La inflación es el elemento clave para saber cuántos pobres hay
Desconfianza generalizada sobre los datos del Indec. Según los expertos privados, la suba real de precios es mayor que la oficial y por eso crece la pobreza.
Clarin.com.ar – Por: Jorge Luis Velázquez . La inflación, sobre todo en los alimentos, es el elemento clave sobre el cual los analistas privados cargan las tintas para explicar las diferencias de cálculo que mantienen con los datos oficiales sobre pobreza. Al 20,6% que anticipó la semana pasada Cristina Kirchner y que ayer ratificó el INDEC, los privados contraponen mediciones propias que oscilan entre el 28% y el 33%.
El dato de inflación es determinante para explicar esa brecha. Cuanto más suben los precios, más cara es la canasta básica que sirve de referencia para establecer la línea a partir de la cual alguien es pobre. En cambio, con una inflación menor la canasta se abarataría y dado que más gente podría acceder a ella se reduciría la cantidad de pobres.
Según el último registro del INDEC -que corresponde a abril- la canasta básica total subió apenas 0,4% el mes pasado y pasó a costar 987 pesos. Sin embargo, según la medición del consultor Artemio López el valor de ese mismo grupo de alimentos y servicios básicos para mantener una familia tipo ese mes su precio era de 1.435 pesos.
Esta brecha no fue visible sólo en abril. En realidad, se viene registrando desde enero de 2007, fecha en la cual el Gobierno intervino directamente en la conducción del INDEC y los datos sobre inflación empezaron a ser cuestionados.
La mayor o menor cantidad de pobres depende también de saber en qué medida sus ingresos cubren o no el costo de la canasta básica. Pero, para esto también es clave el papel que juegan los datos sobre la inflación, ya que un índice de precios más bajo o "maquillado" se traduciría en una mejora del salario real, al menos en las estadísticas.
Según los últimos informes oficiales, la evolución del índice de salarios estaría demostrando una recuperación importante del poder adquisitivo de los trabajadores. Es decir, le vienen ganando a la inflación. Por ejemplo, los sueldos privados subieron en marzo -último dato oficial- 1,15%. Crecieron, sobre todo, los que reciben los trabajadores "en negro": 2,99%. En ese mismo mes la inflación fue, según el INDEC, de 1,1%. Y la canasta básica habría bajado 0,2%.
"Es poco creíble que haya una caída de la pobreza cuando vemos que los precios suben todos los meses", dijo ayer el economista del Instituto de Estudios y Formación de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Tomás Raffo. Estimó que si se tomara la inflación real, "en realidad la pobreza estaría en un rango que va del 26,8% al 33%".
Agustín Salvia, director del Observatorio Social de la UCA, estimó que a fin de 2007 la pobreza llegó a un piso de 28,1%. "Fue porque los ingresos de la gente crecieron menos que la inflación y porque decayó el ritmo de creación de empleos".
Para Ernesto Kritz, de SEL Consultores, la pobreza está en torno del 30,3%.
