Colombia no tolerará más misiones como la encabezada por Kirchner
Lo dijo el canciller colombiano. Agregó que los delegados que intentaron garantizar la fracasada entrega de rehenes tuvieron \»un discurso muy cargado\» en contra del presidente Uribe y \»muy favorable\» a las FARC.
Clarin.com – El gobierno colombiano anunció ayer que "no tolerará más" comisiones humanitarias con veedores extranjeros para la liberación de rehenes, como la que recientemente encabezó el ex presidente Néstor Kirchner en Colombia.
"Estamos mirando la posibilidad de que las FARC cumplan su palabra de hacer la entrega de (las secuestradas) Clara Rojas y Consuelo González, en cuyo caso nosotros facilitamos la entrega, pero sin aceptar la presencia de comisiones internacionales humanitarias", anunció ayer el canciller colombiano, Fernando Araújo.
Según dijo el funcionario, desde el balneario caribeño de Cartagena de Indias, el gobierno de Alvaro Uribe tomó la decisión lue go de percibir "falta de credibilidad" hacia su posición por parte de delegados de siete países, convocados por el presidente venezolano, Hugo Chávez, para ir en búsqueda de tres secuestrados que las FARC prometieron entregarle.
Esta comisión "llegó con un discurso muy cargado en contra del gobierno (de Uribe) y muy favorable a las FARC, poniendo siempre en duda los informes que daba el gobierno y registrando siempre como reales las mentiras de las FARC", señaló Araújo en declaraciones a medios colombianos.
En un pronunciamiento poco diplomático, el ministro colombiano fue más allá y aseguró que comisiones humanitarias como la de los delegados presidenciales de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Cuba, Francia y Suiza para recibir a los tres rehenes colombianos "están conformadas por personas que no conocen la situación colombiana ni a las FARC". "El resultado de la gestión fue malo", agregó.
Según Araújo, ante la eventualidad de que los rebeldes anuncien la liberación de más secuestrados, Bogotá pedirá sólo la intervención del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) "y no a comisiones humanitarias de último momento improvisadas".
La operación humanitaria se frustró el 31 de diciembre, cuando la delegación extranjera estaba en Villavicencio y las aeronaves del CICR preparadas. Los rebeldes argumentaron que la entrega se frustró por operativos militares ordenados por Uribe.
Fuentes de la delegación argentina avalaban esa teoría y señalaban al gobierno colombiano como un factor de peso en el fracaso de las negociaciones.
Pero en una sorpresiva intervención desde Villavicencio, Uribe aseguró que la verdadera razón para que la entrega se frustrara era que las FARC no tenían en su poder al menor y que éste se encontraba desde 2005 en un hogar de paso de Bogotá, al cuidado del Estado. Una prueba de ADN al menor y a la madre y al hermano de la secuestrada y una posterior comprobación de las FARC le dieron la razón a Uribe.
Analistas colombianos coincidieron en que la declaración de Araújo es el producto de una actitud de venganza política de Uribe hacia Chávez y la forma como éste, en complicidad con los rebeldes, buscó acorralarlo frente a gobiernos de países aliados suyos para hacerlo quedar como el "malo de la película" frente a la posibilidad de un canje de rehenes por rebeldes presos.
"Uribe les está cobrando a Chávez y a los otros gobiernos la victoria política que obtuvo al desenmascarar la mentira de las FARC pese a que sabe que es imposible aislar a Colombia en el tema humanitario", señaló a Clarín el politólogo León Valencia, ex guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Según Valencia, con el episodio perdieron los delegados internacionales -pero en especial Kirchner- pues fueron víctimas "aun con la mejor intención del mundo" de una partida a tres bandas entre Uribe y las FARC y entre el presidente colombiano y su homólogo de Venezuela.
"De todos los delegados internacionales el ex presidente argentino era el de mayor nivel y por ello, al que más lo afecta el episodio. Su labor fue bienintencionada, pero no se percató que era parte de una operación que tenía muy poco de humanitaria y mucho de pulso político. Ese pulso lo ganó Uribe y Kirchner, más que cualquier otro delegado presidencial, resultó chamuscado", añadió Valencia.
Por su parte, Jaime Nieto, de la estatal Universidad de Antioquia, opinó que pese a los esfuerzos del gobierno colombiano por "pasar factura a la comunidad internacional", el tufillo del triunfo le durará muy poco pues el tema del secuestro traspasa las fronteras. "Colombia está en problemas pues sus vecinos como Chávez y Correa, en Ecuador, son víctimas del conflicto. Además, un gobierno con una diplomacia como Brasil ya habla de operaciones clandestinas, lo que no le augura demasiada tranquilidad a Bogotá", dijo.
