En el oficialismo crece la idea de buscar un acuerdo

Lanación.com.ar – Las principales espadas oficialistas en el Congreso comenzarán a tantear, a partir de la semana próxima, la posibilidad de un acuerdo con la oposición que permita destrabar la crisis que desató la decisión del Gobierno de pagar, vía decreto de necesidad y urgencia, servicios de la deuda a acreedores privados con reservas del Banco Central (BCRA).
\»Si la oposición insiste en la convocatoria a una sesión para abordar este asunto, debe haber un intento de acuerdo político. Sin un acuerdo político esto no se resuelve\», afirmó a LA NACION el jefe del bloque de diputados oficialistas, Agustín Rossi.
En el kirchnerismo hay una certeza que lo alivia: si bien no tiene garantizada una mayoría para defender los dos decretos de la discordia (el que crea el Fondo del Bicentenario, para pagar deuda por 6500 millones de dólares, y aquel por el que intentó forzar la salida de Martín Redrado del Banco Central), tampoco la tiene la oposición para apurar su rechazo en una eventual autoconvocatoria que realice durante el receso legislativo, que se extenderá hasta el 1° de marzo.
En efecto, en la Cámara de Diputados la centroizquierda se despegó de los bloques opositores más críticos que amenazan con autoconvocarse, mientras que en el Senado la situación es de virtual paridad, con el agravante de que sólo en marzo juraría la senadora Norma Morandini (del Frente Cívico, que lidera Luis Juez).
Ante este escenario, se impone la instancia de la negociación de al menos un mes (febrero), deslizan los oficialistas.
Pese a que la Casa Rosada exhibe una defensa irrestricta de los DNU, en las usinas parlamentarias del oficialismo ya comienzan a elaborarse algunas ideas.
\»Podríamos explorar la posibilidad de un acuerdo inclusivo, que contemple que se respeten el Fondo del Bicentenario y la salida de Redrado a cambio de sancionar una ley que ofrezca garantías a la oposición sobre el uso que se dará a las reservas del Fondo. En esto sí estamos dispuestos a trabajar, siempre y cuando observemos predisposición en la oposición\», deslizó a LA NACION un encumbrado legislador oficialista.
Desde el principio la oposición tuvo sus sospechas sobre el uso que pretende hacer el Gobierno de las reservas.
Advirtió, al igual que muchos economistas, que en realidad se trataba de una maniobra que permitiría al Gobierno usar reservas para pagar deuda y, simultáneamente, liberar partidas del presupuesto de este año, originalmente previstas para ese destino, para aumentar el ya fastuoso gasto público. El objetivo, advierten, es darle oxígeno político a Néstor Kirchner con vistas a 2011.
Divididos
Respecto de Redrado, la oposición tiene posturas divididas. Los distintos bloques coinciden, sí, en calificar de aberrante la forma en que el Gobierno forzó su salida, por medio de un DNU y sin consultar al Congreso, como estipula la Carta Orgánica del BCRA.
Por eso, todos los bloques opositores rechazan el DNU. Pero esta coincidencia en las formas se hace trizas cuando a cada bloque se le pregunta si Redrado debería permanecer o no en su cargo luego de haberse convertido en el enemigo número uno del Gobierno.
\»Su permanencia es insostenible\», lanzó Gerardo Morales, jefe del bloque de senadores radicales, lo que desató una oleada de críticas en otros bloques opositores, como Pro y PJ disidente.
Pero la más dura fue Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, que denunció un pacto entre la UCR y el Gobierno para desalojar al jefe del BCRA, lo que abrió aún más las fisuras internas.
\»La situación de Redrado deberá resolverse entre todos los bloques opositores\», afirma, en un intento de sanar heridas, el jefe de bloque de diputados radicales, Oscar Aguad.
Para su colega del oficialismo, Rossi, el futuro de Redrado no admite grises. \»Es un hecho que su salida distendería mucho la situación política y económica\», enfatizó el legislador.