Cinco ejes para una propuesta de cambio en la Ciudad

 1. Movilidad y transporte:

• Prioridad al transporte público, al peatón y a la bicicleta.
• Frecuencia, seguridad y calidad en transporte público.
• Jerarquización de la red ferroviaria y fluvial. Alivio de la red vial, que además de ser cara e insuficiente, está por completo saturada.
• Prioridad a los siguientes medios: ferrocarril y subte como columna vertebral; el metrobús como sistema de capacidad intermedia; colectivos como sistema capilar.
• Plan de inversión a nivel metropolitano (tren/ subte). Financiamiento a partir de los fondos recaudados por los peajes de autopista, entre otros.
• Medidas de emergencia y medidas estructurales para evitar riesgos y recuperar el sistema en su conjunto.
• Mejora del sistema Sube y los sistemas de información.
• Seguridad: visión cero de la mortalidad de peatones. Límite máximo de velocidad: 50 km por hora.
• Política de estacionamiento al servicio del ordenamiento del tránsito y no de concesionarios y concedentes circunstanciales.
• Preservación de las plazas como plazas y no como macetas ornamentales que coronan estacionamientos.
• Sistemas más avanzados tecnológicamente, en plazos flexibles y razonables, en lugar de las concesiones actuales de autopistas y las proyectadas de estacionamiento.
• Mejora de estaciones, centros de transferencia (tren, subte, colectivos, bicicleta) y paradas.
• Desarrollo del actual sistema de bicicletas, proyectado a toda la ciudad. Sistemática pedagogía de las indispensables normas de convivencia que esto implica.
• Programación de cruces callejeros con tiempos adecuados y seguros para la circulación de adultos mayores y chicos.

2. Infraestructura

El problema de Buenos Aires, como el de otras ciudades, no es el de la falta de planificación. Por un lado, hay tradiciones de planeamiento que han hecho de Buenos Aires una ciudad atractiva al mundo y a los propios porteños: la forma de articulación de las calles y avenidas que permite el desarrollo de una ciudad integradora, de calidad urbana, expresada en parques públicos, edificios emblemáticos, una tradición arquitectónica singular, un espacio público integrador de una sociedad de inmigración. Esta tradición sigue y se ha renovado en una cantidad de proyectos. Pero por otro, y en particular desde los años ’70, hubo un tipo de decisiones que optó por un tipo de desarrollo basado en la prioridad a la velocidad de los vehículos, la segregación de funciones, la impermeabilización de espacios cada vez mayor, el avance sobre la costa del Río de la Plata y la especulación con límites cada vez más difusos.

• Códigos de planeamiento sin ambigüedades ni superposición normativa. Hoy conviven dos “códigos”. Marco legal a favor del crecimiento sustentable y no a la especulación.
• Vivienda social como parte global de la estrategia de desarrollo.
• Hábitat: derecho a una vivienda digna que no sea inalcanzable para la mayoría.
• Utilizar las regulaciones edilicias y los terrenos disponibles para potenciar la vivienda social.
• Políticas crediticias concretas que faciliten el acceso a la primera vivienda.
• Promoción de las cooperativas de vivienda.
• Plan de financiamiento de vivienda, incluidas propuestas específicas para la población más joven y la clase media.
• Utilización eficaz de los recursos de la ciudad, en cada una de las redes de infraestructura, incluyendo un plan energético.
• Incentivo y realización de campañas para concientizar sobre el consumo racional. Ejemplos: balance térmico en las nuevas construcciones, comisión de estándares en consumo energético de electrodomésticos
• Implementación de un sistema de consulta a la sociedad y a los profesionales que permita mejorar la calidad y la legitimidad de las propuestas.
• Abordaje de los problemas de seguridad del Aeroparque sin conflictos de interés con el concesionario de la operación, respetando el medio ambiente y el patrimonio urbano.
• Participación de la Ciudad en la gestión del puerto – eslabón clave en la cadena logística – con una verdadera articulación puerto-ciudad, en el marco de un sistema de puertos metropolitanos y de una integración racional de las conexiones terrestres.
• Desarrollo del puerto de cruceros con un sistema de conexión en la ciudad.
• No avalar desde la Ciudad concesiones portuarias de largo plazo que perjudiquen sus intereses. (entre ellas la que está en proceso a treinta años).

3. Medio ambiente y desarrollo sustentable

• La ciudad debe tener una base de 500.000 árboles bien distribuidos (el censo de 2011 contabiliza 372.000) en la ciudad.
• Revisión de contratos de limpieza, a la luz del alto costo y las deficiencias del actual sistema.
• Campaña pedagógica de promoción de hábitos para una gestión sustentable de los residuos.
• Actualización normativa de embalaje, basura electrónica.
• Articulación de un sistema de flujos metropolitanos. Revisión del avance en centros de tratamiento de residuos sobre rellenos costeros.
• Respeto y continuidad a un plan de manejo y de gestión de la rivera.
• Control de los niveles de ruido, que actualmente superan los estándares internacionales.
• Cotejo de los niveles de emisión con los establecidos en el plan energético.
• Plan integral de gestión del agua por cuenca hídrica.
• Ejecución de las grandes infraestructuras pendientes en materia de inundaciones, medidas estructurales y no estructurales.
• Finalización de los rellenos en la costa del río y la impermeabilización del suelo como primera medida anti-inundaciones. Publicación de cotas de inundación.
• Continuidad del PPI.
• Impulso a la innovación y la incorporación de tecnologías sustentables (no solo desde el punto de vista ambiental).
• Apoyo al desarrollo emprendedor y la empleabilidad.
• Diseño (participativo) y desarrollo de una estrategia económico/productivo/laboral para cada comuna o macrocomuna (dos o tres comunas vecinas), que incorpore a empresarios, emprendedores, profesionales, comerciantes, vecinos, ONGs, sistema educativo, etc.
• Evaluación ambiental estratégica.

