Cristina frenó en el Senado la emergencia sanitaria

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Los senadores se proponían declarar el alerta epidemiológico contra el dengue en todo el territorio nacional. Pero un llamado desde Olivos abortó la iniciativa. El argumento fue que se podía afectar la imagen argentina en el exterior.

Crítica de la Argentina – El Senado se aprestaba a aprobar un proyecto que declaraba “el alerta epidemiológico en todo el territorio nacional y la emergencia sanitaria en aquellas zonas o regiones, que por hábitat y clima, así lo ameriten”, cuando la voz de Cristina Kirchner apareció en el teléfono del jefe del bloque oficialista, Miguel Ángel Pichetto. El rionegrino no dudó. Interrumpió el debate tranquilo que estaban teniendo oficialistas y opositores para transmitir la orden presidencial. Presentó una moción de orden y pidió que se postergue el tratamiento del tema para la próxima sesión. Después de quejarse porque algunos portales periodísticos estaban informando erróneamente que el Congreso se aprestaba a declarar la emergencia nacional por el dengue, Pichetto alertó a sus pares: “No vaya a ser que coloquemos a la Argentina en el mapa rojo del mundo” y las consecuencias sean peores.

El texto de la iniciativa había sido acordado entre todos los bloques y consensuado con la ministra de Salud, Graciela Ocaña, desde la primera hora del día. Frente a los senadores la ministra había admitido el martes pasado que en el país hay un brote epidemiológico, tal como textualmente reconocía el artículo uno del proyecto.

El rechazo de Cristina a la declaración dejó a la ministra totalmente descolocada. La oposición, que había sido generosa en sus críticas contra Ocaña, especuló que detrás de la contraorden que había llegado desde Olivos estaba el intento de desplazar a La Hormiguita. “Reivindicamos acá a la ministra de Salud. ¿Hay alguna interna y se la quieren cargar?”, preguntó el radical Gerardo Morales. El jujeño, que no podía ocultar su enojo por el fracaso de la sesión, aguijoneó al oficialismo preguntándoles: “¿Qué pasó, alguien desde Olivos está viendo el debate por televisión y vio un portal que anunciaba algo inexacto y no le gustó el título periodístico?”. Morales tenía la respuesta a su pregunta. Después de hablar con Cristina, el titular de la bancada del Frente para la Victoria habló con el jefe del bloque radical, Ernesto Sanz, y le dijo que a pedido del Ejecutivo iba a suspender el tratamiento del tema.

En voz baja los kirchneristas afirmaban que el enojo era con el portal de Clarín que afirmaba que se estaba por declarar la emergencia sanitaria en casi todo el país. El diario online levantó inmediatamente el artículo, pero los kirchneristas no dieron marcha atrás con la orden que habían recibido desde Olivos. Ni siquiera tuvieron en cuenta la invitación de Morales a realizar una conferencia de prensa conjunta para explicar los términos correctos del proyecto. El kirchnerismo se disciplinó y votó la suspensión del debate. Se impuso por diez votos de diferencia. Al final de la sesión, Pichetto admitió a este diario que había hablado con la Presidenta y que tanto él como el Gobierno están preocupados. “Queremos revisar la declaración de la alerta epidemiológica nacional porque tiene un voltaje complejo y dramático”, dijo.

Todo era inusual. Incluso las explicaciones que desde sus bancas los senadores del oficialismo le pidieron a su jefe de bloque. La más enojada por la orden presidencial era la jujeña Liliana Fellner. Primero Pichetto y después la pampeana Silvia Gallego habían tratado de calmarla. Las aguas estaban tan agitadas que la neuquina Nancy Parrilli le pidió al rionegrino una reunión urgente. Hacia allá se encaminaron los kirchneristas mientras la oposición denunció la maniobra K en una rueda de prensa. “El Gobierno niega la realidad, tapa el sol con las manos y le echa la culpa a un portal”, afirmó el socialista Rubén Giustiniani.

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