Hay más entusiasmo con la economía que con la política

Eleconomista.com.ar – En el tradicional Coloquio de IDEA se presenta una encuesta realizada entre casi 300 empresarios en la cual se los consulta sobre su visión de la economía para los próximos meses. Los empresarios creen que la economía seguirá mejorando y en particular prevén un considerable incremento de las ventas en 2010. Y a la hora de analizar los desafíos que tienen por delante destacan a los salarios, lo que refleja la percepción de que crecerán los reclamos en un contexto de mayor inflación. La encuesta demuestra, además, que en los últimos semestres hubo bastante coincidencia entre la visión que se tenía antes de que comience y la evaluación posterior. Esto significa que los empresarios tomaron las decisiones correctas, ajustadas a la realidad. Precisamente, distintos indicadores muestran que las empresas han atravesado satisfactoriamente un período crítico para la economía nacional como consecuencia de la crisis global. De hecho, redujeron sustancialmente su endeudamiento. Alinear las expectativas con la realidad es fundamental porque se pueden tomar decisiones empresarias equivocadas tanto por un exceso de optimismo pero también de pesimismo. Pero más allá de la visión positiva sobre la evolución de la economía argentina son pocos los empresarios que hoy están pensando en inversiones significativas. Las que hagan, serán sólo las necesarias para responder a una demanda en aumento según surge de las distintas conversaciones que mantienen los empresarios.

El lugar de la política

Y a la hora de opinar sobre cuáles son los factores para aumentar la competitividad del país aparece en primer lugar el mejoramiento de la educación y en segundo, la construcción de consensos. En ese contexto, no sorprende que haya sido bien recibido el panel que reunió en IDEA a Eduardo Duhalde y Rodolfo Terragno, en el cual ambos se enfocaron en la necesidad de buscar acuerdos para lograr determinados objetivos nacionales. La novedad de la propuesta de Duhalde es que sostiene la necesidad de establecer algunos compromisos con anterioridad a las elecciones de 2011 para cualquiera fuere el que ganare no haya sorpresas con los rasgos centrales que tendrá la nueva etapa que se abrirá en el país. Duhalde, que previamente a su presentación sostuvo que competirá contra Kirchner por la candidatura presidencial del justicialismo, dio un apoyo implícito al proyecto de reforma política que impulsa el Ejecutivo. Duhalde se siente cómodo en el tradicional formato bipartidista dentro del cual transcurrió casi toda su carrera política. Pero además sostuvo que ese sistema era el que imperaba en la Argentina ya que nunca hubo un presidente electo por el pueblo que no haya pertenecido a alguno de los dos grandes partidos, además, la gran mayoría de los gobernadores e intendentes actuales. Los empresarios se muestran propensos a una mayor renovación política pero nadie la ve inminente. En el último día del Coloquio está previsto un panel integrado por representantes sectoriales. Estaba prevista la participación de Hugo Biolcati, de la SRA; Héctor Méndez, de la UIA y Jorge Brito, de ADEBA. Pero este último avisó que finalmente no será de la partida y según piensan los industriales eso obedece a que Brito cedió al pedido del Gobierno –con el cual tiene una relación privilegiada– de que no concurra a un foro al que considera fuertemente opositor.

Sin interés

Entre los asistentes al Coloquio existe la percepción de que aquello que digan los empresarios no tendrá un mayor impacto en el Gobierno. Antes el Coloquio de IDEA era un termómetro de lo que pensaba el empresariado que las autoridades tomaban en cuenta. Pero, luego de algunas experiencias conflictivas, hoy todos se cuidan. La ausencia de figuras del Gobierno, luego del recordado paso del todavía ministro Lavagna, en la que fue su última aparición pública antes de que la pidieran la renuncia, contribuye también a quitarle fuerza al Coloquio. Hoy en el Gobierno no existe mayor preocupación por lo que se diga en IDEA. Pero también es cierto que entre los empresarios tampoco hay demasiado interés en lo que pueda decirles el Gobierno porque en los últimos tiempos pudieron avanzar poco en los temas concretos. Para algunos, ya comenzó una transición política que derivará en un gobierno de otras características. Pero para otros, es un juicio demasiado apresurado. Los industriales, en particular, están convencidos de que Kirchner jugará fuerte y que la oposición aún no se consolida. Los empresarios coinciden en su preocupación sobre una creciente conflictividad política porque creen que puede afectar la marcha de la economía que de lo contrario podría llegar a crecer el 6% en 2010.