La economía terminará mejor de lo que empieza y se piensa
La marcha de la economía mundial y la evolución del tipo de cambio serán clave en 2009.
Eleconomista.com.ar – El año comienza con la economía en recesión y terminará con crecimiento. Hacia mitad de 2009 el maltrecho nivel de actividad se recompondrá y la economía habrá ganado dinamismo para la época de elecciones. Este es el panorama promedio que los principales economistas brindan. El pronóstico más optimista del mercado es de la Fundación Capital que dirigía Martín Redrado. Allí estiman un crecimiento del producto bruto de 2,9%. La proyección más pesimista pertenece en cambio a la consultora de un ex funcionario. Trabajo, Capital y Crecimiento (LCG, según sus siglas en inglés) de Martín Lousteau ve una recesión del 1%. La diferencia entre uno y otro vaticinio es el comportamiento que tendrán el consumo y la inversión. Ambos coinciden en que el sector externo ya no tendrá la misma contribución al crecimiento de los últimos años. En realidad es lo que sostiene la mayoría de los economistas y hasta el mismo Gobierno: se espera un recorte del superávit comercial de alrededor de U$S 6.000 millones por la caída de los precios internacionales. Entre los aspectos negativos hay que decir que el paquete de medidas lanzado por el Gobierno en las últimas semanas no será suficiente para enderezar el rumbo en 2009. Sólo a medida que desaparezca la sensación de desconfianza entre consumidores y empresarios la economía se estabilizará. Los datos positivos son que las empresas están en mejores condiciones financieras para enfrentar un año que empieza siendo difícil. A pesar de la crisis y las menores exportaciones, la cantidad demandada de productos argentinos se mantendrá estable. Países como China y Brasil crecerán por debajo de lo que lo venían haciendo pero por encima del promedio mundial, algo que terminará beneficiando a la Argentina. Por su parte será el primer año en los últimos tres en el que tipo de cambio real experimente alguna mejora. Sin duda esto será un aliciente para la inversión en un contexto internacional en el que el dólar seguirá revaluándose. A continuación un repaso de los principales pronósticos para cada tema.
Consumo, salarios y empleo
En 2009 comenzarán a operar nuevos efectos sobre las decisiones de la gente a la hora de comprar. La inflación, que en 2008 provocó la caída del poder adquisitivo, ya no será el fenómeno de igual magnitud que afectó a los argentinos en los últimos dos años. La pérdida de ingresos nominales en los hogares en cambio será un factor con mayor presencia. ¿Por qué se espera caigan los ingresos nominales? Por un lado porque habrá algunos despidos en empresas grandes y en otras pequeñas que cierran (quedan fuera del mercado). Esto restará ingresos. Hace un año el 2% de los empresarios consultados por el INDEC decía que no planeaba disminuir la cantidad de horas trabajadas por su personal. Hoy ese porcentaje subió al 15%. Un reciente trabajo de IDESA también arroja luz sobre ese tema: concluye que en las últimas crisis en la Argentina fueron las grandes empresas las que destruyen más puestos de trabajo y en cambio las Pymes hasta muchas terminan tomando gente aunque de manera informal.
Pero otro motivo por el cual los ingresos en general caerán en 2009 es que buena parte de los trabajadores no asalariados, que equivalen al 25% de la PEA, sentirán el impacto del menor dinamismo en la actividad. Prueba de esto es que el índice de Confianza del Consumidor de la UTDT cayó 12% en los últimos dos meses. Este indicador supuestamente anticipa la evolución del consumo. Victoria Giarrizzo, economista del CERX, piensa que las políticas lanzadas por el Gobierno para incentivar la demanda no van a tener el efecto esperado porque ataca el problema por el lado equivocado. “La caída en los niveles de compra no se debe a la falta de crédito. El problema es que las familias de menores ingresos hoy están muy endeudadas y esa deuda es muy cara, lo que deteriora su poder adquisitivo. En todo caso lo que se debería haber hecho, era reducir la carga financiera de las deudas tomadas”. En cuanto a las políticas que apuntan a recomponer ingresos como la eliminación de la tablita en ganancias, los economistas en general piensan que darán resultado sólo en la medida en que la gente perciba estabilidad en el mediano plazo. De acuerdo a una reciente encuesta del CERX el 92% de la gente asegura estar controlando más sus gastos empujada tanto porque considera que su ingreso real se redujo como por “desconfianza” al escenario que viene. La eliminación del esquema implementado por el ex ministro José Luis Machinea a fines de 1999 beneficiará a 240.000 trabajadores en relación de dependencia y 120.000 autónomos, un número modesto si se tiene en cuenta que en la Argentina la población económicamente activa es de 16,5 millones de personas y los ocupados rondan los 15 millones. La evolución del empleo y desempleo tampoco le dará una mano a la reactivación del consumo. En LCG, la consultora de Martín Lousteau, esperan un aumento en la tasa de desocupación al pasar del 7,8% actual al 10,3%. Para la Fundación Capital en cambio estará en 8,3%. Por último un punto más: como consecuencia de las peores condiciones para generar y sostener el empleo, y además de las medidas que tomó el Gobierno en las últimas semanas, se calcula que las negociaciones salariales en 2009 serán menos intensas que los últimos dos años. Según Juan Luis Bour, economista de FIEL, los salarios aumentarán en algún porcentaje dentro del rango 14- 17%. Probablemente las presiones no se den en todos los sectores por igual –dependerá del impacto sobre la actividad de cada uno–, pero seguramente las demandas en sectores más estables (básicamente empleo público) serán más altas.
