El Gobierno se resiste a hacer cambios en la Magistratura

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Sólo aceptaría algunas reformas cosméticas, pero no en la composición.

Clarín – Con algunas reformas cosméticas en el Consejo de la Magistratura, el Gobierno intentaría aplacar los reclamos de la oposición, que pretende cambios profundos en ese organismo que acaben con el control oficialista de la capacidad de promover o remover a los jueces.

El ministro de Justicia, Julio Alak, informó ayer que propiciará la transmisión por televisión de las sesiones del Consejo para que "la sociedad pueda analizar y evaluar las diferentes posturas de cada uno de sus integrantes y de los sectores que representan".

Según explicó el ministro, "la mejor garantía para el proceso de designación y remoción de jueces es profundizar la máxima publicidad".

Pero, al mismo tiempo, reivindicó la polémica ley 26.080 por la que se reformó el Consejo a comienzos de 2006 y subrayó que "hay que optimizar el funcionamiento de Consejo, dentro del marco de la ley actual".

Así, dio por tierra con los indicios que habían insinuado desde su entorno de que el Gobierno estaría dispuesto a estudiar las reformas más profundas que sugiere la oposición.

Cristina Fernández, entonces senadora, fue una de las principales promotoras de la reforma de 2004 que redujo el número de integrantes del Consejo de 20 a 13 y dejó a los cinco miembros del oficialismo con la capacidad de bloquear la suspensión de un juez o la aprobación de una candidatura.

Desde entonces, son muchas las voces críticas que se han alzado, tanto desde la oposición política como desde asociaciones de magistrados y abogados, sobre el control que el kirchnerismo ejercería sobre el Poder Judicial a través del Consejo de la Magistratura.

La Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN) trabaja en un proyecto para sumar tres representantes más al Consejo ¿un abogado, un juez y un académico¿ y así reponer la capacidad de los integrantes no oficialistas de alcanzar los dos tercios de los votos, indispensable para las decisiones claves.

La oposición también desea restablecer el equilibrio en el Consejo. Lo impulsará en acuerdo con los legisladores oficialistas para lograrlo antes del 10 de diciembre. O lo promoverá por su cuenta luego de la renovación de las bancas.

Pero ayer, Alak alegó que "un país serio requiere mantener la estabilidad en su ordenamiento normativo" y pidió "ser prudentes en los planteos de incorporación de los sectores corporativos, porque podríamos generar un desequilibrio que permitiría algo no deseado, como que los mismos magistrados sean juzgados por sus pares".

Una marcha atrás en el entusiasmo inicial del ministro que parecía dispuesto a negociar cambios más profundos con la oposición legislativa.

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