Adiós al pichón de Keynes
Fue el primer Premio Nobel de Economía de EE.UU. Convenció al mundo de la importancia de la intervención estatal.
Críticadigital.com.ar – Paul Samuelson, el primer estadounidense en ganar el Premio Nobel de Economía y uno de los padres de la economía moderna, falleció ayer a los 94 años de edad en su casa de Belmont (Massachusetts). La noticia fue difundida por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), uno de los centros de investigación y enseñanza económica más importantes del mundo, donde Samuelson desarrolló su carrera docente. Gran propagador de las teorías de John Keynes, su vida política no fue neutra: demócrata confeso, fue asesor y profesor de John Fitzgerald Kennedy y su sobrino, Lawrence Summers, es el principal asesor económico de Barack Obama.
Nació el 15 de mayo de 1915 en Gary (Indiana) y fue uno de los principales economistas del mundo durante más de medio siglo.
En 1970 obtuvo el Premio Nobel de Economía, el segundo en Ciencias Económicas que otorgaba la Real Academia de Ciencias de Suecia y el primero que concedía a un estadounidense.
Veintiséis años después, en 1996, cuando recibió la Medalla Nacional de las Ciencias, la mayor distinción científica de EE.UU., el entonces presidente Bill Clinton destacó sus contribuciones a la ciencia económica, especialmente a la teoría del equilibrio y la macroeconomía, y a la enseñanza y la política económica durante sesenta años.
“Paul Samuelson transformó todo lo que tocó: las bases teóricas de su campo, la manera de en que se enseñaba la economía en todo el mundo, el espíritu y el estatus de su departamento, las prácticas de inversión del MIT y las vidas de sus colegas y estudiantes”, señaló la presidenta del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Su primer gran trabajo fue Bases del análisis económico (1947), también su tesis doctoral, en el que llamó a los economistas “atletas muy entrenados que nunca corren ninguna carrera”, y aunque no defendió que las matemáticas podían curar los malos hábitos del análisis económico, sí dijo que eran esenciales.
El economista, conocido por su teoría del equilibrio entre los precios y la oferta y la demanda, explicándola en términos matemáticos, publicó en 1948 el libro Economía: un análisis introductorio, que se convirtió en uno de los más vendidos en su categoría y que fue el primero en explicar los principios de la economía keynesiana a los estudiantes de las ciencias económicas.
El libro de texto, del que se han vendido casi cuatro millones de copias durante los últimos sesenta años, fue traducido a cuarenta idiomas y va por la 19ª edición en inglés. Le enseñó a generaciones de estudiantes las ideas de John Maynard Keynes, el economista británico que desarrolló la teoría de que los mercados modernos no se autorregulan y que necesitan de la intervención del Estado para salir de las crisis. Esta lección recobra vigencia en estos tiempos de tsunami financiero internacional.
Samuelson, que deja atrás a seis hijos y quince nietos, así como a su esposa, cursó sus estudios en la Universidad de Chicago, de la que se graduó en 1935, y en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Comenzó en 1940 su carrera docente en el MIT, fue asesor del ex presidente John F. Kennedy (1961-1963) y de Lyndon Johnson (1963-1969).
En un informe enviado a Kennedy en 1961, Samuelson afirmó que la reducción temporal de impuestos sobre la renta individual podía ser un “arma poderosa para luchar contra la recesión”.
El ex presidente aceptó finalmente el consejo del economista, pero fue asesinado antes de poder aprobar la medida. Johnson ejecutó el plan de Samuelson. La idea del economista contribuyó en gran medida a impulsar el “boom” económico de los años 1960.
En 1974 fue uno de los veintiún economistas que participaron en la conferencia sobre la inflación que organizó el ex presidente Gerald Ford (1974-1977), donde dijo que EE.UU. había sido golpeado por la stagflation, la mezcla tóxica de altas tasas de desempleo e idénticos niveles de inflación durante mucho tiempo.
Samuelson atrajo a muchos economistas de gran proyección para dar clases o estudiar en el MIT. Entre ellos Robert Solow, quien recibió el Premio Nobel de Economía en 1987 y otros distinguidos con ese galardón, como George Akerloff, Joseph Stiglitz, Robert F. Engle, Lawrence Klein, Paul Krugman, Franco Modigliani y Robert Merton. Además del Premio Nobel, Samuelson, quien escribió entre 1966 y 1981 una columna en la revista Newsweek, recibió en 1947 la Medalla John Bates Clark, un premio de la Asociación Estadounidense de la Economía que distingue al mejor economista del país con menos de 40 años de edad.
OPINIÓN
Al maestro con cariño
Miguel Olivera (Economista)
A los 94 años, murió el autor del libro de texto más famoso en economía… Economía, publicado en 1948, vendió varios millones de ejemplares, se tradujo a más de 20 idiomas y hoy va por la decimonovena edición. Los estudiantes llamábamos al libro “el Samuelson”.
La intención original de Samuelson tal vez fue mejorar sus ingresos frente a una familia que creció abruptamente por trillizos. Sin embargo, Samuelson le asignaba una importancia enorme a influir en la formación de los economistas: “No me preocupa quién escribe las leyes de la nación o quién prepara sus tratados, siempre que yo pueda escribir los libros de texto económicos”.
Samuelson fue un escritor prolífico. Su Colección de Artículos Científicos publicados va por el quinto volumen e incluye cientos de ensayos técnicos. Escribía a un promedio de un artículo por mes.
Hizo su doctorado en Harvard, donde presentó su disertación doctoral frente a dos de los más grandes economistas de la historia: Schumpeter y Leontieff. Cuando Samuelson terminó de presentar las principales ideas de su tesis, el primero de los examinadores le pregunto al segundo: “¿Y, Wassilly? ¿Te parece que lo aprobamos?”
Al poco tiempo se fue de Harvard al MIT, seguramente por el antisemitismo prevalente en la Harvard previa a la Segunda Guerra. Galbraith cuenta en su autobiografía que, como profesor de Harvard, buscaba atraer a los estudiantes judíos porque si habían llegado hasta ahí seguramente eran excelentes. Solow cuenta que alguien inteligente, judío o keynesiano, no conseguiría trabajo allí: ¿qué le esperaba entonces a este inteligente judío keynesiano?
Aunque keynesiano, Samuelson no creía en las interpretaciones “religiosas”. Políticamente, se definía como demócrata pero a la derecha. Su gran adversario intelectual fue Milton Friedman, uno de los grandes críticos de la intervención del Estado en la economía. Samuelson entendía que tenía que llevar la economía al público no especializado y aceptó una propuesta de la revista Newsweek para publicar una columna semanal. También aquí fue prolífico: escribió más de 2.000 artículos. Y lo hizo muy bien, especialmente teniendo en cuenta que su estilo académico era casi exclusivamente matemático.
Es difícil encontrar una parte de la economía en la que Samuelson no haya hecho una contribución: macroeconomía, microeconomía, finanzas, economía internacional, economía del bienestar. Nadie pasa por la carrera sin leer varios artículos de Samuelson en todas las materias básicas. No creo que se pueda decir lo mismo de algún otro economista moderno.
