La Presidenta admitió que hubo 50 mil cortes de luz simultáneos.
Lo dijo ayer Cristina Kirchner, quien reconoció que \»muchas veces los sistemas no están preparados\» para absorber el mayor consumo energético. En los últimos tres días, unos 300 mil hogares estuvieron afectados.
Clarín.com – Pasó el primer gran sofocón del verano e hizo crujir el endeble sistema eléctrico argentino: ayer miles de casas volvieron a sufrir cortes en el servicio. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner admitió esta crítica situación y precisó que más de 300.000 hogares se vieron afectados en Capital, conurbano y La Plata. Responsabilizó sobre todo al intenso calor, y a las distribuidoras privatizadas.
La mandataria habló del asunto que puso de malhumor a muchos argentinos en la Casa Rosada, durante el anuncio de obras ambientales. En ese contexto, vinculó esta reciente crisis con la "ola de calor", y a ésta con el cambio climático global. "Esto revela que muchas veces los sistemas no están preparados para estos cambios, que van a seguir y que de acuerdo con los pronósticos más optimistas van a tender a profundizarse", advirtió.
A pesar del mal augurio, para muchos estas palabras sonaron a bálsamo. Y es que -a diferencia de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner- Cristina no negó las cosas, sino que admitió que el país se enfrenta con un problema. Ya había asumido esta posición al lanzar, pocos días atrás, el Plan de Uso Racional de la Energía, que incluye el cambio del huso horario y el reemplazo de bombitas normales por las de bajo consumo. Ayer, la Presidenta defendió esa iniciativa.
De memoria, sin recurrir a ningún machete, Cristina dimensionó el último episodio de la larga saga de problemas energéticos: dijo que a las 22.36 del martes, cuando la sensación térmica era agobiante, se registró un récord histórico de demanda de energía (según datos oficiales, fue de 385,2 Gigavatios/hora). Y que entonces el sistema eléctrico respondió con una oferta de 17.885 Megavatios. Esta cifra no fue récord (la potencia llegó a 18.345 Megavatios el 14 de junio de 2007), pero mostró que el sistema estuvo muy cerca de su límite cuando la ciudad, agobiada por el calor, encendió al unísono ventiladores y aparatos de aire acondicionado. Hubo que recurrir incluso a la importación de electricidad desde Brasil para hacer frente a tanta cosa prendida.
De boca de la Presidenta llegaron precisiones sobre las consecuencias de este "pico máximo de consumo energético". Reveló que "si bien la producción máxima, en ese mismo momento, era de 19.200 Megavatios, problemas en la distribución provocaron picos de cortes en todo lo que es la región metropolitana. Llegamos al máximo de 50 mil cortes simultáneos".
En realidad, según ella misma explicó, los hogares que desde el lunes vieron afectado su suministro eléctrico (en promedio, los cortes duraron tres horas) fueron 303.302, es decir el 5,87% del padrón de clientes de las distribuidoras Edesur, Edelap y Edenor, que asciende a 5.167.000 usuarios. Los cuidadosos datos fueron seleccionados por Cristina para mostrar con crudeza el impacto de las altas temperaturas de esta semana. También los comparó con el promedio de cortes que se registró en 2007, que fue 0,63%.
Tras el discurso presidencial, fuentes del Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido, destacaron que el sector de generación y transporte de electricidad logró responder a la intensa demanda, y que los cortes se debieron a deficiencias en la distribución. "Ahora van a tener que cambiar los cables", dijeron, apuntando su dedo acusador contra las tres empresas distribuidoras. Cristina había dicho lo suyo en igual sentido: consideró que esas privatizadas deberán mejorar su "grado de operatividad" y anticipó que el Estado exigirá de ellas que cumplan con sus responsabilidades.
"Para el usuario que se queda sin luz o sin agua, su problema es de una dimensión humana que no lo solucionamos diciendo que hubo un pico de demanda energética, con números y cifras. Así sea uno solo el que tenga el problema, exige una actitud diferente por parte de todos", terminó la Presidenta.
Aunque el retroceso de la temperatura que se registró ayer permitió que el sistema eléctrico no trabajase tan forzado como el martes (los expertos dicen que el alivio será todavía mayor hoy), al cierre de esta edición eran todavía muchos los que seguían padeciendo una baja de la tensión o cortes eventuales.
"Sigo sin luz en mi casa… Voy por el tercer día consecutivo. ¡Gracias Edesur!", comentó Emiliano Ariel Díaz, de Parque Avellaneda, en Clarín.com. Mónica Meglio, vecina de Liniers, también estaba al borde de un ataque de nervios: el martes tuvo el primer corte a las 4, pero a las 9 la luz volvió… hasta las 15. Así toda la noche, hasta las 9.30 de ayer. Y así varias veces más. "Perdí todo lo del freezer y vine a trabajar casi sin dormir".
