La suba de precios que viene

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El Gobierno implementó esta semana la actualización en las tarifas, un indicio de que en los próximos meses serán los precios de los servicios públicos los que más suban.

Eleconomista.com.ar – Inflación hay de muchos tipos. Como las drogas, todas hacen daño. Sin embargo hay muchos médicos que dicen que sirven para curar. Entre los economistas también hay herejes que aseguran que la inflación no siempre es mala. Lo que los argentinos enfrentaron (más bien sufrieron) en los últimos años fue una inflación en los bienes. Salir a comer se hizo más caro, comprarse ropa también y hasta irse de vacaciones. Pero eso se terminó. Ahora, con la recesión y el ajuste fiscal de por medio, se viene la inflación de servicios públicos. Para muchos se trata de una inflación más justa. En definitiva serán las clases más ricas las que vean subir sus gastos en los próximos meses. Los subsidios en 2009 serán menores a los del año pasado (ver página 10).

Del F1 al Dakar

El año empezó con subas de hasta el 20% en el transporte y del 400% en las boletas de electricidad. Todo indica que en 2009 continuará cerrándose definitivamente la brecha entre la inflación de bienes y la de servicios que refleja la distorsión de precios que hay en la Argentina. Hace tres años la inflación en los servicios públicos era cero. Mientras tanto los precios de los bienes subían al 10% promedio. Es verdad que las tarifas fueron actualizadas un año atrás. Entonces la inflación alcanzó por primera vez en años la cifra de dos dígitos. Pero a comienzos de 2008, cuando Martín Lousteau recién asumía como ministro, los precios estaban lanzados a una carrera descontrolada de más del 25%.

El incremento acumulado de los precios de los bienes en 2007 fue de 45% contra 11% de los servicios públicos. En 2008 esa brecha se cerró algo aunque no llegó a taparse del todo: 30% contra 18%. La actualización de las tarifas planeada para este año terminará eliminando aún más la distorsión de precios en la economía ya que la recesión se encargará de disciplinar los valores de varios productos. Si bien la mayoría de las consultoras creen que el dato del INDEC de inflación para el mes de diciembre (0,3%) es un tercio del verdadero, en FIEL creen que la diferencia no es tanta. Según la medición que hace ese think tank los precios en diciembre subieron más que lo que el organismo oficial dice pero no tanto: 0,5%. “Este dato es importante porque pinta la desaceleración que enfrenta hoy la Argentina y cómo afecta los valores”, dice Fernando Navajas, de FIEL. Según este economista el país podría haber sufrido un cambio estructural a fines de 2008 que cortó la dinámica alcista en los precios. El enfriamiento en el nivel de actividad, motivado por la crisis internacional pero también por las decisiones del Gobierno sobre las AFJP, hizo que la carrera entre precios y salarios pasara de librarse en una recta de Fórmula Uno donde se acelera a 300 km/h a una recta del Rally Dakar donde hay que ir con muchísima más precaución. “Frente a este escenario de recesión y con otras expectativas inflacionarias, los aumentos de las tarifas hoy son menos significativos que si se habrían hecho en 2007 o 2008”.

Estanflación

La suba en los precios no es un tema agotado en un año en el que parece que pocos se atreverán a dictar aumentos, temerosos de que pierdan clientes. ¿Entonces aún no es momento de cantar ‘un minuto de silencio a la inflación que está muerta’?

“No, salvo que alguien espere que haya una recesión muy importante”, explica Navajas. Si bien la mayoría de los economistas cree que la Argentina no podrá escaparle a las tasas negativas en 2009 –y cuando aún lo hiciera (creciendo muy poco) la sensación para la gente sería la misma–, hay economistas como Miguel Bein o Mario Blejer que sostienen que la Argentina este año crecerá al 3% impulsada básicamente por el gasto público.

Más allá de cuál sea el balance final en términos de nivel de actividad, no hay nada que indique que el ritmo al que los precios suben vuelva a estar en tasas de un dígito. Navajas está convencido de que la inflación no cederá y que 2009 será un año con estanflación. El ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, dijo lo mismo esta semana. Y para Domingo Cavallo, ex ministro de Economía, la Argentina estará en estanflación hasta 2011 (ver página 7).

Menos inflación

La inflación en 2009 será más baja que en 2008. Pero todavía alta para los estándares internacionales. Guido Sandleris, un profesor de la Universidad Di Tella que elabora un índice de expectativas de inflación, adelanta que la tasa esperada para 2009 es 20%. “Viene cayendo desde diciembre y de un año en el que la gente percibió que la inflación fue de 30%”.

Algo similar ve Rodrigo Alvarez, economista de Ecolatina. Piensa que en 2009 bajará alrededor de 10 puntos porcentuales. El año pasado según la medición que elaboran en la consultora de Roberto Lavagna, fue de 23,5%.

La explicación de por qué los precios cederán este año es múltiple. “Si bien las empresas seguirán trasladando en forma parcial la suba de costos, estos crecerán menos que en años anteriores. La actualización de salarios será más acotada también. Tampoco se esperan fuertes aumentos de los insumos productivos excepto en la provisión de servicios públicos”.

Justamente ‘la otra inflación’ será lo que explica la inflación de 2009: los ajustes en los servicios residenciales para bajar subsidios. El Gobierno ya bastante presión tendrá para subir el gasto público por la recesión y no tiene margen para descuidar el superávit: en ese sentido llegó el momento de que la factura la paguen los segmentos más ricos de la población.

Pero Alvarez añade un elemento de tensión para el año: el nivel del tipo de cambio. “La falta de confianza y el menor saldo exportable pondrán presión al asunto”. La estanflación entonces no es en sí misma un escenario de crisis para la Argentina, admite Navajas. “Si la Argentina sale o no de la estanflación no es relevante. El tema es qué hace el Gobierno con el ajuste del dólar que todos piden”. Una devaluación que la mayoría da por descontada pero que no queda claro cómo se irá llevando a cabo. Algo que se daba por descontado era la suba en los precios de los servicios públicos. Y se dio de la peor forma con subas del 20% y 400%. ¿El tipo de cambio se actualizará con la misma sensibilidad? Se viene la otra inflación.

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