Banco Ciudad y los fondos judiciales
Por José María García Arecha, Senador Nacional U.C.R. (M.C.)
La Ley 16.869 sancionada el 27 de noviembre de 1965 fue una iniciativa impulsada por la administración del intendente Francisco Rabanal y presentada por el senador radical por la Ciudad de Buenos Aires Dr. Santiago Fassi, prestigioso jurista.
El sentido de la ley era que los fondos provenientes de actividades judiciales relacionadas con áreas de la Justicia que eran producto de litigios entre vecinos o sociedades de la Ciudad de Buenos Aires ingresaran a lo que en aquel momento era el Banco Municipal. Lo más profundo de ese debate fue que el proyecto se originó en el Senado, representación fundamentalmente de las provincias. Fue votado por unanimidad. Uno de los que fundaron en el recinto la sanción de esta ley fue el senador nacional Miguel Ángel Martínez Saravia, por la provincia de Salta, quien señaló «la necesidad de dar apoyo real al Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Aires por el profundo sentido social que presta a este gran conglomerado urbano». Señaló que este traslado de fondos del Banco de la Nación a la entidad porteña no provocaba serios trastornos en el desenvolvimiento en el Nación. El total de los mismos -saldos al 30 de septiembre de 1965 eran $ 5.578.518.000- pues alcanzaba lo de la Justicia comercial a $ 1.118.268.000 y la Justicia del trabajo $ 135.911.000, no llegaba entonces al 20% de los montos que se transfería.
Derecho
También se señalaba en el proyecto que más allá de que la Ciudad no tenía autonomía de la Nación con las mismas características que las provincias que la constituían, sí tenía derecho a un banco sólido y fuerte.
Pasó a Diputados y también por la totalidad de los integrantes de ese cuerpo fue convertido en ley y promulgada en forma inmediata por el presidente Arturo Illia.
Influyó el nuevo sistema para el desarrollo y crecimiento de esta entidad, que hasta ese momento la mayor actividad que tenía era pignoraticia; empeño de alhajas, obras de arte, ropa de la gente con mayores necesidades y cobro de impuestos locales. En pocos años se expandió y llegó a tener hoy más de 50 sucursales en la jurisdicción, más de 10 en la provincia de Buenos Aires (incluida una en el Mercado Central), cajeros en supermercados, hospitales y distintos edificios públicos, etc, etc.
En la Ciudad de Buenos Aires es el que más créditos de vivienda ha dado en la última década. Hoy sirve para que tanto el pueblo porteño, como el del conurbano que desarrolla su actividad en la Capital, tengan una mejor disponibilidad económica y financiera. Cómo pueden algunos legisladores del kirchnerismo pensar que por creer en una potencial puja política entre el Gobierno nacional y Mauricio Macri en 2015 puedan someter a un perjuicio concreto a millones de vecinos, comercios, empresas de la Capital y la provincia a través de un proyecto que sería un misil para producir un drenaje de fondos que le ocasionaría inconvenientes gravísimos con consecuencias también inmediatas en su personal.
No quiero pensar en un ¨déficit fiscal¨ del estado nacional que lo lleve a una búsqueda desesperante de fondos públicos a costa de un dislate político que ponga en riesgo nuestro banco.
José María García Arecha – Senador Nacional U.C.R. (M.C.)