Dato a tener en cuenta en 2009:
será el primer año del kirchnerismo en que el desempleo no baje y la informalidad aumente. El más optimista: Miguel Bein ve el consumo creciendo al 2% El más pesimista: Miguel Angel Broda ve el consumo privado cayendo 1%.
Precios y dólar
Para Miguel Angel Broda la inflación en 200 será de 14%. En una línea parecida aparecen los pronósticos de economistas como Miguel Bein y Martín Lousteau. Todos más o menos proyectan un aumento en los precios minoristas cercano a 19% para este año. ¿De qué dependerá que la inflación ceda entonces? Básicamente hay tres cuestiones a tener en cuenta: el nivel de actividad, la puja salarial y la política monetaria del Banco Central.
El enfriamiento de la economía es el primer motivo que ayudará a disciplinar los precios el año próximo. La prioridad de conservar los puestos de trabajo por encima de actualizar los salarios según dejaron entender los líderes sindicales, jugará a favor de que la inflación ceda. La CGT incluso ha dado señales que la derogación de la tablita de Machinea ha sido una buena excusa para morigerar sus demandas el año próximo. Por su parte el Central continuará con su política de flotación administrada. En la Unión Industrial Argentina creen que el dólar debería estar en torno a los $4 el 31 de diciembre. Pero de 2008. En el Central saben que ello sería suicida. En ese sentido todo indica que el dólar a $4 que los industriales piden hoy para recuperar la rentabilidad perdida en 2008 y que los economistas precisan como el que se necesita para equilibrar las cuentas fiscales, se materializará recién a fines de 2009. Para el ex secretario de Financiamiento, Miguel Kiguel, llegará $ 4,10. Esto implica una devaluación del 20% y una mejora de la paridad cambiaria en términos reales de cerca del 5%. Lo que está claro es que nunca como en los últimos tres años hubo condiciones tan claras para que el tipo de cambio real experimente una mejora gracias a morigeración de la inflación. Por último, se pasará de tener una oferta neta de divisas en la economía de U$S 7.500 millones en 2008 a un faltante de U$S 1.000 millones (ver sector externo).
Dato a tener en cuenta en 2009:
será el primer año de los últimos tres en el que mejore el tipo de cambio real. El más optimista: Miguel Bein es tima una inflación de 12% El más pesimista: Gustavo Cañonero (Deustche Bank) la ve en 17,3%.
Sector externo
La caída de las exportaciones será de 4 puntos del producto en dólares en 2009 que equivalente U$S 13.000 millones. Ese es el pronóstico de un economista de uno de los? bancos argentinos más grandes. “Es la gran novedad de 2009”, resalta. “Van a faltar dólares”. Carlos Melconian tiene un pronóstico parecido: “será un año negro para la exportación”. Es el consultor de la city que tiene el pronóstico más extremo, piensa que las ventas al exterior pasarán de U$S 71.000 millones a U$S 56.000 millones. Esto equivale una caída de U$S 15.000 millones (21%) que se explica: U$S 12.000 millones por efecto de los menores precios y los 3.000 restantes por una combinación de menores volúmenes de materias primas, menor exportación a Brasil y menos ventas al resto de los mercados. En 2009 probablemente repunten las tasas de crecimiento de las exportaciones a países como China y Brasil, que demandan el 30% del total de las ventas argentinas al exterior. Ambas cayeron abruptamente en los últimos meses. En el caso del primero, que participa en un 10% de las exportaciones argentinas, pasaron de crecer al 40% en mayo a directamente caer en noviembre. Con Brasil el freno fue menos brusco pasando de dos dígitos a 9,3% en noviembre. La intensidad de la recuperación de estos flujos se concretará en la medida en que la economía estadounidense dé señales de reactivación y los emergentes también. Todo indica que ocurrirá más o menos a mitad del año próximo. El dato favorable para la Argentina es que tanto China como Brasil serán de los países más dinámicos del mundo por más que varias estimaciones han recortado sus tasas de crecimiento (8% y 2,1% respectivamente según el consenso). En 2009 el país perderá reservas como no lo hizo en los últimos años. Lousteau estima que en diciembre próximo la Argentina tendrá reservas por U$S 35.000 millones como consecuencia, en parte, de que al Gobierno no le será posible revertir la confianza de la gente. Para Broda en cambio terminarán en U$S 42.000 millones porque la fuga de depósitos logrará estabilizarse.
Dato a tener en cuenta en 2009:
según MVAS en 2009 la Argentina tendrá por primera vez en más de seis años un rojo en la cuenta corriente de U$S 1.000 millones. El más optimista: Miguel Broda ve reservas por U$S 42.000 millones. El más pesimista: Martín Lousteau cree que las reservas caerán a U$S 35.000 millones.
Deuda y sector fiscal
En 2009 el Estado deberá atender necesidades por U$S 1.941 millones según cálculos del Estudio Bein. Para Kiguel en cambio serán U$S 3.500 millones. La Argentina hará frente a vencimientos por U$S 19.400 millones de los cuáles alrededor de U$S 13.000 son amortizaciones y el resto son pagos por intereses. Los economistas estiman que el Gobierno tendrá recursos para llegar a cubrir una parte. Por eso la importancia de cuidar las cuentas fiscales cuando el país no tienen acceso a los mercados para cubrir el gap financiero. Para el Estudio Bein el superávit primario será de $ 29.119 millones (2,5 puntos del producto) y el Estado recaudará $ 323.000 millones, 20% respecto a este año. Una de las variables que los economistas más observarán será la marcha del gasto público. Kiguel estima que crecerá 23,9%, menos que el 26,9% al que aumentarán los recursos. Melconian también analiza el mismo tema y dice que para que el superávit en pesos de 2009 llegue a $ 30.000 millones, el gasto público no puede pasar de $ 212.500 millones contra unos $186.000 millones de este año. Significaría un aumento menor al de los últimos dos años (45% y 35% respectivamente).
Dato a tener en cuenta en 2009:
será el primer año del kirchnerismo en el que el gasto por subsidios crecerá menos que el gasto total. El más optimista: para Kiguel el Gobierno puede llegar a un superávit del 3% del PIB. El más pesimista: Lousteau ve un ahorro fiscal de no más de 2,4%.
Inversión
El Gobierno presentó en la semana un megaplán de obras públicas por $111.000 millones. Pero el 80% de los proyectos ya estaban contemplados en el Presupuesto 2009. Lo cierto es que la inversión caerá en la Argentina el año que viene como consecuencia de que las empresas privadas decidieron dar de baja proyectos o directamente recurrir a importaciones. Las compras del exterior seguirán en niveles récord: según Econviews podrían llegar a U$S 58.000 millones. Si bien esto supone un estancamiento con respecto al crecimiento 30% promedio de los últimos tres años, en ningún caso se prevé una disminución. Los planes anunciados por el Gobierno como el blanqueo de capitales o facilidades de crédito, no se espera que tengan un impacto favorable sobre la inversión. En ese sentido las inversiones en la Argentina seguirán faltando el año próximo como consecuencia de un clima de desconfianza hacia una gestión que deberá enfrentar un desafío electoral y las altas tasas de interés. Según un índice que elabora la consultora Orlando Ferreres en noviembre la inversión habría caído en forma anual luego de un crecimiento sostenido en los últimos años. “Para el año que viene se calcula una caída del 4% en la inversión”, estima Fausto Spotorno, economista de OJF. La mejor señal que la inversión pueda recibir el año próximo será la corrección del tipo de cambio real que aumentará por primera vez en tres años (ver precios). Esto último impactará de manera favorable sobre los sectores más orientados al comercio exterior y se verán resultados favorables en ese sentido (ver dato optimista).
Dato a tener en cuenta en 2009:
será el primer año de los últimos seis en que caiga la inversión. El más optimista: Miguel Bein cree que la inversión crecerá 2% el año próximo. El más pesimista: Miguel Broda piensa que la inversión caerá 8% en 2009.
