática y no simplemente la expulsión de la religiosidad del espacio público.

Es momento de dar esas discusiones y reivindicar estos principios que, junto al movimiento de la reforma universitaria, representan una línea histórica en defensa de la gestión democrática de la educación pública. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *