Esto se arregla haciendo estallar las urnas con votos

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“Basta de secuestros, violaciones, muertes y morosidad judicial”, fueron algunas de las consignas de los manifestantes. El rabino Bergman no ahorró críticas al Gobierno.

CríticaDigital.com.ar – Cerca de 12.000 personas, según estimaciones policiales, fueron a decir a la Plaza de Mayo “basta a los secuestros, a los robos, a las violaciones, a las muertes, a la prostitución infantil y a la morosidad judicial”. Los manifestantes reclamaron justicia, además de responsabilizar al gobierno nacional por ola de inseguridad. Constanza Guglielmi, de la ONG Mejor Seguridad, y una de las encargadas de la convocatoria y organización, sostuvo que fueron cerca de 50.000 las personas que participaron del acto. Los oradores fueron el rabino Sergio Bergman y el sacerdote Guillermo Marcó: ambos cuestionaron al Gobierno y llamaron a la participación cívica. “Esto se arregla haciendo estallar las urnas con votos” dijo Bergman.

Mezclados entre la multitud estaban los familiares de las víctimas portando carteles con fotos de su seres queridos. “Justicia para nuestros muertos. Vamos a todos lados y nadie nos escucha”, lloraba Marta Fernández, su hija Andrea fue asesinada en Castelar. “Que se vaya la reina Cristina”, “que Cristina se quede sin custodia y va saber lo que es la inseguridad”, gritaban los manifestantes. Los familiares no querían la presencia de políticos. Antes de iniciar el acto hubo incidentes entre los vecinos autoconvocados, que habían participado de la organización, y la seguridad privada, que no les permitía avanzar a la zona del palco. Dos personas fueron golpeadas por los patovicas.

El acto comenzó con el Himno Nacional, y sobre el escenario sólo estaban tres religiosos: uno musulmán, uno judío y uno católico, además del locutor.

Bergman se refirió a la concentración como una asamblea de ciudadanos y pidió un minuto de silencio en memoria de las víctimas. “Aquí está el pueblo y sabemos de qué se trata. Se trata de que la inseguridad no es una sensación”, dijo ante el aplauso de los manifestantes. “No tenemos república si todo el poder se concentra en la hegemonía del Ejecutivo. El Legislativo no puede legislar porque es una escribanía del Ejecutivo y el Judicial está influenciado por el Consejo de la Magistratura”, señaló el rabino y agregó: “Ahora se va a plebiscitar la república. Aprendamos a votar. Hay una Argentina que puede ser república después de Néstor”. Además llamó los jóvenes a llenar las urnas. Con la aprobación de los manifestantes, ironizó: “No podemos confundir el legado de Perón con la locura de Nerón”.

Mientras transcurría el acto, estaba la Presidenta en La Plata presentando la nueva Ley de Radiodifusión, y en el Congreso nacional se debatía el anticipo de los comicios. “Tenemos nuestros representantes en otro lugar discutiendo lo que no necesitamos que se vaya a votar”, cuestionó Bergman. Después fue el turno de Marcó, quien hizo referencia a la frase que popularizó Susana Giménez, “El que mata tiene que morir”. “La verdad es que los delincuentes instauraron la pena de muerte, porque te matan por 20 pesos. Pero el odio no soluciona nada”, sostuvo el sacerdote, quien llamó a convertir el odio en acción cívica, participación y sufragio. “Hay que terminar con la muerte. El espacio público es de los delincuentes y nosotros estamos encerrados detrás de las rejas”, señaló el sacerdote. Para finalizar se realizó una oración interreligiosa, pero algunos de los vecinos ya no estaban. “Nos convocamos para hacer el texto, que no se hable de banderas políticas. Nos cambiaron el texto, lo suprimieron. Hubo un minipalco donde sólo dejaron pasar a la gente de ellos”, dijo Miguel Presa de Ramos Mejía. Guglielmi dijo desconocer lo que había sucedido: “No tuve nada que ver con la seguridad. Nunca pensé en hablar en el acto. Estoy muy contenta con la convocatoria”. En el corralito alrededor del palco, sólo estaban ella y los famosos que se sumaron a la convocatoria: Carolina Baldini, ex esposa del “Cholo” Simeone; el “Facha” Martel y Nito Artaza. Fuera del corralito estaba Karina Mazoco, Ana María Giunta, Anamá Ferreira, Laurencio Adot y el bombista del peronismo, “Tula”, en primera fila. También estuvieron las Madres del Dolor. Juan Carlos Blumberg, que en otros tiempos organizó manifestaciones, ayer no entró ni al corralito.

Las Ibáñez fueron las primeras en llegar desde Santa Fe

Luján Ibáñez a las siete y media de la mañana se tomó un micro en Villa Gobernador Gálvez, una ciudad al sur de Santa Fe. Cuatro horas después estaba en la Plaza de Mayo: fue la primera en llegar. Tenía una remera con la foto de su hijo, enseguida desplegó las banderas que decían: “Justicia por Juan Gabriel”. Asesinado, por un menor el 1 de diciembre de 2008. “Tomé la decisión de venir cuando escuché el discurso de la esposa de Landolina. No estoy a favor de la pena de muerte y con que vuelva el servicio militar, siempre me acuerdo de la muerte de Carrasco”, dijo Luján.

Cholita y Coni en el corralito vip

Carolina Baldini estuvo en el corralito vip junto a la organizadora de la marcha Constanza Guglielmi, de la asociación Mejor Seguridad, hija del general retirado Alejandro Guglielmi, denunciado por la Conadep por su participación en un centro clandestino de detención.

Los Gómez van a las marchas

La familia Gómez preparó carteles. Se enchastraron las manos con témperas roja y negra. Nunca sufrieron ningún hecho de inseguridad pero igual decidieron a colaborar en una ONG que trabaja en los barrios de Saavedra y Núñez. “No nos vamos contentos. Fue una marcha muy politizada”, dijeron.

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