La candidatura de Macri le conviene a Cristina
Por Alejandro Caracciolo.
Noticias Urbanas – El Gobierno Nacional, intentará buscar en el congreso de la Nación la Re-reelección de su Presidenta. Esto es un tema central en la agenda política K, que analiza si lo podrá llevar adelante con esta composición del Congreso Nacional o deberá esperar a las elecciones del año entrante.
Para impulsar una reforma constitucional que habilite a Cristina a otro período, es necesaria la conformación de una mayoría especial en cada cámara, y en ese plano, el análisis pasa por la cantidad de legisladores “comprables o extorsionables” por parte del Kirchnerismo, tanto en el reparto de dinero para sus provincias (ahogadas financieramente) o para utilización personal.
Pero lo más visible de la estrategia es la manera burda en la cual actúan para diseñar su estrategia electoral de manera que puedan acumular más legisladores y la oposición quede fragmentada y disminuida.
La idea de repartir 1 millón de netbooks a los adolescentes de colegios secundarios y luego reformar la ley electoral para que voten, es una clara demostración del avance impune y clientelar de la estrategia K.
En tal sentido, el Jefe de gobierno de la Ciudad, representa una oportunidad para el Kirchnerismo, su perfil neoliberal, los procesamientos, su marcada tendencia de derecha; ponen inevitablemente al gobierno nacional como la opción progresista para un electorado manipulado por la guerra mediática, donde Clarín no logra comprender que deberá tener una estrategia de canalización hacia algún candidato, si quiere oponerse al gobierno desde su corporación, porque en las boletas del cuarto oscuro no van a ir de candidatos Magneto o Lanata.
En esta situación, el PRO es la oposición funcional al Kirchnerismo, no solo por su debilidad estructural como partido, sino por su debilidad en el Congreso Nacional, para oponerse a la re-reelección o hasta inclusive para gobernar en minoría legislativa si ganara las elecciones del 2015.
Ya hemos visto el resultado de las apuestas a grupos personalistas sin estructura partidaria, con Ibarra en la ciudad, o lo que sucedió con De la Rúa cuando se desmembró la Alianza y el bloque de la 1ra minoría fue peronista. Al otro día de las elecciones de octubre de 2001, el peronismo ya estaba conspirando para provocar la salida del gobierno.
Macri no solo es un candidato débil, sino que también es un candidato que nunca podrá arrastrar el voto progresista no peronista.
La UCR sigue siendo la opción real para ganarle al kirchnerismo. Las fuerzas progresistas se deben unir y la UCR es piedra angular de esa Unidad
