Kirchner al mando de decisiones claves de empresas privadas
Sancor, Aerolíneas, Esso y Telecom son algunas de las empresas que dependen de la decisión oficial para delinear su futuro dentro del país. Los apellidos se repiten: Eurnekian, Eskenazi, López, Báez, Werthein son los empresarios interesados en firmas mill
Perfil.com.ar- Rodolfo Barros. El Gran Hermano Néstor K está en todos lados. No sólo puso a personas de su confianza en cada uno de los rincones del Gobierno de su esposa, sino que, además, lo hace en negocios estratégicos: petróleo, electricidad, telecomunicaciones, alimentos y transporte.
El pretexto es la “argentinización” de las empresas líderes, cuyos efectos serían, desde la óptica oficial, dotarlas de una visión que apoye “el modelo productivista”.
La realidad muestra en cambio que estas intervenciones del Gobierno, más bien frenan oportunidades de desarrollo y en los enroques entre accionistas salientes por empresarios entrantes, una reducida lista de apellidos se nutre de negocios colosales: Eurnekian, Mindlin, Wertheim, Eskenazi, López, y Báez, son los mencionados con frecuencia.
Más allá de la concreción del ingreso del Grupo Petersen, que comanda el banquero Enrique Eskenazi a YPF (el jueves desembolsó la primera cuota de los US$ 2.235 millones para quedarse con 14,9% de la petrolera), el renovado conflicto en Aerolíneas Argentinas muestra los rasgos más oscuros del intervencionismo kirchnerista (ver aparte), distante de las intervenciones estatales que recomiendan los manuales neokeynesianos.
En el caso aerocomercial, el mercado asume un intento desde el kirchnerismo, y en especial del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, por desplazar al Grupo Marsans del control de la empresa. Los españoles aseguran que sus socios del Estado deberían
Marsans busca autorización para aumentar los pasajes, a pesar de los subsidios que el Gobierno le entregó esta semana para que pueda pagar los sueldos, pero frecuentemente este auxilio es retaceado por el propio Gobierno.
Rasgos similares se observan en operaciones por concretarse en Esso y Telecom.
Inversiones. Cuando se trata de caja, Néstor Kirchner está siempre atento. Tanto es así que en la novela de enredos de la sanción legislativa del nuevo régimen de desgravación impositiva para inversiones de capital, se asumió que las idas y venidas acerca de la autoridad de apliación, colocándola en manos del Poder Ejecutivo en lugar del Ministerio de Economía, se atribuye en el mercado a la intención de Kirchner de manejar los subsidios. Sería a través de sus espadas incondicionales del Ministerio de Planificación. En cualquier caso, quienes actúan en sectores sensibles saben que tienen que lidiar con el “Gran Hermano”, con oficinas en Puerto Madero, e intereses privados, aunque en un contexto paraestatal. Para estar atentos.
Créditos y leche en polvo
La operación fue compleja. La cooperativa más grande de la Argentina estaba por quebrar y el gobierno de Néstor Kirchner la salvó con créditos del Banco Nación y un convenio con Venezuela.
Durante los próximos 12 años, Venezuela será el mercado “obligado” de las exportaciones de leche entera en polvo de SanCor, consecuencia del crédito de US$ 135 millones que el gobierno de Hugo Chávez le otorgó a la compañía argentina para sanear sus deudas.
La entrega del producto para saldar el crédito se efectuará en forma escalonada. Serán 3.000 toneladas anuales los primeros dos años; y 3.500 toneladas los dos años siguientes. Los envíos se elevarán a 5.000 toneladas para cada ciclo de los años 5, 6 y 7; mientras que para los últimos cinco años serán 8.000 toneladas por ejercicio.
Todas esas exportaciones quedarán exceptuadas de retenciones; el período de amortización del capital será de 12 años y la tasa de interés se fijó en 3% anual.
Fuentes de la compañía confiaron que ya se vendieron 7.000 toneladas y se enviaron otras 500 como parte de pago para cancelar el crédito.
Asimismo, mediante otro acuerdo firmado con el gobierno de Venezuela, la cooperativa lechera se comprometió a enviar 15.000 toneladas anuales durante los próximos 12 años, y para el 2008 ya tiene cerrado una venta de 7.000 toneladas de leche en polvo para el primer semestre.
