El dato no positivo
El INDEC dio a conocer las cifras finales para el IPC de 2008: 7,2%. Pese a que el enfriamiento de la economía acercó las proyecciones oficiales y las privadas, la diferencia entre el organismo estatal con las demás mediciones es mayor al triple.
ElEconomista.com.ar – Pese a que 2008 terminó, la inflación que sufrió el país en esos doce meses no será olvidada fácilmente por la población. Y el número que dio el INDEC, 7,2% anual, no hace más que contrastar las cifras oficiales con que calcularon los consultores privados, que afirman que el número del año pasado ronda el 20%, casi el triple de lo que indicó el organismo estatal. El dato es vital, ya que en base al IPC se obtienen los valores de las canastas básicas para no caer en la pobreza y en la indigencia. Por su parte, diciembre vio un alza de precios de 0,3% comparado a noviembre, que a su vez había crecido en la misma cifra con respecto a octubre.
El rubro que más creció esta vez fue Indumentaria (1,4%), y Mantenimiento del Hogar (0,7%). Alimentos y bebidas solo vieron un alza, según el organismo, del 0,3%. La Canasta Básica Alimenticia, para un hogar con una pareja y dos hijos, se fijó en $444, mientras que la Total (que mide lo necesario para no caer en la línea de pobreza), en $979,85, con lo cual ambas crecieron 1% con respecto a noviembre. Pese a que este año los índices de precios no parece que serán tan protagonistas –debido a que el enfriamiento de la economía amenaza con atacar a los puestos de trabajo- la divergencia entre la inflación oficial y la que pronostican los institutos provinciales y consultoras privadas sigue afectando la relación de la Argentina con el resto del mundo. De hecho, en 2008 el FMI estuvo a punto de no incluir las estadísticas del INDEC en su anuario, y terminó colocándolas a regañadientes y con reservas. La misma sensación tienen los inversores, que ven al país carente de confiabilidad.
Sin convencer
De todas formas, los últimos tres meses del año, debido a la crisis internacional, permitió que los números del organismo estatal se acercaran a las que brindan los privados, situación que continuaría hasta el momento. Las cifras coincidieron en ser menores al 1%. “Ahora que empieza un período recesivo, es la oportunidad para que haya un proceso de sinceramiento en el INDEC”, auguró el economista Javier González Fraga. Sin duda, la situación no es como en julio de 2008 (mes culmine del conflicto por la 125), cuando el Gobierno anunció un 0,4%, contra 1,2% que observaron los economistas y varias provincias. Pero las disparidades continuarán: el propio presupuesto 2009 tiene pautado un 8% de inflación, contra el 14 o 15% que esperan las consultoras. Si bien la brecha es más pequeña, respondería a la menor actividad económica, y no a un cambio en la forma de recolectar y procesar la información para armar el IPC.