4. Desarrollo humano:

La escuela en el centro del sistema educativo (cada una es un mundo de oportunidades).

• Visión estratégica de la educación, que dé sentido y direccionalidad al conjunto de las acciones. Flexibilización del diseño curricular, con pautas propias de la ciudad.
• Tanto a nivel nacional como de la ciudad, el aumento de recursos es condición necesaria pero no suficiente para mejorar el nivel educativo. En lo edilicio, como en lo tecnológico y lo salarial. Debe ser sostenida pero acompañada de medidas sustantivas en lo educativo.
• Jerarquización docente. Becas de formación docente para los mejores promedios. Política de jerarquización del docente frente a curso, para que los mejores maestros estén al frente del aula y no en funciones de otra índole.
• Política sistemática de equipamiento y provisión de recursos a los maestros, docentes y profesores, principal apoyo para liberar las habilidades y capacidades de los alumnos.
• Plan de mejora por escuela, consensuada con directivos y docentes, con un análisis del entorno de los alumnos. Jerarquización de estas perspectivas con respecto a intereses particulares y corporativos.
• Reemplazo del actual sistema de excepciones sistemáticas por una carrera docente basada en reglas de evolución claras. Asignación de puntajes basada en un sistema confiable.
• Desarrollo del sistema de investigación de la ciudad. Creación de Institutos en relación con la red de universidades existentes. Articular conocimiento y desarrollo económico.

Equidad territorial y social
• Asignación geográfica de inversiones y localización de actividades como camino hacia la reversión de la inadmisible desigualdad educativa y de oportunidades entre las comunas de la ciudad: inversiones específicas, localización de actividades, etc.
• Políticas de igualdad de género: gabinete social y plan de igualdad de oportunidades que comprenda a todos las áreas de gobierno.
• Políticas para los jóvenes: mayor desarrollo deportivo barrial, integración e inclusión en proyectos educativos, informáticos y productivos que les posibiliten mejores oportunidades laborales.
• Políticas activas para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer y todo tipo de violencia y discriminación institucional que se funde en los valores de la solidaridad y convivencia democrática.
• Inclusión de los adultos mayores: como ciudadanos activos la ciudad debe valorar su potencial e integrarlos como sujetos y no como meros espectadores. Adaptación de infraestructuras, complemento de planes de salud, oferta urbana en general.
• Salud: acceso a la atención primaria en los centros de salud. Creación y equipamiento comenzando con las comunas más postergadas del sur de la ciudad con alarmantes índices de mortalidad infantil y materna. Promoción, prevención y asistencia primaria de la salud sin demoras. Consejerías en salud sexual y reproductiva y prevención del embarazo adolescente.
• Desarrollo de estrategia orientada a la creación de una marca ciudad.

5. Gobernabilidad y autonomía

Si la ciudadanía ejerce sus competencias de fiscalización y control, se puede hacer más eficiente el gasto y la calidad de los servicios prestados sin necesidad de aumentar los impuestos por encima de la inflación ni generar nueva deuda externa. El aumento del gasto público y de la cantidad de empleos en el Poder Ejecutivo de la ciudad no debe atribuirse a la constitución de la ciudad sino al manejo de esa constitución.

• Comunas e integración metropolitana son dos caras de una moneda. Una ciudad policéntrica, con un programa integrado de Centros cívicos en los barrios, concebidos como tales, y no uno que concentre toda la administración en un lugar.
• Un sistema modelo de empresas públicas que funcionen y respondan a la ley puede potenciar el desarrollo de los recursos en Buenos Aires. Parte del sistema actual representa lo peor de los dos mundos: fondos públicos y discrecionalidad en el manejo.
• Agenda anti corrupción: control de licitaciones desde la fijación de precios base, hacer del acceso a la información un pilar de la modernización, publicación de agendas, fortalecimiento de los organismos de control.
• Respetar las leyes de empleo público y la profesionalización de la administración.
• Leyes de partidos y electoral de la ciudad, que permitan un cambio completo del sistema político tradicional, junto a comunas jerarquizadas y con todas las competencias.
• Hacer de la coordinación de las fuerzas de policía una oportunidad de reforma y modernización.
• Facilitar el acceso a la justicia, desburocratizar el funcionamiento en el desarrollo de la jurisdicción local.
• Articulación con una política federal contra la droga y el narcotráfico.
• Potenciar los programas de probation
• Cambio cultural, como en Bogotá, para tratar la violencia. La ciudad no se transforma exclusivamente desde el Gobierno, sino también desde las actitudes de los ciudadanos. Algunas medidas: la promoción de formas no violentas de manifestación, otro tipo de festejos de fin de año, una cultura del fútbol más festiva y menos violenta, etc.