Con esta jugada, Néstor Kirchner no sólo logró evitar la venta de SanCor al financista Geoge Soros, que hizo su oferta cuando la cooperativa estaba por quebrar, sino que le devolvió un importante favor a Chávez, frecuente comprador de bonos argentinos.
Eurnekian tras la marca del tigre
Exxon Mobil, la principal petrolera del mundo y dueña de la marca Esso, anunció que se retira de América latina.
En los próximos días se conocerá al comprador, pero trascendió que la filial argentina es la más complicada de vender porque el Gobierno pretende que un empresario cercano tome las riendas de la cuarta petrolera del país.
Eduardo Eurnekian se presentó en la puja, asociado con un grupo de Brasil. También compite otro argentino, Marcelo Mindlin (Transenar, Edenor) en sociedad con el fondo Ashmore.
Las presiones para que Esso sea comprada por un argentino fueron tantas que hasta hicieron dudar a Petrobras (hasta hace unas semanas firme candidato para quedarse con la compañía) de seguir en las negociaciones.
La semana pasada, PERFIL publicó una entrevista con Ernesto Gutiérrez, CEO de la Corporación América, en la que el ejecutivo no descartó asociarse con Mindlin.
Queda claro que de resultar ganador, el Gobierno no pondrá objeciones a la venta.
Todo lo contrario hizo cuando Petrobras intentó vender su parte en la empresa de transporte de electricidad, Transener, a un fondo estadounidense. A través de Defensa de la Competencia los K rechazaron la operación.
Esa porción quedó en manos de otra empresa cercana a los K: la cordobesa Electroingeniería.
Teléfonos, Internet y televisión con interventores
El Gobierno envió veedores a Telecom Argentina para que supervisen los efectos loclaes de la fusión Telecom Italia-Telefónica, en Europa.
La entrada de Telefónica en Telecom tiene una importante implicancia en el mercado europeo: de los 19 directores de la empresa, cuatro son de Telefónica.
Pero la Argentina su impacto es menor: de hecho Telefónica no puede sentar a ninguno de sus directores en los despachos de Telecom en Buenos Aires, cuya mesa de dirección es dominada por Telecom Italia y por el grupo argentino Werthein.
Los Werthein compraron en 2003 la porción de Telecom Argentina que abandonó France Telecom. Dueños de La Caja, los W, fueron señalados desde entonces por los Kirchner como ejemplo para el empresariado local.
Ahora los W están interesados en vender su parte en Telecom, aunque según fuentes del mercado, estarían pidiendo entre US$ 400 y US$ 500 millones un valor alto según los italianos.
Es por ello que la intervención del Gobierno en Telecom es vista en el mercado como una maniobra para ayudar a los W a conseguir un mejor precio para su salida, más que una medida de control de competencia.
Adicionalmente, el Gobierno está buscando un reemplazante local para los W. El Grupo Clarín suena fuerte. Por un lado satisface a los K, por el otro, complementaría la oferta que Telecom necesita de contenidos para poder ofrecer el servicio de Triple Play (telefonía, acceso a Internet y televisión).
El martes, Telecom interpuso un recurso de apelación contra la medida cautelar dictada por la Justicia que dispuso la designación, por el término de dos meses, de un “interventor informante con facultades de veedor” en el grupo empresario que integra la compañía junto a Sofora Telecomunicaciones S.A., Nortel Inversora S.A., Telecom Personal S.A. y sus subsidiarias.
La medida judicial fue tomada la semana pasada a pedido de Gerardo Werthein.
La petrolera estatal que es una oficina de ventas
Las oficinas de Enarsa no se parecen a las de una petrolera: más bien son similares a las de una empresa comercial. No es para menos, allí no hay laboratorios de geología. Sólo se planifican licitaciones de áreas petroleras y se buscan socios para explotarlas.
Desde que Enarsa se fundó y desde que las provincias licitan sus propias áreas, gracias a la denominada “Ley corta de hidrocarburos” que se aplica desde enero de 2007, hay dos ganadores recurrentes: Lázaro Báez y Cristóbal López, dos empresarios muy cercanos a los Kirchner que en Santa Cruz, se quedaron con 12 áreas que licitó la provincia.
López es propietario de una empresa que nació en Comodoro Rivadavia que se llama Oil M&S.
