La propuesta es suspender por 4 meses
Las fábricas de electrodomésticos dicen que es la única vía para mantener el empleo. Acusan caídas de ventas a pesar de los planes oficiales de incentivo al consumo. Un informe de la UIA desmiente las tasas productivas del INDEC
CriticaDigital.com.ar – Las ensambladoras de electrónicos y electrodomésticos de Tierra del Fuego propusieron a la gobernadora Fabiana Ríos un plan de suspensiones de sus operarios por un plazo inicial de cuatro meses, con rebajas salariales a cambio de no despedirlos por la caída de sus ventas. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) adelantó su rechazo a la iniciativa, que tampoco obtuvo el respaldo de la mandataria provincial. En Buenos Aires, en simultáneo, la cúpula de la UIA acordó empezar a difundir sus propios datos sobre la producción fabril, para evitar que el INDEC camufle la crisis del sector y deje sin argumentos a las empresas a la hora de pedir ayuda al Gobierno para enfrentarla. Según el último informe que circula entre sus directivos y a cuyo contenido accedió Crítica de la Argentina, noviembre y diciembre pasados mostraron una retracción de la actividad del 6 y el 7% respectivamente, en comparación con un año atrás.
A medida que se acerca marzo, la tensión entre gremios y cámaras patronales aumenta. Los empresarios buscan frenar los pedidos de recomposición salarial por la inflación acumulada en los últimos meses. Y advierten que si sus empleados no aceptan suspensiones ni resignan los incrementos de sueldo que pretenden, habrá despidos.
Desde que se disparó la crisis mundial, los gremios argumentaron que las empresas acumularon ganancias récord entre 2003 y 2007 que les permitirían financiar las subas. El Gobierno los apoya de palabra, pero hasta ahora no dispuso medidas concretas para frenar los despidos que ya se multiplican entre las pymes. Así rechazó el pedido de doble o triple indemnización para cesantías sin causa que pidió la CGT.
La propuesta de suspensiones en Tierra del Fuego la hizo la Asociación de Fabricantes Argentinos de Terminales Electrónicas (Afarte). El plan fija rebajas acordes a los días mensuales de suspensión, pero asegura que “en ningún caso el salario de los trabajadores sería menor a 1.500 pesos”. Pese a los planes de incentivo a la venta de electrodomésticos, acusan bajas sensibles en la facturación local.
En la firma Radio Victoria Fueguina, los accionistas propusieron suspender a todo el personal durante quince días por mes, durante cuatro meses. Según informó la agencia DyN, los operarios de Visteon S.A. ya se encuentran trabajando sólo tres días a la semana. En la rama electrónica fueguina trabajan unas 2.000 personas. En la isla se ensamblan acondicionadores de aire, equipos de audio y video y otros electrodomésticos, con beneficios fiscales.
En la UIA, en tanto, la primera reunión después de las vacaciones estuvo teñida de principio a fin por la crisis. Aunque publicaron un comunicado en apoyo a la convocatoria del Consejo Económico y Social, los jerarcas fabriles comentaron que la realidad sectorial “es mucho peor de lo que piensa el Gobierno”. En noviembre, aseguran, la actividad cayó un 6% interanual, aunque el INDEC habló de “crecimiento cero”. Y para diciembre estimaron un desplome del 7%, frente a la mejora del 2,3% que se calculó oficialmente.
Fracasó la negociación con Brasil
Los gobiernos de la Argentina y Brasil no lograron ponerse de acuerdo para desmantelar las restricciones comerciales que impusieron dentro del Mercosur a fin de proteger a sus respectivas industrias de la crisis mundial. Tras una cumbre ministerial de emergencia en Brasilia, las dos administraciones se limitaron a conformar un grupo de trabajo que continuará discutiendo el tema el 4 de marzo próximo. Pese al traspié diplomático, el presidente Luiz “Lula” da Silva aseguró que “la relación con la Argentina es tan profunda” que “no hay diferencia que no pueda ser resuelta”. Y dijo preferir “una reunión como la de hoy (por ayer) para resolver divergencias que tomar una medida punitiva” en forma unilateral. Pese a los dichos de Lula, su gobierno intentó fijar a fines de enero una serie de trabas burocráticas para la importación de manufacturas provenientes del resto de los socios del Mercosur. Llegó incluso a anunciarlas, pero dio marcha atrás al día siguiente frente a las críticas del resto del bloque. El gobierno argentino exige permisos similares para el ingreso de heladeras, cocinas, lavarropas, televisores, electrónicos, textiles, calzados, autopartes, acero y vidrios brasileños. Es por la diferencia de escala con el gigante vecino y por los reclamos de los industriales locales. Al encuentro de ayer en Brasilia asistieron los cancilleres Jorge Taiana y Celso Amorim y los ministros argentinos de la Producción, Débora Giorgi, y de Economía, Carlos Fernández. Por el lado brasileño estuvieron Guido Mantega, de Hacienda, y Miguel Jorge, de Desarrollo.
Las recetas del profe de Obama
El ministro de Asuntos Estratégicos de Brasil, Roberto Mangabeira, pidió en Buenos Aires que los gobiernos “no sobredimensionen” las disputas comerciales y prioricen un plan coordinado para salir de la crisis apoyados económicamente en sus estados. “Necesitamos una agenda de gran escala de inversión pública por medio de bancos públicos y estímulos públicos a la inversión privada”, destacó el ministro, tras reunirse con el jefe de Gabinete, Sergio Massa, con la CGT y con las principales cámaras patronales. Aunque habló del “potencial transformador” y “revolucionario” del Estado, el ministro omitió las diferencias de tamaño entre uno y otro. Y las herramientas de intervención que la Argentina perdió y Brasil mantiene, como el Banco Nacional de Desarrollo. Ex profesor de Barack Obama, Mangabeira igual dijo desconfiar de “las recetas que llegan de Estados Unidos, donde están todos desorientados".