También es propietario de Casino Club, que pasó a controlar la mitad del Casino de Buenos Aires. Báez es un ex empleado del Banco de Santa Cruz y ahora es dueño de Asutral Construcciones, que además participa con fuerza en licitaciones de obras públicas.
Enarsa además, es la oficina por la que, formalmente, cualquier petrolera debe pasar a la hora de plantear nuevos proyectos.
Eso en lo formal, porque antes debe pasar por las oficinas del ministro de Planificación, Julio De Vido, quien da el visto bueno para los nuevos proyectos, de acuerdo con lo que afirman varias fuentes del sector.
Piloto de tormenta, se busca
El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, sondeó a varios empresarios cercanos al Gobierno para que se hagan cargo de Aerolíneas Argentinas, envuelta en problemas desde hace años.
El grupo español Marsans, que está a cargo de la empresa, asegura que no quiere venderla, aunque circulan rumores muy fuertes sobre su salida.
En la lista de Jaime figuraban Eduardo Eurnekian (Aeropuertos Argentina 2000) que no podría acceder a la compañía por cuestiones regulatorias y los hermanos Cirigliano (Grupo Plaza), propietarios de las principales líneas de colectivos del país, de muy buena llegada al cuestionado funcionario.
Desde el Grupo Plaza negaron el acercamiento, a pesar de que los empresarios tienen en carpeta el lanzamiento de su propia línea aérea.
Un ex funcionario del sector, asegura que los conflictos en Aerolíneas son provocados por los mismos españoles que buscan un justificativo para su venta, “de la misma manera en que la Sociedad Española de Participaciones Industriales (Sepi) lo hizo hace unos años”.
Hace un mes, el Gobierno inició conversaciones con los gremios en el Ministerio de Trabajo. Pero los gremios dicen que el problema de la empresa es de falta de inversiones y no es laboral. Quieren que intervenga el Ministerio de Planificación y el propio Jaime.
Recién el miércoles, el secretario de Transporte reconoció que el problema de Aerolíneas se basa en la falta de aviones: “No pueden sacarlos de un lado y ponerlos en otro”, dijo Jaime, en referencia al conflicto de los pilotos de Austral, que iniciaron un paro, luego suspendido, por el traspaso de una aeronave a Aerolíneas Argentinas.
A su vez, fue la propia Presidenta Cristina Kirchner quien salió a desmentir que tras el conflicto de Aerolíneas existe la intención del Gobierno de reestatizarla.
Marsans insistió en que no quiere vender.
Lo cierto es que quien se haga cargo de Aerolíneas Argentinas, se hará cargo también de 90% del mercado aerocomercial argentino; un negocio tentador, si se tiene en cuenta que el mercado de cabotaje seguirá creciendo con fuerza impulsado por la continua llegada de turistas extranjeros que buscan viajar a los principales destinos locales.
Y que promete importantes ganancias si, aliado al Gobierno, se consigue subir las tarifas.
Esto es relativizado por algunas fuentes del mercado: “LAN es una compañía que invierte y no tiene problemas en sus vuelos. También gana plata en la Argentina”.
Los proyectos que están en carpeta
Son varios los negocios en los que la intervención kirchnerista muestra que tiene capacidad para frenar desarrollos.
Trenes. El ministro de Economía, Martín Lousteau, está por aprobar un endeudamiento al que se oponía: una emisión de US$ 4.000 millones en bonos para que el banco francés, Societé Générale, otorgue préstamos y una empresa, también francesa (Alstom) construya el tren bala que unirá Buenos Aires, con Rosario y Córdoba.
Lo cierto es que mientras esto ocurre, las líneas metropolitanas, como el Ferrocarril Roca, sigue funcionando de manera defectuosa. El Gobierno prometió apurar las licitaciones para electrificarlo, a pesar de que los contratos de concesión dicen que esa obra debería estar terminada.
Minería. Las principales empresas mineras amenazan con paralizar inversiones desde que en diciembre, luego de ser ratificado en su cargo por Cristina Kirchner, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, amenazara con ponerles retenciones y violar el régimen de estabilidad fiscal que tienen.
Nuevamente la presión kirchnerista se basa en cuestiones de caja: Moreno asegura que debe recaudar $ 1.000 millones adicionales.
Celulares. Desde hace dos años, Julio De Vido amenaza con que las cooperativas telefónicas se unirán para lanzar una nueva operadora celular. Pero hasta el momento, no lo logra.
